Capítulo veintinueve.

1.3K 61 0
                                    

Lo que más me gustaba de diciembre, aparte de que en ese mes terminaba la escuela, era la nieve. Podría quedarme horas solo viéndola caer, sentada en la banca del parque cercano a nuestro edificio. Los niños se tiran al suelo, y empiezan a hacer ángeles de nieve. Si me dejan decirles, no llegaría hasta ese punto de amor a la nieve. No cuando tendría mi trasero congelado. Paso.

Pero es la esencia. Probablemente porque asocio la nieve con la navidad. Y la navidad…no hace otra cosa que alegrarme. A pesar de que nunca tuve una navidad feliz con mi madre, y no recuerdo navidad existente que no la haya pasado con la familia de Justin. Mi madre solía dejarme en casa de ellos en cada navidad, ella se iba a recoger a Phil ebrio de cualquier bar barato a las afueras de la ciudad.

Los Bieber me incluían en sus navidades como si fuera alguien más de la familia. Tenía mi propia bota colgando de la chimenea, y regalos debajo del árbol. 

El sobre crema se hacía cada vez más pesado en mis manos. Estaba realmente nerviosa, y no sabía qué hacer con él. El sobre había llegado hace unas horas, la carta de respuesta de la Universidad de Columbia. Iba a saber si había ingresado o no a la universidad. En realidad no tenía muchas expectativas, porque no tenía el mejor promedio del mundo. 

Tomé una larga respiración.

Rasgué la esquina del sobre y terminé rompiéndolo todo. Saqué el papel que estaba adentro. Solo quería leer una sola palabra que era importante.

“…le informamos que estamos muy entusiasmados de recibirla con nosotros en nuestra Universidad, donde…”

Iba. A. llorar.

Había ingresado a la universidad, maldita sea, lo había conseguido. Iba a estudiar Periodismo en la Universidad de Columbia. ¿Hay algo mejor? Creo que podría tirarme en la nieve y enfriar todo mi trasero sin importarme lo más mínimo. 

{…}

—Tengo buenas noticias—dijimos Justin y yo al mismo tiempo, haciéndonos reír por eso. 

—Dime tu primero—le dije.

—Recibí una oferta de Washington, ¿sabes qué es eso? Es demasiado asombroso, tienen el mejor equipo de futbol de todo el país. Y…me aceptaron, bubbles. Estoy dentro. 

—Eso es increíble—dije abrazándolo—Te felicito, aunque esos de Washington si no te aceptaban iban a ser unos completos estúpidos, así que bien que tomaron la decisión correcta.

—Gracias Bubbles, ¿Qué me querías decir?—me preguntó.

—Eh…tengo entradas para el estreno de la obra. —mentí, estúpidamente.

No podía simplemente soltarle todo esto, después de que hace poco ha recibido la carta de aceptación de parte de Washington. Dios, algo tan grande como Washington no es algo a lo que puedas renunciar fácilmente. Es de verdad el mejor equipo. Y Justin había conseguido una beca.

—Eso es…genial—dijo confundido—Es raro verte emocionada por la obra.

—Solo quiero que eso termine. —me aferré a él, abrazando sus brazo y recostándome en su pecho en el sofá.

{…}

— ¿Qué esperas para decirle a tu jodido novio, que no está en tus planes mudarte a Washington porque piensas quedarte a estudiar en Nueva York? Es mejor decirle ahora, ______________—se quejó Kendall, mientras compartíamos un chocolate caliente de Starbucks.

—Solo…aun no sé qué voy a hacer. No confió en las relaciones a distancia.

—O…no confías en él.

—Confió en el. Solo que…es diferente ver a una persona todos los días a verla cada fin de semana después de haber conducido más de tres horas. No quiero eso, Kend. Pero tampoco quiero renunciar a él, y yo no quiero renunciar a lo que quiero, y no sería justo que el renuncie a su sueño.

— ¿Entonces?—se recostó a mi lado en mi cama— ¿Qué planeas hacer?

Esa era la gran pregunta. 

Porque sabía claramente que no iba a hacer, pero el problema era que no tenía la menor idea sobre que podía hacer. No quería dejarlo, pero tampoco quería una relación a larga distancia. Yo no quiero renunciara mis sueños, pero tampoco quiero que el renuncie a los sueños. 

No quería ser de la mayoría de chicas que sigue a su novio a donde sea que él vaya. Porque a pesar de que amo a Justin con todo mi ser, yo también quería que mis sueños se hagan realidad.

Golpeé mi cara contra la suave almohada, soltando un chillido.

No tenía la menor idea sobre qué hacer con mi vida.

{…}

—Estas pensativa—afirmó Justin mientras me estrechaba más a él en la cama.

Besó mi frente y siguió acariciando mi espalda suavemente.

Lo estaba. 

El problema sobre nuestro futuro había desaparecido mientras estábamos haciendo el amor, pero no todo dura para siempre. Y apenas me recosté a su lado, con sus manos alrededor de mi cintura, todos los pensamientos regresaron. 

— ¿Qué piensas con la palabra “futuro”?—pregunté volteándome para poder verlo directamente a los ojos.

— ¿A qué te refieres? ¿Es una pregunta con trampa que hacen las chicas?

Sonreí.

—No. Solo… ¿Qué piensas cuando piensas en tu futuro?—pregunté más directamente, yendo justo al punto.

Se rió y mordió su labio, probablemente inconscientemente, siempre lo hacía cuando se ponía a pensar profundamente. Una sonrisa marcada se dibujó en sus labios.

—Tú. Yo. Juego en el mejor equipo del país, Washington probablemente. Vivimos juntas. Yo siendo un sexy mariscal de campo, capitán del equipo por supuesto. Tú, una sexy animadora, obviamente estas en una fraternidad. Somos la envidia de toda la universidad, porque tú eres la chica más caliente. —me guiñó un ojo—Pero solo eres mía, y yo solo tengo ojos para ti. Terminamos la universidad, y nos casamos. Tenemos dos hijos. Una niña y un niño. La niña se parece mucho a ti, por lo que es preciosa. Y bueno el niño es una versión pequeña mía. 

— ¿Con tus mejillas adorables?—pregunté interrumpiendo.

—Por supuesto. Trabajo en una empresa grande, mientras tú te quedas con los niños en casa. Siendo la ama de casa más sexy del planeta. Te pondrías celosa por las secretarias que tendré pero yo te responderé que eres la única mujer que he visto desde que tengo memoria. Nuestros hijos crecerán, y se irán de casa. Solo seremos tú y yo. Envejeceremos juntos, hasta nuestro último día. ¿Qué te parece eso?—preguntó dándome un codazo suavemente. —Es perfecto, ¿verdad?

Solo pude responderle con una sonrisa y abrazarlo. 

Porque sus planes…no eran nada parecidos a los míos.

Promesas de amor {segunda temporada RDM} TerminadaWhere stories live. Discover now