New day, same boy,

La despedida

- Nos marchamos, tenemos ensayo de banda - Calum se despidió de mi con un beso en la frente y abandonó la sala. Poco despues, Michael y Ashton lo imitaron.

- Luke... - Dije apenas en un leve susurro y se giró a verme.

- ¿Si? - Dijo sereno y tranquilo. Sus azulados ojos habían vuelto a recobrar ese hermoso color y el brillo.

- No tenías porque haberlo hecho, estaba bien - Le sonreí para que supiera que no estaba mal con el después de lo de Paul.

- No soporto a esas personas - Dijo mientras me abrazaba por mi cuello - Mañana vendre ybte ayudaré a recoger un poco todo esto para ir a tu casa - Me beso la frente y salió por la puerta.

Sentada en mi camilla, abrazando aquel oso de peluche, daba mil y una vueltas para intentar razonar lo que habia pasado. Paul llamandome ilusa, Luke defendiendome, y al final Paul sangrando. Hasta ahi todo bien ¿Pero y las razones? Al parecer no era algo a lo que Michael, Calum y Ashton estuvieran acostumbrados porque al juzgar por sus caras ante el inminente golpe de Luke no habían presenciado nunca, o casi nunca, algo similar. Me sentia mas protegida sabiendo que Luke podría defenderse.

¿Y Paul?

Me levante de aquella cama blanca y salí de la habitación directa a la biblioteca con laz esperanza de encontrar allí a Paul, pero no habia rastro de él.

Caminaba perdida pornlos pasillos de mi planta esperando encontrar su habitación y ¡Bingo!. Estaba tendido en su cama, leyendo la tipica revistas de coches.

- ¿Pu-Puedo pasar? - Golpeé la puerta.

Se encogió de hombros sin mirarme. Tomé ese movimiento como una señal de "Si, puedes pasar adelante".

- Siento lo del golpe.

No contesto. Esta vez era yo la que estaba un poco aturdida. Me sentía realmente mal por el golpe que Luke le había propiciado, aunque me hubiera llamado ilusa.

Pasó una hoja de su revista.

- ¿Puedo sentarme? - Señalé la camilla vacia de su lado y siguió sin contestarme.

Suspiré mientras mis manos jugueteaban una con la otra esperando a que Paul dijera algo.

- Oye de verdad que lo sien...

- Márchate - Su voz firme se me clavó como un puñal. Puede que fuera un grosero y un insoportable, pero era la unica persona con la que podia estar hablando las 24 horas del dia, y en un pequeña parte me ha hecho mas amena la estancia aqui.

- Per...

- Vete.

Me levanté de la camilla y salí de la habitación. Mi anudada garganta volvía a aparecer pero iba a ser demasiado imprudente llorar por los pasillos de un abarrotado hospital.

- ¡Rachel! - Una voz me llamo por los pasillos - Rachel, ¿Preparada para la ultima revision?

Helen me cogió del brazo y me llevó hacia la sala del extraño tunel para que dejara mi mente en blanco.

- Ya sabes lo que tienes que hacer ¿Eh? - Me pellizcó la mejilla y salió de alli.

Se me hacía casi imposible dejar la mente en blanco. Solo pensaba en Paul y en su reacción. A decir verdad me importaba mas de lo que hacia aparentar.

(...)

2:54 de la madrugada.

El espejo estaba ocupado admirando dolorosamente todo mi magullado cuerpo.