Los primeros tres años de matrimonio fueron excelentes, se levantaba cada mañana con esos ojos azules centellantes sobre el y con un beso. Después las palabras que más anhelaba, "te amo". El las decía cada mañana al despertar y cada noche antes de dormir. Pero ahora era como si no existiera. El tenía veinticinco años, quería niños. Pero su esposo estaba muy ocupado para cumplir sus "caprichos" como los llamaba él. Un bebé no era un capricho,era una forma de olvidar que su esposo había dejado de amarlo.

Lloró por media hora en la bañera antesde salir. Se puso unos boxers para dormir y se recostó en la cama. Espero en la oscuridad unos minutos para ver si Louis dormía abajo. Se arrulló con el constante sonido de la refrigeración del cuarto. Despertó de nuevo cuando sintióa alguien a su lado.

-¿Harry?-

Se giró y Louis estaba frente a el.

-Lo siento mi vida, no quería lastimarte. ¿Puedes perdonarme?

"¿No lo hago cada vez?", quería reclamarle. Pero no vio el caso. Solo asintió y besó rápidamente sus labios.¿Cuánto hacía que no recibía uno de esos apasionados besos que siempre terminaban en algo más? ¿Cuánto hacía que no llegaban a ese "algo más"?

El fin de semana, Harry lo pasó en casa.Su trabajo consistía simplemente en ser asistente de una de las oficinas menos concurridas y más aburridas de todo Chicago. Al contrario de Louis con su gran empresa y exitoso negocio de millones de dólares. El solo trabaja ba para pasar el tiempo, para no pensar constantemente en su esposo.

Cuando llegó a casa decidió hacer la tarea que había estado intentando por meses. Arreglar el álbum fotográfico.Tenían 8 años juntos y millones de fotos. Harry amaba las fotos, tomarlas era divertido. Siempre salían tan bien. El no se gustaba como era, pero al lado de Louis todo era hermoso, incluso el.

Había tantas fotos de ellos besándose.Bajo un árbol en Doncaster, bajo la torre Eiffel, bajo el arco del triunfo, en el museo de músculos en las Vegas. Tantos lugares visitados en esos tres años, y ahora nada. Se limpió una lágrima cuando escuchó la puerta.

-Hola, Lou. Llegas temprano.

-Estoy muerto, Liam vino a restregarme en la cara que me ganó. Me mostró todas las ideas innovadoras que tienen él y su equipo. Me siento viejo, -dijo sentándose a su lado.

-Solo tienes 28 mi vida, eso no es viejo.

-Pues me siento de 40 o 50. Es horrible competir con alguien de 23 años, recién graduado de la escuela de negocios.

-Pues yo adoro que tengas 28.

-dijo acercándose y besando su mandíbula.

-Eres tan grande y maduro, imagínate qué haría yo con alguien tan joven e inmaduro de 23 años. No podría vivir. -se acercó y siguió besándolo. Intentando provocarlo. Pero al levantarla vista vio que estaba dormido. Quiso llorar, pero supuso que había sido muy agotador.

-Louis, vamos a la cama.

-Harry, no estoy de humor.

-No me refiero a eso tonto, me refiero a dormir en la cama.

-Ah, bueno. ¿Qué hacías?

-Intentaba acomodar todas nuestras fotos en un álbum. ¿Me ayudarás cuando despiertes?

-Claro, claro.

Fueron a dormir, o al menos Louis. A la hora de la cena Harry trajo el tema de las fotos de nuevo pero Louis puso una excusa y se fue a ver la televisión. Harry suspiró y asintió. Lo acompañó por el simple placer detenerlo cerca. Hacía meses que no tenía un día libre. Mientras él miraba la televisión el leía un libro. Harry se armó de valor y sacó el tema que había querido sacar desde hacía tiempo.

-Louis, ¿crees que podríamos tener un hijo? -dijo mirándolo a través de sus gafas para leer.

Louis lo miró con el ceño frucido.

-Creí que habíamos aclarado eso. Cuando pasen unos años...

-Lo hablamos por última vez hace dos años. He sido paciente, quizá esperando a que tú lo desees, pero parece que no es así.

-Los deseo, pero aun no Harry.

-Acabas de decir que te sientes viejo, un bebé te haría sentir mejor. Además...me siento solo.

-¿Solo? Pero si mi madre, mi hermano, mi cuñada y tu madre se la mantienen aquí.

-Exageras, me visitan una vez cada mes.

-Pues entonces únete a clubes sociales o algo. No te quejes en mi cara de sentirte solo, sabes que trabajo para poder mantenernos a flote cuando empecemos a tener hijos.

-¡Los quiero ya, Louis! No cuando tenga 30, 35, 40. ¿Esperas a caso a que llegue la edad en la que ya no pueda? ¿Qué haremos entonces?

-No lo sé Harry, solo sé que no los quiero ahora. ¿Lo entiendes?

-Sí, lo entiendo perfectamente, -se giró y cubrió su cuerpo con la colcha. Lloró en silencio por unos minutos antes de caer dormido.

Cuando despertó Louis no estaba. Se sentía tan abatidó. Salió a comprar víveres. El refrigerador estaba vacío. Estaba lloviendo cuando salió.

Septiembre y octubre eran de lluvias y después vendría la nieve en noviembre y diciembre. Harry suspiró, extrañaba Doncaster. Sus padres lo habían visitado por su cumpleaños y después regresaron. La paz estaba allá, así como sus mejores recuerdos. El comienzo de su relación, los primeros años como novios.

Compró todo lo necesario e iba de regreso a su casa. Quiso llamar a Louis pero no contestó. Seguro estaba en una reunión. Dejó el teléfono pero se le cayó por accidente. Bajó el brazo para buscarlo retorcida forma, paz.

Hooola bebés. :) espero les gusté el primer capítulo. Cualquier duda pueden encontrarme en mi twitter.

Redemption.Where stories live. Discover now