El Chico Con Un Ojo [ChanHun]

iv.

La realización de lo que acaba de hacer golpeó duro a mí ángel con sus mejillas sonrojadas y su respiración agitada, sus ojos estaban dilatados y más oscuros, estaba feliz de verlo así de excitado como yo, ni mencionar de la situación que ambos teníamos en nuestros pantalones. Sí no hubiera una ley contra la indecencia en público hubiera estado a nada de tomarlo ahí en ese instante... Escondió su rostro en mí cuello susurando cosas como "Maldito pervertido." y "Seguro estas pensando en cosas inapropiadas."

Simplemente reí sintiendo la felicidad que solo Sehun provocaba en mí nacer en mí interior. Mire hacia Jongin triunfante de nuevo. Su rostro bronceado y casi perfecto estaba estoico, intentando demostrar que no estaba furioso pero sabía que lo estaba. Sus ojos me querían matar y yo no podía estar más contento con eso. Tomo la mano de Baekhyun para luego marcharse lejos del patio. Era ver como una tormenta se alejaba, el trueno y los relámpagos meciéndose a merced del viento que soplaba en esos momentos.

Ese día había sido una pequeña victoria para mí pero la guerra aun no había sido vencida.

Sehun y yo estábamos tirados lado a lado en el piso en nuestro escondite especial, la casa abandonada a las afueras del pueblo. Mirábamos el cielo azul pincelado con nubes blancas y esponjosas que se movían por el canvas azul lento mediante el gran agujero que había en el techo de la casa. El día era caluroso haciendo que todo se moviera en cámara lenta; en especial las nubes. Como sí ellos también tuvieran flojera como nosotros. El calor de las 2 de la tarde era sofocante y las ganas de hacer otra cosa eran nulas.

Mí mano buscó la suave y delicada mano de mí ángel para tomarla. Mí pulgar acarició sus huesudos nudillos lento y suave. Recordando cada detalle sin dejar de disfrutar la sensación. Era emocionante simplemente tocarlo. Estar cerca. Existir cerca suyo. Estar ahí lo era todo...

—Chanyeol...

—¿Hmm?

Giré mí cabeza en dirección suya y fui recibido con sus labios esponjosos presionándose contra los mios. De pronto sentí como atrapaba mí labio inferior entre sus labios y los movía para succionarlo. Su lengua de pronto rozo mí labio atrapado para luego mordisquearlo con sus dientes. Abrí los ojos sorprendido, mí pequeño estaba con el ceño fruncido, todo su atención estaba enfocada en morder mis labios. Hunnie me besaba cada que podía o quería pero nunca me besaba de esta manera... Como sí estuviera desesperado.

De pronto se subió encima mío para presionarme contra el piso. Se sentó encima mí cadera y antes que pudiera darme cuenta de que estaba intentando movió sus caderas contra mí entrepierna.

Una corriente eléctrica comenzó a hacer camino desde mis piernas hasta mí nuca, iluminando todo mí cuerpo con un deseo por más, por más de mí Sehun, por reclamarlo como mío. Mis labios por fin reaccionaron con deseo. Dejaba que mis labios tomaran la delicada forma de la boca de mí Hunnie y así moviéndolo con vigor. Mis manos viajaban por su espalda provocando en él unos pequeños temblores. Mis manos llegaron a su destino cuando tome posesión de su trasero para ayudarle a moverse una vez más provocando que gimiera en medio de nuestro beso. Con cuidado de no lastimarlo gire su cuerpo para que pudiera ser él quien estuviera debajo.

Cuando ya la necesidad de respirar era dolorosa y no se podía evitar me separé de sus labios. La imagen bajo mí cuerpo era más preciosa que cualquier otra en todo el mundo. Me atrevía a decir la más hermosa en todo el universo.

Sehun estaba agitado, su pecho subía y bajaba al respirar por intentar tomar aire en sus pulmones. Sus labios estaban entreabiertos e hinchados por las mordidas que en algún momento yo le propicie, un tono rosáceo se apoderó de él y lo hacía ver más apetecible. Sus mejillas hacían contraste con tan hermosa piel nívea pero complementaban de cierta manera el deseo desbordante que tenía en su mirada. No importaba que Sehun llevaba el parche médico en su ojo porque sentía la intensidad de su mirada en mí.