JohnTen Chats [ PAUSADA ]

Mini Especial

Un suspiro resonó por la habitación. Un golpe. Sabanas arrastrándose.Una puerta abriéndose. Puertas cerrándose. Un chico en la cama.

Ten tuvo una pesadilla, otra vez. Las pesadillas iban y venían, la mayoría eran por temor a ser rechazado por las fans, el amor no estaba bien visto por las fans, y menos si era entre miembros del mismo grupo. El amor, algo tan simple como eso era el mayor pecado. El amor, algo tan puro podía terminar con sueños y esperanzas.

Por más crueles que parecieran las reglas, estas tenían que ser seguidas. Un idol no tenía palabra cuando a las reglas se refería, y menos un chico extranjero. Ten no podría cargar con el odio y el rechazo, y mucho menos su novio, mucho menos Johnny.

Ten se acercó a la cama de Johnny, el gran cuerpo del muchacho abarcaba la cama entera. Un pequeño golpe en el hombro basto para que Johnny abriera los ojos. Una sonrisa, una palmada. Ten se encontraba en la cama.

¿Otra pesadilla?, pregunto Johnny. No había quien conociera mejor a Ten que su propio novio. Se complementaban, eran como piezas de rompecabezas, encajaban perfectamente.

Si, la misma de siempre, Ten escondió la cabeza en el pecho de Johnny. El mayor paso un brazo por los hombros del tailandés. Deposito un pequeño beso en la cabeza de Ten.

Espero que eso te haga sentir mejor, Ten sonrió. Los besos de Johnny eran medicina para Ten.

Siempre. Una risa se escapó danzarina de los labios de Ten.

Y así se quedaron. Tal vez por diez minutos, tal vez por una hora. Pero eso no era lo importante, lo importante era el miedo de Ten a conciliar el sueño. No quería volver a soñar eso, no quería recordar el odio.

Tennie, bebé. ¿Qué pasa?, Johnny podía sentir las preocupaciones de Ten a kilómetros de distancia, era un sexto sentido. El mejor de todos.

Es que..., Ten tomo aire, lagrimas formándose en sus ojos, no quiero que me odien, no quiero que me odien por amar a alguien, no quiero arruinar la carrera de la persona que amo.

Bebé, no digas eso. No importa que pase, no importa que rumores se creen, tu nunca vas a arruinar algo, eres perfecto. Johnny se sentó, trayendo a Ten con él. Se encontraban frente a frente, Ten con lágrimas rodando por sus mejillas.

Johnny tomo la cara de Ten entre sus manos, dejo un beso en la frente del chico. Un beso en la frente. Un beso en la nariz. Un beso en las mejillas. Un beso para secar las lágrimas. Un beso en los labios. Un beso para aliviar el dolor. Un beso para dormir al alma. Un beso en el cuello. Un beso de amor puro.

Ten lloraba, lloraba en silencio por el futuro. Lloraba por el amor. Lloraba por el miedo. Lloraba por el rechazo. Lloraba por Johnny.

Y Johnny besaba, besaba por el futuro. Un beso por el amor. Un beso por el miedo. Un beso por el rechazo. Besaba por Ten.

Ellos se complementaban, se amaban. Y eso era lo único que importaba. Lo único valido en la guerra entre la fama y el amor.

Todo eso y más, Johnny y Ten lo tenían.

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