Enamórame

Capítulo 5

-¿como es que Jacob siendo... Jacob está casado con esa mujer tan insoportable?- pregunto sin entender.

-no lo se. Creo es que uno de esos Misterios del Milenio- se detiene y yo también -comencemos- abre la puerta -adelante-

Entro a la habitación seguida por él, cierra la puerta despacio y con el pasador. Miro la habitación, tiene muebles obscuros, con una gran cama y un par de sillones blancos. Hay dos puertas, me imagino que una es para el baño y la otra el armario.

-¿esta es tu habitación?- asiente -¿y que hacemos aquí?- se me escapa el aire.

-tenemos que hablar- pide.

-pudimos hacerlo en el auto mientras veníamos- se encoge de hombros.

-dame un momento- sale del cuarto.

Me quedo parada viendo un poco el lugar, pero al final decido sentarme en uno de los sillones. Subo mis pies dejando las rodillas cerca de mi pecho, estiro la camiseta para cubrir mis piernas, me cruzo de brazos y recargo mi cabeza en el respaldo.

-Jade, despierta- lo hago de inmediato -el desayuno acaba de llegar-

Parpadeo confusa, miro la habitación, y después a Andrew que está frente a mi con un bonito traje gris, y la camisa azul oscuro.

-creo que me quedé dormida- digo sentándome correctamente, y noto la gran frazada que cubre mi cuerpo.

-bien- se sienta en el sillón vacío -es hora de que hablemos y dejemos las cosas en claro- me ofrece una taza de café negro.

-gracias- le doy un sorbo al delicioso líquido.

-en la Junta dijiste que teníamos catorce meses saliendo- asiento -y nadie lo sabe aceptó nosotros- y Sam -¿que?-

-mi compañera de cuarto lo sabe- digo susurrando entre dientes.

-¡¿le dijiste?!- asiento levemente -¡¿por que?!-

-pues para empezar tu no eres una persona tan agradable- me mira confundido -¿quieres que te sea honesta?-

-naturalmente-

-en la empresa nadie soporta, todos estamos en ese lugar porque necesitamos el dinero. Eres un tirano ególatra que no se preocupa por sus empleados-

-¡por supuesto que me preocupo por mi trabajadores!- dice ofendido.

-¿al menos te sabes el nombre de alguno de ellos que no sea el mío?- lo miro a los ojos -a lo que quiero llegar es que a Sam le he dicho lo idiota que eres, seria muy extraño que me casara contigo cuando le he dicho que no te soporto-

-estas consiente de que todo se iría a la basura si ella dijera alguna palabra-

-Sam jamás diría una palabra, te lo aseguro- me ofrece un plato de fruta picada y lo tomo.

-confío en tu palabra, y si tu confías en ella yo también- dice calmado -bien, entonces creo que podemos proseguir- asiento -sabes el problema que tengo en la empresa, necesito una esposa para obtener la presidencia- toma de su café -¿exactamente que es lo que quieres a cambio?-

-ya te lo dije, quiero trabajar con el editor de vestuario y quiero una excelente carta de recomendación- frunce los labios -no me interesa que me aumentes el sueldo, ni que pongas empleados a mi disposición, ni me des lujos-

-es mucho lo que exiges-

-Andrew, eres una persona difícil de tratar, quiero aprender de alguien capacitado, tener mi carta de recomendación para irme- digo con total honestidad.