Sin querer me enamore.

No te lo puedo perdonar

G:  Agarra tus cosas y lárgate de mi casa Keyla, no quiero saber nada de ti en mi puta vida! Me das asco, tú jamás vas a cambiar.
Verla gritándome, llorando, me partió el alma no sabía qué hacer estaba en shock.
K: Grecia que pasa?
G: llévate esta mierda contigo.
- me entregó un sobre, el sobre que anoche estaba tirado en la puerta, me tomo del brazo, y a jalonéis logró sacarme de su casa, aún no sabía qué hacer, no entendía nada, subí a mi carro y le dispuse a abrir el sobre.
En el habían unas fotos mías en casa de Daniela, estoy en su cama, semi desnuda y dormida con ella abrazada.
K: pero que mierda?
Había también una nota..
Grecia: no te engañes más, Keyla es una zorra y siempre será una zorra.
-DANIELA.
K: pero que chingados le pasa?
Estaba hasta la madre, comencé a llorar de impotencia, le pegue al volante, hice todo para sacar mi frustración, no podía creerlo.
Encendí mi carro y fui directo a la casa de daniela.
Llamada...
K: bueno? Estás en tu casa?
D: si vienes por otro acoston?
Me hirvió la sangre, pero le conteste lo más aclamada.
K: quisieras, puedes bajar un segundo, quiero darte algo.
D: si voy.
Tardó 5 minutos en bajar, y en cuando la vi, la agarre del cuello, y me le fui a golpes, ella claro que se defendió me pego en la boca, y en seguida la sangre. La golpee con todas mis fuerzas, y cuando alguien llego a separarnos.
K: eres una mierda Daniela, ojalá nunca te hubiera conocido
D: tanto drama, tanto show por una vieja pendeja? No mames Keyla
K: pues esa vieja, es capas de darme lo que tú no eres capaz.
Subí a mi carro, me temblaba todo el cuerpo, estaba que me llevaba la chingada.
Llegue a mi casa como pude y entre, cuando mi mamá me vio toda golpeada, se soltó a llorar y corrió hacia mi.
Mamá: que madres te paso?
K: me pelee mamá
M: con quien Keyla?
K: tranquila mamá, estoy bien. Con daniela.
M: que? Cuál daniela?
K: mi ex
Le conté todo a mi mamá, no podía dejar de llorar, no podía, llame a Grecia mil veces y ninguna me contesto. La perdí. No podía creer que la perdí.