Entro a mi oficina como todos los días, con un latte en mi mano izquierda y mi maleta en la derecha, al entrar veo a Rose y Charles quienes me ayudan en algunos casos.
-Buenos días- les digo y ellos me miran sonriendo.
-Buenos días Alex- dicen al unísono.
-Hoy llegará uno de los "aprendices" de la universidad- menciona Charles.
-Esta bien, a ver qué viene este año- le respondo divertido.
Cada año llegan los "aprendices" como decimos entre Rose, Charles y yo, aunque son pasantes, vienen desde los más aplicados, hasta los más vagos, una que otra ocasión una chica.
De repente tocan en la puerta, el pasante había llegado.
-Pasen- dije en voz alta.
Él entró, alce la mirada para verlo y en ese momento, en ese preciso momento nuestras miradas chocaron y todo dentro de mi se convirtio en un torbellino de emociones, por ejemplo, el que esperaba una chica y no un chico, pero él era característicamente lindo.
-Mi nombre es Christopher Adler, mucho gusto en conocerlos- dijo de la forma mas viril posible pero su apariencia daba otra idea, ternura.
-Mucho gusto- le sonreí.
El se sentó en el lugar que se le estableció, mientras observaba cada movimiento suyo, sus manos, piernas, espalda, todo y de repente...
-¿Podrías dejar de mirarme?, me desconcentras- Me miro con cierta repugnancia.
Así fue como aquella delgada figura hizo que esa noche no pudiese dormir tanto como necesito.
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No prometo actualizar muy seguido.
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Derecho a quererte
Teen FictionUn fiscal, una mirada. Un abogado en proceso desinteresado. Antes de chocar su mirada con él, Alexander Tarver era un heterosexual orgulloso de sus logros laborales, siendo destacado en su profesión. Después de él y esa mirada profunda todo su rumbo...
