Capítulo 24.

21 2 0
                                    

El doctor aclaró la garganta, nervioso.

-Agradece...

-¡¿Está bien o no?! - interrumpió por enésima vez.

-¡Vamos, hable, hombre! - el doctor suspiró.

-¡Pero callen esa boca! - todos lo miraron con cara de pocos amigos - Ella está bien, y pueden pasar a verla...

-¿Podrá salir ya?

-No. La tendremos unos dos o tres días más para prevenir cualquier cosa.

-¿Cómo qué?

-Desvanecimientos constantes - Trevor entrecerró los ojos.

-Dijo que estaba bien.

-Y lo está.

-Pero...

-¿Quieren pasar a verla? Síganme los que quieren - el doctor comenzó a caminar, y el primero del grupo en seguirlo fue Luke, y luego Carter, que apresuró el paso para adelantarse a los hermanos.

-¿Puedes explicarme exactamente qué fue lo del otro día? - se acercó a Luke.

-¿Qué cosa?

-Lo de que me había metido en un lío.

-Ah... No - Carter se detuvo un momento, pero luego volvió al lado del otro -. Eso, mi amigo, tendrás que resolverlo con Ella.

-¿Y si ya no quiere hablarme? - preguntó con tono... tranquilo.

-¿Por qué no querría de? - Carter se encogió de hombros.

-Era una suposición.

-Basta de suposiciones - entraron a la sala, encontrándose con una Isabelle acostada en una camilla, con cables en los brazos y con pésima cara.

-Dijiste que estaba bien - todos miraron al doctor.

-No hagan mucho ruido - cerró la puerta, desapareciendo detrás de ésta.

-Maldito bastardo - susurró Trevor.

-No trates así al que me ha salvado la vida - dijo con un hilo de voz.

En ese momento, todas las miradas se posaron en el esqueleto que se encontraba en la camilla, sin articular palabra.

-¿Me ha salido otra cabeza o qué? - al decir eso, se armó un alboroto de chillidos de emoción - Niñas, niñas, estoy bien, no hace falta que chillen como perras.

-¡Mi hermanita...!

-Hermanita tu pendeja.

-Ay... Las palabrotas te volvieron.

-Hey, Carter - el chico aclaró la garganta -, ¿el sapo te comió la lengua?

-Eh... ¿Qué tal, Isabelle?

-Los cables hablan por sí solos - dirigió la mirada a los cables conectados en su brazo izquierdo.

Luke y Mike fueron los primeros en acercarse a la camilla, y también los primeros en sostener las manos del arco iris.

-Nos debes varias explicaciones, roja - dijeron al unísono.

-¿Por qué?

-Tú sabes muy bien a lo que nos referimos.

-Mike, si están hablándome en código, avisen - Luke suspiró.

-Dejémoslo para después, mejor. Um... ¿Cuándo te darán de alta, eh? - Isabelle se encogió de hombros.

-Ojalá y termine en una tumba - musitó entre dientes, lo cual fue audible únicamente para Luke, pero Isabelle no notó eso.

-Sigues pensando en eso, eh, cariño - la miró con pena, y la chica la miró algo asustada, debido a que pensó que nadie más había escuchado.

-Luke...

-Déjenos solos un momento - alzó la cabeza al igual que la voz.

Sin preguntas, todos obedecieron y se esfumaron de la habitación.

-A ver... Explícame qué es lo que te pasa ahora.

-Luke...

-¡Deja de decir mi nombre y habla, maldición!

-¡PERO ENTONCES DÉJAME HABLAR!

En ese momento, Isabelle sintió su corazón acelerarse, cada vez más, haciendo que un algo indescriptiblemente doloroso comenzara a aumentarse en la zona de su pecho.

-Luke... - hizo una pausa, mirando hacia la nada.

-¿Qué no vas a hablar?

-Me d...

-¿Qué? ¿Vas a hablar o no? - se levantó - Si no vas a hablar, no sé qué sigo haciendo aquí - dio media vuelta, viendo que Isabelle no respondía.

-Duele..., mucho... - se detuvo a medio camino, volteando rápidamente a Isabelle, notando que estaba pálida, y demasiado.

-¿Qué te pasa? - preguntó alarmado, mientras corría a su auxilio - Isabelle, ¿qué te pasa? - no respondía, sólo lo miraba con miedo y terror, una mirada que nunca antes se había visto en ella.

-No sé si podré... aguantar... - tembló, y no paró - Ayúdame, Luke.

Y lo último que Isabelle logró oír, fueron los gritos desesperados de Luke.

Una desgracia con suerte.Where stories live. Discover now