Nos dejaron solas a Kath y a mi, no sentamos en las gradas esperando a las hermanas. -Se ve bien la fiesta ¿no crees?- Comentó sonriente.

Asentí. -Claro, se ve divertida.- Contesté y vi alrededor, ya habían pasado unos minutos, así que Kara ya debería estar alrededor, entonces me tope con su mirada, Kara estaba con un grupo de chicas, pero ella me estaba viendo fijamente y al darse cuenta de que la veía también sonrió levemente levantando su vaso como dando un pequeño brindis. Hice lo mismo y me giré a Kath tratando de esconder mi gran sonrisa. No pude, por supuesto eso amerito otro discurso por parte de Kath.

En su defensa parecía que trataba de contenerse, pero no pudo.-¿Por qué te agrada?- Me preguntó Kath con el ceño fruncido.

Me hice la desentendida. -¿Quien?- Pregunté fingiendo confusión y tomé un trago de mi vaso.

Kath me miró como si fuera obvio de quien hablaba, y en realidad lo era. -Kara, quiero decir ella es guapa y eso, pero es...- Me vio. -Bueno no quiero decir algo malo frente a ti.

Yo suspiré un poco frustrada, ahora que sabía la historia, lo entendía mejor, pero eso también sido problema de Kath, quiero decir ella fue la que no quiso escucharla y siendo sincera estaba agradecida de eso. -Oye yo se que lo te hizo estuvo mal, pero ella es una gran chica... No sé... Bueno tu saliste con ella debes saber a que me refiero.- Dije con un encogimiento de hombros tratando de sonar imparcial y volví a tomar.

Kath pasó una mano por su cabello negro, parecía un poco... exasperada. -Si, pero no es lo mismo, yo estaba interesada en ella románticamente y tu eres su amiga.- Me vio como esperando una respuesta y yo me tensé.

Miré hacia otro lado. -Si.. Yo...- Me puse nerviosa. -Lo que quise decir... Es que... Bueno...- Balbuceé. No sabía que decir así que bebí más para ganar tiempo.

-Ya llegamos...- Anunció Meg y agradecí mentalmente. -¿Interrumpimos?- Nos miró a ambas con una sonrisa picara y yo negué.

-Para nada.- Contesté con franqueza y traté de tomar más, pero nada llego a mi boca, miré mi vaso confundida y estaba vacío ¿Cuando me lo había acabado? -Voy por más.

Circe me detuvo del brazo. –Espera, tengo que presentarte a alguien.- Me informó y fue cuando me di cuanta de la presencia del chico, era un poco mas alto que Circe, de tez bronceada, cabello bien peinado y castaño, su vestimenta era casi formal. –El es Travis, mi novio.- El chico me tendió su mano con un sonrisa en el rostro.

-Jade, he escuchado mucho de ti.- Dijo cuando le tome la mano para recibir el saludo.

Le sonreí de vuelta. La verdad no era para nada como me imaginaba al novio de Circe, esperaba a alguien más como Masonne, pero aun así parecía un buen chico. –Un placer. Bueno, ahora si iré por una bebida.- Informé y me alejé de ellas, yendo hacia una gran mesa con botellas y botanas, empecé a servirme una gran cantidad de vodka y algo de jugo cuando sentí una mano en mi cintura y luego un brazo paso por debajo del mío agarrando la botella.

-No creo que debas tomar tanto, cerebrito.- Una voz algo rasposa y dulce sonó en mi oído y al girarme unos hermosos ojos grises me recibieron, me encontraba entre la mesa y su cuerpo, me tenía acorralada y mi corazón latía muy rápido. -La ultima vez tuve que llevarte cargando a la cama...- Sonrió con malicia. Lo había hecho a propósito, eso había sonado mal, tremendamente mal, pero a la vez tan bien.

Le di un trago a mi bebida. -Puedo cuidarme sola, Kara.- Sonreí divertida, tratando de ocultar el mal estado en el que me estaba poniendo, quería besarla mucho en ese momento, pero estábamos en publico y uno que si nos reconocía, no como temprano en el centro comercial.

Rebelde tentación. (Editando)Where stories live. Discover now