Prólogo

200 23 8
                                    


4 años y medio antes...

Windcave es un lugar mágico para muchos.

Por teoría la gente suele ser simpática y te tratan como a uno más de la familia. Todo es perfecto una vez que te instalas en el lugar pero cuando ya pasa un tiempo, lo perfecto cambia y se vuelve en un tormento de rumores, mentiras y cuchicheos sin importancia.

A sus diez años de edad, Edgar no tenía eso del todo presente. Su madre siempre se encargó de protegerle y dejar que su hijo creciera sin tener que estar escuchando lo que el resto de habitantes pensaba de su familia.

Todos en Windcave sabían quién era el padre de Edgar y lo que pasó con él, todos menos su medio hermano, Dalan, y él. Sus madres habían llegado al acuerdo de no contarles nada a sus hijos, principalmente por su bienestar.

Pero claro, todos los secretos tienen que dejar de ser secretos algún día y eso fue lo que pasó el día de la graduación de primaria.

—¿Por qué no vas a saludar a tu padre Edgar? —preguntó con maldad la madre de Shiara, quién era amiga íntima de la familia que ahora tenía el padre de Edgar.

El niño de pelo color tirando a caoba y ojos de color miel, se quedó dubitativo ante la afirmación que le había hecho aquella señora que apenas había visto un par de veces más en el colegio al que iba.

Edgar, alzó su mirada en busca de la de su madre, a quien empezaban a sudarle las manos de los nervios que la situación le estaba generando.

—Mamá, ¿por qué dice que papá está aquí?¿Dónde está? —preguntó Edgar con persistencia.

Su madre le había hablado muy poco de su padre como para poder formarse una idea de él en la cabeza. Con lo poco que le había contado de él, sabía que su pelo era color azabache puesto que su madre siempre resaltaba esa cualidad física de su padre. Siempre solía decir que era el pelo más brillante y azabache que había visto nunca. Por eso no cabía duda alguna de que Edgar heredó el color de cabello de su madre, quien lo tenía de un color muy parecido al de él pero algo más claro.

—No cariño, papá no está aquí —mintió su madre para evitar todo aquel dolor que su hijo tendría si supiera que su propio padre estaba a unos pocos metros de él y tan siquiera había venido a felicitarlo.

Edgar no quedó conforme con esa idea y barrió el lugar con la mirada, buscando aquel pelo azabache hasta que finalmente lo encontró.

Un hombre que parecía aproximarse a los cuarenta, que vestía con traje y corbata y que era más alto de lo que Edgar pensaba estaba allí animando y felicitando a Dalan Lessin, uno de los niños más revoltosos e intranquilos de la clase. Dalan apenas estaba comenzando a formar su personalidad pero ya muchos sabían que factores como la prepotencia le caracterizarían, sobretodo porque sus padres le consentían todo aquello que este pedía.

—Mamá, ese señor tiene el pelo de color azabache, ¡es el pelo más azabache que he visto nunca! —exclamó Edgar con euforia al pensar que por fin podría jugar a cosas de chicos con su padre.

—No Edgar, ese no... —Pero antes de que su madre pudiera terminar aquello que iba a decir, Edgar corrió a abrazar al señor que pensó que sería su padre.

Norbert, el señor del pelo azabache y el padre de Dalan y de Edgar, observó con cuidado al niño que le estaba rodeando la cintura con sus brazos. La madre de Edgar rápidamente lo apartó del lado de Norbert e intentó disculparse con la mirada.

—¿Qué haces abrazando a mi padre pringado? —reclamó Dalan empujando a Edgar, quien fue sujetado por su madre.

—Él es mi padre, no el tuyo —le recriminó Edgar, seguro de lo que decía.

Ambos niños se enzarzaron en una disputa que llamó la atención de la mayoría de los presentes. Norbert miró con molestia a la mujer que tenía en frente y de la que alguna vez estuvo enamorado, es decir, la madre de Edgar. Ellos habían llegado a un acuerdo y eso se trataba de que Norbert no tendría relación alguna con Edgar, cosa que en estos instantes no parecía estarse cumpliendo.

—Edgar vámonos —La madre del susodicho tiró de él llevándoselo lejos de ahí y de los murmullos que reinaban en el acto.

—Pero mamá, ese es papá, estoy seguro de ello —manifestó Edgar.

—Edgar, por favor, déjalo ya.

Edgar quería seguir debatiendole lo que pensaba a su madre pero al ver el rostro entristecido que esta tenía decidió dejar ahí el tema aunque le produjera mucha curiosidad.

Edgar supuso que nunca sabría si ese era su padre o no pero el futuro le deparaba otra cosa a la que él pensaba.


#####

N.A:

Hey! Para los que me leen por primera vez soy Yudit y para los que ya me leen pues bueno ya os acabo de recordar mi nombre 😂

¿Qué os ha parecido el prólogo? Aún no hay mucha información de la historia pero bueno ya sabréis más a medida que pasen los capítulos.

No sé si a alguien le ha pasado eso de que tu padre o tu madre no te reconozcan como hijo pero es duro y como veo pocos libros en wattpad que toquen este tema pues he decido hacer una historia con algo de relación a ello. Al igual que el tema de los cotilleos en la sociedad.

Gracias por leer, comentar y votar, os amodoro

WindcaveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora