capitulo 3

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Jim's

Los rayos del sol entraban por mi ventana, no me molestaba las cortinas estaban cerradas y casi no entraba para molestarme, no me quería levantar sabia perfectamente que día era, mi madre se encargó de recordarme ayer el evento de hoy.

Mi boda.

Me seguía sin levantar hasta que un pensamiento fugaz me hizo levantarme sobresaltada de la cama y correr así la puerta para poder poner el seguro antes que mi madre entrará, pero ya era demasiado tarde, mi madre entro a mi habitación sonriendo.

-¡buenos días hija!-dijo con una alegría extremadamente irritante, yo, como siempre, neutra a lo que ella me decía.

-¿que tiene de buenos?- dijo haciendo una mueca, a ella se le borro la sonrisa y me miró seria.

-cambia esa actitud, no quiero amargar e di más importante para mi hija y esta familia- dijo ella agarrando mis hombros yo solo di un paso así atrás con asco.

-no la voy a cambiar y el estúpido que se case conmigo va a vivir, quiera o no con esta actitud siempre- le digo seria como siempre, desde que mis sueños se fueron por la borda no he sonreído en ningún momento, ni siquiera en todas las pruebas y eventos que mi madre me obligaba a ir.

Lo siguiente que sentí fue un golpe en mi mejilla, a pesar de que me dolia no cambiaba mi cara ni mucho menos lloraba; ya no tiene caso llorar, ella me golpea cada cuanto digo algo indebido o la ofendo, ya estoy acostumbrada a sus tratos.

-no vuelvas a hablar así de tu esposo, esto lo hacemos por que tu bien..

-o el tuyo quieras decir- no la dejo terminar,  ella me mira con furia y levanta la mano dispuesta a pegarme de nuevo, pero no lo permito, agarro su mano antes de que esta de con mi mejilla, la miro indiferente y al ver que no puede hacer nada suelta un bufido y yo la suelto.

-vendrán en dos minutos a arreglarte-dice antes de salir como alma que lleva el diablo, cierro la puerta y me deslizó sobre esta, a pesar de las grandes ganas que tengo de llorar no lo hago, no quiero hacerlo, tal vez un poco mas adelante cuando ya no esté aquí en esta casa, llore.

No quiero casarme.

Las chicas que me ayudaran a arreglarme llegan, mientras lo hacen me hacen miles de preguntas que no respondo, mi rostro y expresión sigue siendo la misma, a pesar de que ellas han hecho todo lo posible para que al menos sonría pero sencillamente no puedo, ni para una sonrisa falsa estoy para dar hoy.

Al terminar se van, les agradezco por que debo admitirlo, hicieron un gran trabajo, mi madre se ofrece ayudarme a ponerme el vestido pero de inmediato la rechazo y llamo a una empleada, Ginger, a que me ayude, el vestido está encima de mi cama, es de escote de corazón con decoraciones que se entienden en forma de lluvia hasta el abdomen, es pegado hasta los muslos y luego es en forma de cola de sirena, a mi parecer el vestido es espantoso,pero ya era el quinto vestido que mi madre me daba, los otros cuatro me había encargado de ellos y a decir verdad fue muy divertido hacer eso.

Ginger me ayuda a ponérmelo cuando terminamos sale sin decir ni una sola palabra, me miró al espejo por última vez, el reflejo que veo no me gusta, es mas lo odio.

Odio a esta Jim.

La Jim de ahí no soy yo, sus ojos antes con brillo están apagados, su rostro demacrado está detrás de aquella capa de maquillaje, y tiene un vestido estúpido y horrendo, no la conozco.

No me reconozco.

Quiero ser la de antes ser libre, fuerte, aventurera, una que no le importaba salir por la ventana para escaparse a hacer lo que más le gusta, la de las sonrisa de todos los días a pesar de ser un día aburrido, pero esa Jim fue arrebatada de mi por la persona que en este momento me mira feliz.

No la quiero cerca de mi, me limpio las lagrimas que salieron sin poder evitar, no me mostrare débil ante ella.

-hija te vez her....-como siempre no la dejo terminar, salgo de la habitación dejándola con la palabra en la boca, cuando estoy apunto de bajar las escaleras veo a mi abuelo vestido como siempre, me entiende la mano para ayudarme a bajar se la recibo gustosamente.

-estas tan guapo abuelo- le digo con una pequeña sonrisa, la primera en el día.

-siempre mi niña, desearía decir lo mismo pero ese vestido es ridículo-dice haciendo una mueca de asco, suelto una risa baja que se va, cuando veo a mi padre parado al final de la escalera con una sonrisa de orgullo; se le borra al ver al abuelo.

- papa que...-empieza con el sermón pero mi abuelo le interrumpe.

- Carl, ya lo hablamos te dije que no me prestaría para esto- dice el sin mirarle, mi padre suspira con enojo y intenta agarrar mi brazo, pero solo y más rápida y agarro a mi abuelo del otro brazo.

-vamos abuelo me debes de llevar al estúpido altar-le digo rodando los ojos en lo último,  mi abuelo asiente y nos vamos de ahí, en el jardín se encuentra un montón de gente las cuales ni conozco, apenas llego ya empiezan a poner la música, mi abuelo me lleva del brazo los dos vamos serios, pero no somos los únicos el joven parado al lado del padre también lo esta.

Valla al parecer no soy la única.

El chico tiene el cabello rubio pero un oscuro casi castaño, de ojos verdes pero apagados sin brillo, tiene buen cuerpo, es realmente guapo pero siento que no podría verlo como pareja, más fácil como amigo.

Al llegar al altar mi abuelo me deja ahí y se va para la dentro de la casa.

-sonrían hijos míos, hoy es el día más feliz de su vida- dice el padre feliz ninguno hace caso, el empieza con su trabajo cuando ya está a punto de terminar el chico se me acerca.

- sígueme- me susurra pero yo le miró confundida.

-...si alguien se opone a esta unión hablar ahora o callar para siempre- dice el chico levanta la mona y yo al entender lo que me dijo hago lo mismo.

La gente nos mira asombrados al igual que el padre, mientras todos murmuraban cosas y nuestros padres nos miraban enojados, mi abuelo hizo presencia corriendo y se acercó a nosotros.

-sabia decisión, vamos- nos jalo fuera del jardín, levante mi vestido un poco para poder correr mejor, gracias al cielo me puse mis converse blancas en vez de tacones.

Nos llevó hasta un auto negro, nos dijo que subieramos el chico y yo subimos lo más rápido posible, podíamos escuchar como la gente corría hacia nosotros.

-bien, irán por tu novia muchacho y el chico con quien se iba a casar, atrás hay unos bolsos con ropa para cambiarse, vallan a esta dirección yo los llamare cuando este lejos de aquí, tomen estos celulares-nos dio unos celulares pequeños- solo van aquí recibir una sola llamada y va a ser la mía entendieron?- dijo un poco desesperado y agitado.

- si, gracias señor- le dijo el chico sonriendo, yo miro mi abuelo le beso la mejilla.

- te amo abuelo, gracias.

- yo también mi niña.

El chico encendió el auto y salimos de ahí lo más rápido posible.

Ahora que lo pienso, ¿como se llamará?.


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⏰ Last updated: Sep 28, 2017 ⏰

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mi destino lo escribo yoWhere stories live. Discover now