Capítulo 5

5.9K 607 72
                                    

Primera hora del día, el tiempo de tolerancia del profesor había finalizado lo que significaba que el grupo tenía hora libre, algunos decidieron salir al patio y otros ir a la biblioteca.

Y cómo era de esperarse, Alya no perdió la oportunidad de presumir el nuevo contenido de su blog, desde la supuesta relación amorosa entre los dos héroes masculinos de París se había vuelto una de sus costumbres.

—¡Ha pasado mucho tiempo sin que lo nieguen! —Le dijo Alya a su amiga azabache.

—Lo sé... Pero, ¿en serio crees que estén saliendo? —preguntó Marinette dudosa de sus palabras.

—Estoy con Alya, de lo contrario ya hubieran dicho algo —comentó Nino apareciendo frente a ellas—. Y probablemente no lo confirmen por miedo a las críticas.

—Tonterías... —habló Adrien ya harto del tema—. Estoy seguro de que sólo están viendo lo que quieren ver, Chat Noir y Firefox no son pareja.

—¿Cómo estás tan seguro? —cuestionó Chloé sorprendiendo a todos—. Alya ya lo dijo, no lo han negado... ¡Y todos vimos cómo se evitaban las últimas semanas! Seguramente para no levantar sospechas, pero resultó al revés —Por el tono de su voz Adrien supo que algo no iba bien, no era normal que su amiga estuviera tan alterada.

Nadie entendía la actitud de Chloé, la rubia sintió como se le cristalizaban los ojos por lo que tomó su bolso y salió corriendo, Adrien intentó detenerla, pero solo logró recibir un empujón.

—¡Chloé! —gritó Sabrina desde el suelo, había tropezado al intentar seguirla.

—¿Qué le pasa? —preguntó Marinette sin dirigirse a nadie en específico.

—No, no lo sé —respondió Sabrina levantándose con ayuda de Nino y Adrien—. Ha estado muy distante los últimos días y no me quiere decir la razón.

—Nunca la había visto así —dijo Marinette.

Una vez que Adrien se aseguró de que Sabrina estuviera bien, se disculpó y fue en busca de Chloé.

Chloé siguió corriendo hasta por todo el instituto hasta que llegó a una zona apartada la cual casi nadie frecuentaba, cuando sus piernas no pudieron más se dejó caer de rodillas y rompió en llanto, su maquillaje se corrió, pero no le importó.

—¿Por qué él... Y no yo? —murmuró la rubia con un hilo de voz—. Odio esto... Odio sufrir... ¡Odio quererte Firefox!

Recordó la primera vez que lo vio, para salvarla de ser aplastada por un gran espectacular la cargó como princesa, estando en sus brazos pudo observar su semblante serio pero atractivo y sobre todo sus ojos turquesas tan hipnotizantes. Cuando la dejó en el suelo apenas pudo articular un "gracias", el héroe zorro le respondió con una sonrisa que hizo arder sus mejillas. Desde entonces empezó a admirarlo por su gran valor y destreza al defender la ciudad.

Pero fuera de su control, ese sentimiento de admiración se transformó en algo más intenso. Un sentimiento que le costó nombrar y justo ahora le provocaba tanto dolor.

No muy lejos de ahí se hallaba cierto chico que la había seguido en cuanto la vio al borde el llanto, al escuchar el nombre del causante de su sufrimiento sintió ira y deseos de hacerle pagar por herir a la muchacha que a pesar de lo que le había hecho meses atrás, no dejaba de querer.

Cuando menos se lo esperó volvió a escuchar aquella misteriosa voz.

—Cupido negro, soy Hawk Moth. ¡Qué gusto volver a encontrarnos! Dime, ¿aceptas que te dé el poder para destruir a Firefox y a cambio me entregas su miraculous y el de sus compañeros? —Le ofreció aquél hombre.

—Acepto, Hawk Moth.

Acosador #PGP2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora