Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
La nieve caía lentamente por toda Jersey, a penas y se podía ver a través de los opacos cristales, todo parecía tranquilidad en aquella helada noche, o al menos eso parecía.
El nocturno silencio fue brutalmente interrumpido por el sonido de cristal impactando contra una pared, y los gritos desesperados de ira de una morena
-¡No puedo creerlo!-decía ella, caminando de un lado a otro en la habitación principal de su casa, mientras su esposo la veia sentado desde la cama-¡no voy a aceptarlo!
Él se levantó y caminó hasta llegar a su lado, ignorando por completo el vaso echo añicos en el suelo, posó sus manos en los hombros de ella, recibiendo como respuesta, una mirada de asco
-¡No es posible que sigas con esto después de un año de casados, Gerard!-gritó alejándose rápidamente
-Lindz...-intentó usar un tono tranquilizante, pero la paciencia del ojiverde tenía su límite, y ya llevaban casi dos horas discutiendo-yo te lo dije el día en que nos conocimos, y te lo volví a advertir cuando nos comprometimos... siempre lo supiste, así que no entiendo por qué te quejas ahora si sabías en lo que te metías-dijo cruzandose de brazos
-Pero no es justo... creí que después de casarnos, se te pasaría esa fase-sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas-que... que finalmente serías solo mío...
Si las sensaciones dentro de nosotros, pudieran tener sonido, sin duda, el crujido de la delgada línea de paciencia de Gerard, hubiera destrozado el tranquilo silencio de toda la ciudad, ante la palabra "fase"
-¿Sabes qué no es justo?-dijo molesto-que Jamia sea capaz de entenderlo pero tú no, y antes entendía que fuera extraño para ti, pero después de estos años esperaba que ya lo aceptaras...
Hubo un par de minutos en los que ninguno habló, en donde se pudo sentir en el aire como el hilo de confianza, creado a lo largo de los años, se rompía en mil pedazos, dejando heridas profundas...
-Quizá... quizá nos casamos muy rápido-tras decir eso, un nudo se formó en la garganta de Lindsey que le impidió formular una respuesta a su marido-tal vez no tenemos tantas cosas en común...
Sin pensarlo dos veces, el ojiverde, tomó las llaves de su auto, al pasar al lado de su, antes pensaba, amor de su vida, pronunció un "perdóname... pero él nunca fue una fase" y sin más, salió de la habitación para dirigirse a la puerta principal, no fue hasta después de escuchar el estridente sonido de la puerta cerrándose, que Lindsey volvió en sí y comprendió que estaba por perder al hombre que tanto amaba, aún sí él amaba a alguien más también.
Corrió escaleras abajo a todo lo que daban sus piernas, pero tan solo llegó a ver como el viejo Camaro abandonaba el garaje...
-¡¡GERARD, GERARD ESPERA!!!-sin embargo, por más que gritó en su dirección, él no la escuchó, y solo pudo ver como se alejaba-por favor... no... te vayas...
