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 Desde el otro lado del cristal protector, Inseong observó como Yeeun se derrumbaba ante el detective que la interrogaba, el cual terminó resoplando, mientras le ofrecía una caja de pañuelos de papel, más por pura educación que porque realmente le importase su llanto.

ㅡ Es una chica lista. Al confesar todo lo que sabía, y desplumar a Lee Kyungmin, el juez no la pondrá pena de cárcel, sobre todo porque no tiene antecedentes. Además, entrará en el programa de protección de testigos, así que estará salvada de posibles represalias de la mafia.

El muchacho castaño se encogió de hombros, en silencio, observando el cristal sin ver mucho más allá, hasta que segundos después se dio la vuelta, en dirección a la puerta.

ㅡ Daeshin-ah. ㅡllamó Inseongㅡ. ¿Estás libre? Necesito que me lleves a un sitio.

Un chico joven, cabellos cortos, rapados en la zona de la nuca, se levantó rápidamente de su asiento, observando al mayor con gesto serio y educado.

ㅡ ¡Por supuesto, señor! Cogeré las llaves.





Inseong caminaba tranquilamente por los largos y blancos pasillos del hospital, manteniéndose a un lado para no impedir el tránsito normal de pacientes, médicos, familiares y enfermeras. Se acarició de manera triste la escayola que cubría su antebrazo, ente suspiros, sin mirar mucho el camino que tomaba, pues ya se sabía el recorrido de memoria hasta la habitación que buscaba.

ㅡ Señora Kim, ¿todavía sigue aquí?

Con total confianza, se acercó a una señora mayor, sentada en uno de los bancos que había a lo largo del pasillo, frente a las habitaciones. Ella lo reconoció enseguida, y por ello le sonrió cuando el muchacho se sentó a su lado; le tomó de la mano buena y suspiró, asintiendo con pesadez y cansancio.

ㅡ Oh, Inseong... No esperaba verte por aquí, aún estás lesionado, debes descansar.

ㅡ Tranquila, señora Kim. Estoy bien.

ㅡ Está bien... ㅡla cálida sonrisa que le dedicó Inseong la terminó por convencer.

ㅡ ¿Y cómo es que está hoy aquí?

ㅡ Mi hija ha tenido que ir corriendo al pediatra con el niño, así que haré yo su turno. Estoy jubilada, no me vendrá mal algo que hacer, y así no lo dejamos solo tampoco... ㅡcomentó, haciendo una señal con la cabeza en dirección a la puerta.

ㅡ ¿Está dormido?

ㅡ Está despierto, pero han venido las enfermeras a cambiar el vendaje y hacerle las curas de las heridas. Por privacidad nos hacen salir de la habitación siempre. Ya ves tú, ni que nunca hubiera visto a mi hijo desnudo.

Inseong se rió ante el comentario de la mujer, pero notó cómo sus orejas se enrojecían ante la imagen poco adecuada que se le había formado en la cabeza a raíz precisamente de esas palabras, carraspeó un poco para disimular. Cuando ya estaban terminando la conversación, las puertas correderas de la habitación se abrieron, dejando salir de esta a un par de enfermeras jóvenes, empujando un carrito lleno de gasas, vendas, y varios frascos de medicinas, así como varios artilugios médicos que, si le preguntaran por su nombre o su utilidad, sería incapaz de responder, pues nunca lo había visto.

ㅡ Puede irse a descansar, señora Kim. Yo acabo de terminar mi turno en la comisaría, así que estoy libre, puedo relevarla para que se vuelva a casa.

ㅡ ¿De verdad? Ya te dije que no me importa, si no tengo nada que hacer... ㅡla mujer parecía reacia a moverse de su asiento, aunque se levantó cuando Inseong hizo algo de presión en su brazo para ello.

[RoSeong] FREEZE! 그대로 멈춰라!Where stories live. Discover now