Hoy día vivimos la vida a una velocidad vertiginosa. Siendo madre de familia, docente de profesión y estudiante de posgrado, por demás está decir que mi tiempo estaba plagado de actividades y el día de 24 horas no me parecía suficiente para llevarlas a cabo. En uno de los pocos altos que hice en esta vorágine, me hice la siguiente pregunta ¿Qué pasaría si el día de mañana muero?, vinieron a mi mente varias respuestas: Dejaría inconclusos varios proyectos de trabajo, mi familia sufriría un gran dolor, pero la respuesta más inquietante fue que ya no podría ser parte de la formación de mis hijos. Mi siguiente pregunta fue ¿Qué puedo hacer para seguir presente aun después de haberme ido? Y la respuesta llegó tan naturalmente como llegó la pregunta: Por medio de cartas.
Este libro es un compendio de esas cartas que le he escrito a mis hijos, en cada una de ellas toco un tema en específico: Escuela, trabajo, matrimonio, estatus social, felicidad, éxito, casa, amor, amigos, familia, diversión y entretenimiento, bulling, valores morales, personas vulnerables, salud física, salud emocional, dinero, derechos, divorcio, hijos, oportunidades, sexo, unión libre, comunicación, caridad, violencia, duelo, religión, miedo, etc., en cada una de ellas vuelco mi experiencia, mis pensamientos y mi punto de vista acerca de cada uno de estos temas. Algunas cartas más largas que otras, algunas con tono serio, otras con tono divertido e incluso hay algunas que tienen un tono irónico; pueden ser diferentes pero todas tienen algo en común, en cada una de ellas vuelco mi corazón.
Verifiqué en internet si había un material parecido al que presento y con lo que me encontré fueron cartas plagadas de frases de amor (si fueran comestibles, me hubiera dado un coma diabético de tanta dulzura), no me mal entiendan, son cartas muy bonitas y llenas de frases tiernas, pero yo soy una persona muy pragmática y lo que pretendo con este libro es el de dejar a mis hijos opiniones prácticas acerca de los tópicos que aquí se abordan. Para escoger los temas solo tuve que prestarles atención a mis hijos, que era de lo que platicaban, qué les preocupaba y dirigirlo a esta obra.
No es pretensión de este escrito que se tome como una guía moral,tampoco el de imponer ideologías, habrá madres que estén de acuerdo con la formaen que manejo estos temas, habrá otras que den una aceptación parcial y pudierahaber madres que lo desaprueban totalmente, todas las opiniones son muy respetable,esto es un esfuerzo –o intento si quieren verlo así- de seguir ahí después dehaberme ido, de dejarles un mensaje a mis hijos después de ese evento tandoloroso como inevitable.
