—Menos si es tan ardiente…

—¡Eres incorregible! —Bufo y sigo caminando ya que me había detenido para hablarle

—Oh, ________ basta—Dice y me agarra del brazo para que me detenga, me acerca a él hasta que nuestros cuerpos quedas pegados y nuestros rostros a tres centímetros de distancia, lo más divertido del asunto es que yo no hago nada para impedirlo—. ¿Por qué no aceptas que te mueres por mí?

—¡Claro que no!-Chillo y me zafo de su agarre—. Eres tú el que se muere por mí.

—Yo no tengo problema con aceptar eso—Dice con su sonrisa socarrona y tengo ganas de golpearlo.

—Uhm, bien por ti—Murmuro sarcástica y vuelvo a emprender la marcha. Sehun viene detrás de mí porque puedo sentir sus pasos, no dice nada, pero conociéndolo está aguantándose la risa.

—Entonces, ¿Vas a estar sin hablar todo el día o qué?—me pregunta de repente.

—No tengo comentarios que hacer—Digo y el curva una sonrisa. Comienzo a caminar de nuevo pero él me agarra del brazo y me pone contra la pared.

—¿Vamos a comer? Tengo hambre… aún.

—Te comiste una hamburguesa gigante—Digo frustrada.

—¿Por qué eres tan irritable, eh?—Pregunta mientras pone sus manos a mis costados para evitar que yo escape.

—Tú me irritas.

—Yo no te irrito, te irritas sola—Dice y vuelve a besarme; le ordeno a mi cerebro que le ordene a mis brazos que lo golpeen con fuerza en el pecho, pero no parece funcionar porque mis manos de nuevo están rodeando su cuello mientras le correspondo el beso sin problema alguno.

—¿Ves? Es mucho mejor cuando no te irritas—Me guiña el ojo y me fijo que la pared en la que estoy apoyada es la de un local de comida rápida porque Sehun entra ahí. Tardo un poco en reaccionar y preguntarme qué demonios estoy haciendo. Como no sé la respuesta ahora estoy debatiéndome entre si entrar o no entrar porque… ¿Qué iba a hacer? ¿Me iba a sentar frente a él y comer como si nada o teniendo que aguantar sus comentarios lanzados y sus sonrisas jodidamente perfectas y burlonas? No parecía buena idea, por otra parte, la parte más rebelde y escondida de mí, quería seguirlo besando.

Al final me decido por entrar al estúpido local, pero antes de pasar por la puerta veo que una chica se le acerca, parece sorprendida de verlo y él igual, se sienta al frente de él y me doy cuenta de que entrar ahí será mala idea.

<<¿Qué esperabas? Es Oh Sehun, no puedes esperar otra cosa de él, besarte y luego irse con otra>>

Aunque hablando en serio, no se había ido con otra, quizás solo se había encontrado con un amiga y… ¡Oh vamos! Oh SEHUN no tiene “solo” amigas.

Y yo no entiendo porque estoy molesta, así que me doy media vuelta y me voy caminando con las manos metidas en los bolsillos de mi jeans. 

(Voy a volver a mi forma de narración anterior, pero no se quejen si en algunas partes se me enredan los tiempos verbales)

Entré a la casa que tenía un extraño silencio que no era posible con dos niños pequeños jugando, corriendo y saltando por ella. Entré a la cocina a tomar un vaso de bebida o algo, pero cuando abrí el refrigerador, reparé en que en la puerta había una notita colgada; cerré de nuevo la puerta y cogí la notita:

“Fuimos al parque con los niños, esta nota es por si llegan antes que nosotros y no se preocupen”

Arrugué la nota y la tiré a la basura porque supuse que ya no sería necesaria.

la niñera || sehun y tú Where stories live. Discover now