Sálvame -Matthew Espinosa y Tú-

Capítulo 03

No me giré, sabía que él estaba a mis espaldas.

Lo sentí sacar una silla de la mesa en donde me había sentado sola y añadirla a la mesa actual, sentándose a mi lado.

-No eres exactamente guapa. -Rió.

-Y tú no eres exactamente amable. -Me quejé. Los chicos comenzaron a susurrar "pelea, pelea".

-Bien, pero tú eres torpe. -Los chicos hicieron un "uhh" y un choque de manos masculino.

-Si yo soy torpe, tú eres guapo. Idiota. -Los chicos se rieron exageradamente mientras golpeaban la mesa.

-Gracias por obviarlo, sé que soy guapo.

Mi giré a encararlo, y supe que él había ganado en el minuto que lo miré detenidamente.

Cabello dorado, en un jopo adorable. Ojos hazel, que hipnotizaban a cualquiera, labios rosados y delgados, una nariz respingada y pequeña, facciones extremadamente infantiles, pero complementadas con una mandíbula bien definida.

Sonrió triunfal cuando me quedé detenida observándolo.

-¿Cómo te llamas, señorita torpesa? -Sonrió.

-No debería responder, pero esta discusión es estúpida. _____ Crawford.

-Bien, estamos de acuerdo. -Comenzó a comer de su bandeja, repleta de comida chatarra, sin decirme su nombre.

-Dime tu nombre -Le observé confundida.

-¿No lo sabes? -Negué con la cabeza confundida.- ¿Enserio? -Asentí sin comprender.- Matthew Espinosa.

Sonrió ampliamente, y pensé que era la sonrisa más hermosa que jamás ví.

Comí en silencio mientras los chicos conversaban. Matt parecía absorto en sus pensamientos.

-Bien, debo irme. -Me paré llevando conmigo mi bandeja.

-¿Qué clase tienes ahora? -Cuestionó Tyler.

-Tengo... -dudé unos segundos recordando mi horario.- Artes.

-Voy contigo. Tengo Artes. -Matthew se puso de pie a mi lado, y noté lo alto que era. 1,75 cm quizás, lo que es mucho para mi escaso 1,63 cm.

Pasamos directo a nuestra sala, en donde la maestra decidió evitar la presentación y comenzar con clases.

Matthew se sentó atrás mío, justo al final de la fila central.

-Sonará cliché -Sonrió la anciana de al menos 69 años.- pero deben intentar retratar en el lienzo una imagen que defina sus vacaciones. Tienen 90 minutos. Tómenlo como un exámen de diagnóstico.

Las imagenes de mi madre llorando, yo llorando, dejando a mis amigos. No había sido un buen verano.

¿Qué dibujar, si se quiere pasar desapersivida, con una vida como la mía?

Mentiras.