彡Enseñarte a Amar | Gaara |

hermano

La luz se colaba en la habitación del pelirrojo como todos los días haciéndolo despertar.

Pero había algo que no era como todos los días, pues tenía a una pequeña azabache dormida en su pecho.

Ella se removía en el mismo lugar hasta que finalmente abrió los ojos encontrándose con los ojos aguamarina de su chico.

-buenos días... -dijo la menos estrujando sus ojos mientras se sentaba y tapaba su cuerpo desnudo con la sabana.

-buenos días. -el pelirrojo la metió entre sus piernas y la abrazó. -¿que tal amaneces?.

-dormí bastante bien.

-me alegra.- respondió gaara con una sonrisa para luego dejar un beso en la mejilla de ella.-es hora de levantarse. Ve a darte un baño y yo prepararé el desayuno.

El asintió y fue hasta el baño aún tapándose con la sabana.

El chico preparo el desayuno, se ducho y luego prosiguió a comer junto con la azabache.

-natsumi. -llamo gaara a la chica.

-dime. -dijo la menor que se encontraba lavando los platos.

-¿te gustaría salir hoy? A comprar algunas cosas...

Desde que el pelirrojo llego ella no había salido con el en ningún momento. Solo salia a dejar flores a neji y volvia. Después de un mes saldría y la verían como era antes, sana y más feliz.

-me parece bien. Además esta semana no he ido a ver a neji asi que pasaremos por ahí también ¿te parece?.

-si, yo también quieres dejarle algunas aflores.

-bien. -la chica secó sus manos con trapo y salio de la cocina.- iré a cambiarme el kimono. Esperame un momento.

Luego de esperar un rato la azabache había vuelto con un kimono diferente y unas cuantos girasoles de las que estaban el jardín.

Ella tomo la mano de su prometido y salieron de la casa hacia el cementerio. Gaara se había quedado afuera comprando unas flores y le pidió a la azabache que se le adelantara.

Ella llego hasta esa gran lapida y dejo las flores en ella, luego solo se coloco en cuclillas.

-Hola hermano...-dijo natsumi hablándole al viento o mejor dicho, a su difunto hermano.-no sabes lo que ha pasado estos últimos días... ¿recuerdas que te dije que gaara se quedo conmigo y me estaba ayudando mucho? Pues ayer me contó porque vino hasta acá. -sus ojos empezaron a cristalizarse.- gaara me propuso matrimonio... -ella movio la mano que tenia el anillo frente a la tumba mostrandole a su hermano.- El momento que tanto esperábamos. -ella sonrió con bastante nostalgia mientras se mordía el labio para evitar que las lágrimas salieran.- ¿recuerdas cuando hablábamos de como seria? Los colores que íbamos a elegir... El vestido... Como planificabamos todo porque decías que cuando me lo pidiera que seria muy indecisa y tu me ayudarías... Que seria el padrino de mi boda y el de mi hijo. -en ese punto su voz se quebró y no aguanto más y empezó a llorar.- cuando dijiste que tu lo cuidarías para que no fuera revoltoso y mala conducta como su madre... Tantas cosas que soñamos juntos... Y cuando se están cumpliendo no estas aquí conmigo... Por favor. Quiero que vuelvas...te extraño y todos me dicen que la herida sanará y te dejare ir lentamente... Pero eso no pasará; duele igual que al momento en que te vi agonizando... Dando tus ultimas palabras. Hermanito. Quizás muchas personas ahora se preocupan por mi y ahora me ayudan a avanzar... Gaara lo intentó y lo esta logrando... Lee y tenten cuando pueden, pero ha pasado mucho tiempo y quizás tu solo me habrías pegado y eso me bastaba para pensar mejor las cosas... -apenas podía hablar, el nudo en su garganta era cada vez peor.- solo quisiera abrazarte un vez más... Verte sonreír. Quiero sentir tu calor de nuevo. Vuelve... Vuelve...

Ella lloraba, habían pasado casi dos años pero ella era la única que continuaba llorando con solo ver la tumba de neji.

La chica aun estaba de cuclillas y sintió un calor familiar rodeándola, pero no había nadie ahí.

-eres uno de los padrinos, eso es algo fijo. -continuo hablando mientras secaba sus lágrimas.- como gaara es el kazekage será en la aldea de la arena... Me encargare de que la boda sea del color que elegimos, lo prometo. Ni siquiera se cuando será, pero de seguro te lo diré primero que a nadie... Por cierto, deberé mudarme así que no podre venir todas las semanas, pero ten por seguro que estaré aquí todos los meses trayendote los hermosos girasoles que tanto te gustan. Perdoname por llorar, se que odias que lo haga pero... -ella suspiro, las lágrimas saldrían de nuevo.- te amo hermano. Te amo mucho...

El viento soplo con fuerza y se escuchó algo, era la voz de neji.

-yo también te amo tonta.

Y ella volvió a llorar.

El pelirrojo se acerco hasta ponerse al lado de la menor que estaba en el suelo. Colocó las flores en la tumba y miro a su pequeña. Ella subió su cabeza para mirarlo y estaba roja, por otro lado gaara tenia sus ojos cristalizados a punto de llorar también.

Ella se levantó y abrazo al chico, ambos lloraban.

Después de escuchar lo que le dijo natsu a neji no pudo evitar sentirse horrible, ella había perdido tanto... Algunas personas dirán que solo era su hermano... Pero el era su mundo. Ella no tuvo una madre y perdió a su padre a una edad muy corta. Y aquello a lo que llamo familia lo perdió en solo un parpadeo.

Gaara y neji también eran amigos, pues solían hablar bastante la veces que se encontraban. Se había encariñado también un poco con el, de verdad que la vida era muy injusta.