¿Te metiste con él?

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Se veía muy feliz, enamorado, ya no cargaba aquel collar que lo protegía de las mordidas de un Alpha, ahora llevaba algo muy distinto, ropa de los Alphas más territoriales de todos, eso confundía a muchos. Ya que llevaba encima suyo el saco de Reborn, una camisa de Hibari Kyoya.
Caminaba con cuidado por la calle, miraba sus pies procurando no tropezarse. Nadie notaba que aquel pequeño Omega castaño ya había sido marcado su olor no había cambiado mucho desde aquella noche donde Reborn y Kyoya lo hicieron suyo hasta el día siguiente sin parar.

—¡Tsuna!—saludó un alegré Yamamoto al ver a su compañero de clases y jefe.

—¿Qué pasa Yamamoto?—sonrió dulce al ver al moreno siempre tan energético—, ¿Y Gokudera?

—Entro en celo y me pidió que viniera a cuidarte—contesto con la dulce y boba sonrisa de siempre.

—Tsuna rió un poco por la sobreprotección de su guardián—Puedes ir con él, Reborn y Kyoya me cuidarán.

Él de piel morena asintió entusiasmado, quería pasar el día a lado de su amado peliplata.
Salió caminando con calma, con ssu actitud tan calmada y tranquila de siempre.

—Yamamoto...

—¿Sí Tsuna?—se dió la vuelta y la sonrisa del cielo, lo dejo un poco embobado.

—Usen protección—dijo riendo y caminando de nuevo hacia la escuela con aquel paso feliz, mientras tarareaba una dulce canción que sólo el conocía.

Él moreno se sonrojo ante la lengua que su jefe traía esos ultimos días desde que Reborn se le pasaba junto a él, o Kyoya le hablaba al comite de disciplina para comer juntos.
Tsuna estaba demasiado feliz con su condición actual, no había nada que pudiera partir la pequeña nube en la que se encontraba en esos momentos. El cielo resplandecía totalmente. Eso fue hasta que Mochida Kensuke se metió con él cielo.

Las femeninas al ver llegar a Tsunayoshi y que Hibari Kyoya lo abrazaba por la cintura para darle un casto, tierno y hasta amoroso beso en los labios, las hizo enojar de manera enorme.
Aguantaron los gritos agudos que quisieron salir de sus labios al ver como él chico más torpe de la escuela rodeaba con sus manos el cuello del prefecto de Nami-chuu y seguía aquel beso haciéndolo un poco más profundo.

—Nos vemos alrato Kyoya—ronronea al oído de su Alpha con voz lujuriosa.

—¿Te vera Reborn en el salón?—cuestionó pegando el cuerpo del menor al suyo con total descaro.

—¿Desde cuando lo llamas por su nombre?—cuestiono acariciando el pecho del azabache.

—Desde que concordamos que es mejor hacer las pases y cuidarte de cualquier estúpido.

—Me alegra que se esten llevando bien—Tsunayoshi ronroneo aún más excitado y feliz—en la noche nos divertiremos mi lobo.

Él pequeño omega se alejo del prefecto y le lanzo un beso coqueto, que fue atrapado para ser puesto en los labios. Estaba cautivado por ese Omega coqueto, pero serio. Tsuna se alejo tarareando de la entrada, esperaba encontrarse con su tutor/novio por los pasillos del instituto.

—Dame-Tsuna—lo abrazo por la espalda asustandolo.— Te he visto con Kyoya, ¿y mi beso de buenos días?

Tsuna dió una risa infantil y se dio la vuelta sin salir de esos fuertes brazos. Su Omega ronroneo con gusto al sentir el olor de su Alpha, era sólo con ellos dos que su lado más sensible y lujurioso salía. Beso los labios del de patillas rizadas buscando tener un beso frances, él azabache no se nego y mordió el labio inferior del menor para explorar a gusto aquella boca húmeda, lujuriosa, provocativa.

—Buenos días Reborn—su voz salió algo temblorosa—, me encantaría hacer el amor en cualquier posición donde me hagas alcanzar el orgasmo—susurró al oído del mayor—pero hay clases, luego nos divertiremos los tres.

El animal de Reborn gruño excitado al ver aquel Omega tan dispuesto de disfrutar una ronda de sexo salvaje con sus dos amantes. Todos los que pasaban por aquel pasillo se quedaban con la boca abierta, hace poco él castaño estaba besándose con Hibari Kyoya, ahora estaba comiéndose a besos lujuriosos a Reborn Di Arcobaleno*, los murmullos no se hicieron esperar, los dos no les hicieron caso y caminaron hasta el salón a tomar sus clases matutinas.

Un par de horas entre clase y clase con Kyoya llendo a ver como estaba, Reborn defendiendolo de todos los maestros dándoles una mirada intimidante. Gokudera faltaba, el celo, Yamamoto se había ido a cuidarlo, se sentía un poco sólo sin sus amigos. Chrome debería estar en casa descansando por enfermedad. Mukuro debería estár en su salón, o cuidando a Nagi, como él le decía.

Todo estaba calmado hasta que el idiota Alpha de Mochida se atrevió a tocar a Tsunayoshi cuando este salió al baño. Lo había acorralado contra la pared más cercana mientras le metía mano a un castaño enojado.

—¿Así que te gusta ser la puta de Hibari?—pregunto intentando tocar las piernas del castaño—¿o prefieres tener dentro tuyo al Arcobaleno?

Tsunayoshi estaba enojandose ante el atrevimiento del chico al intentar obligarlo a tener sexo. Lo beso si permiso alguno.

—Sólo sirves para cargar mis crías Omega estupido—lo golpeó al sentir como él chico intentaba apartarse.

Mala suerte para aquel Alpha idiota que se atrevió a tocar al cielo, ciertos Alphas territoriales se transformaron en su forma media, destrozarian a aquel que se atrevió a profanar los labios de su lindo, adorable y bonito Omega. Esto sería una guerra, y Roma arderia.

Lamento tardar en actualizar, pero esto de ser químico es una mierda... Que la vida.

Soy yo en estos días para la facultad en trabajo en equipo jajaja cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Él cielo con dos dueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora