Untitled Part 1

45 3 0
                                    

   Aun recuero bien ese día. La tía Berta no paraba de reírse de los chistes de Ramiro, Juan y Maria corrían al rededor del viejo roble sin que ninguno quien perseguía a quien, mis viejos como siempre pegados a una copa de vino, el viejo de Alberto, él se encargaba del asado. Y el resto de la familia, solo se emborrachaban con el vino y la cerveza.

    Llegue con mis viejos y mi hermana a un campo en Córdoba hace un par de días. Traje mi cámara como siempre para seguir practicando lo del curso de fotografía. Mi hermana trajo todos sus muñecos en un bolso enorme, no tengo idea para que quiere tantos. Al menos los comparte con su primo. Mis padres, ellos trajeron lo típico, creo, en realidad mucho no importó.

   Vinimos como todos los años para visitar a la familia en el cumpleaños de la abuela Clarisa. Aunque ella ya ni se acuerda que la mitad de nosotros existe, la pobre sufre de alzheimer. Aunque si no fuera por ella, ninguno podría venir hasta acá. Se siente raro usarla de ancla, aunque bueno, yo la sigo queriendo a pesar de que a veces piense que soy mi tío. De cualquier manera, hoy sigue siendo un día especial, aparte del cumpleaños de la vieja, hoy se va a celebrar la noticia de la boda de mi prima Alejandra. Hace no mucho que el tipo ese que tiene de novio le propuso matrimonio. Te diría su nombre pero... realmente nunca lo recuerdo. Al menos él la trata bien, la familia lo quiere, menos mi tío, aunque si tuviera que ser sincero diría que él no quiere a nadie. 

   Podría contarte la historia de ellos dos, es una de esos cuentos de amor y odio, promesas y traiciones, infidelidad, y hasta incluso un cargo de asesinato. Pero creo que no viene al caso. Tal vez podría contarte aquella vez durante el viaje anterior en la que mi hermana casi se ahoga. O si querés te cuento la vieja historia del campo y ese tal monstruo que sale de los arboles. No, definitivamente no. Me estoy yendo demasiado, te estaba contando porque saque esta foto. 

   Recuerdo como el viento movía la copa del roble de un lado a otro, aun recuerdo como un lado de mi cuerpo sentía frío y el otro se quemaba por el fuego del asado. Todos se reían mientras escuchaban otra anécdota inventada del tío Guillermo. Yo hacía como que lo escuchaba, pero en realidad solo me dejaba llevar por como el tiempo iba pasando. Intentaba recordar algunas cosas, imaginar alguna que otra historias, simplemente matar el tiempo con la imaginación. Saque mi cámara para ver con el zoom a la distancia, buscaba algo digno de ser fotografiado. Miré los arboles a los lejos, algunos prados, hasta llegué a ver un pájaro con plumas amarillas volando muy cerca de la casa. 

   Fue en ese momento que vi una camioneta acercándose a lo lejos. Presta atención que aquí la historia empieza a ponerse buena. Recuerdo como la camioneta venía cada vez mas rápido, o al menos eso me pareció. Levantaba una gran nube de polvo y tierra con cada metro que avanzaba. La seguí con la cámara pero nunca llegué a sacarle una buena foto. Me terminó por desconcentrar el tremendo ruido del motor.

   La inmensa nube de polvo se detuvo justo en el mismo lugar que la camioneta, haciéndola desaparecer en su centro. Todos miramos hacía ese punto. Esperando a que algo sucediera, simplemente pensando en quien era el dueño de esa camioneta. Lo segundos pasaban y por alguna razón mi ansiedad se hacía mucho mas grande. Nadie bajaba del vehículo, nadie movía un solo musculo, en serio, hasta los chicos dejaron de jugar para ver que pasaba. ¿Y sabés que pasó? Cuando la nube de desvaneció, bajaste vos. ¿Te acordas?

:-Si...

   Bien, el resto creo que ya lo sabés, pero aun así, a veces hay que ver todo desde otro punto de vista. 

   Ese hombre misterioso miró hacia todos lados como si el lugar fuera de él. Caminó por donde quiso y hasta se puso a ver la comida sin decir una sola palabra. Mi abuelo, algo enojado le empezó a gritar que quien era. Pero vos lo ignoraste, hiciste como si nunca nadie te hubiera hablando. Nadie te enseño que eso es de mala educación? Perdón. Me pregunto si nadie nunca le habrá enseñado a ese hombre que eso es de mala educación. 

   Ese tipo se puso a caminar de nuevo, mi familia terminó por ignorarlo cuando se alejó un par de metros de la casa. Entonces decidí levantarme e ir a saludarlo. No caminé mucho, me bastó con gritarle un poco para que se diera vuelta. Él me miró algo confundido y entonces dijo.

:-Che, vos nene, si si vos. Disculpa, ¿este es el campo de Estaban?

   Aun no entiendo quien te dijo eso, pero te respondí que este es el campo de mi abuelo Alberto. Pero vos, digo... él... saco un mapa y me pidió que le señalara exactamente donde estábamos. Hice lo que me pidió y ese tipo volvió a decirme que este es el campo de ese tal Esteban. 

   Me enojé un poco cuando lo volvió a decir. Él me pidió hablar con mis viejos o alguien responsable. Le señalé a mi familia que estaba preparando la mesa. Aun no se como es que no los viste. Como sea... le dije que estábamos preparando preparando algunas cosas para celebración de la boda de mi prima. Ese hombre pareció interesarse un poco en eso del casamiento. Así que me hizo un par de preguntas. Las típicas de como se llaman los afortunados, como se conocieron, de donde venimos. Le contesté todo con el mejor humor posible, realmente parecía un buen tipo si le hablabas de lo que le interesaba. 

   Terminó por contarme un par de cosas de su vida. La vez que fue de vacaciones y conoció a su mujer, una pequeña historia de un viaje algo fallido a Bariloche... ¿En serió te caíste de las aerosillas?... Volviendo al punto. Una vez que él terminó de contarme un poco de su vida, empezó a preguntarme de la mía. Le conté un poco mi abuelo estuvo en la guerra de Malvinas, como mi abuela se desmayó por creer que él había muerto. También le hable de un día que casi consigo novia pero... bueno... ya sabés el resto. 

   Hablamos un poco mas hasta que ese tipo me pidió que lo llevara con mi familia, cosa que hice, él empezó a caerme bien. Lo presenté con todos, aun él se quedo bastante callado, incluso pensó que lo estaba jodiendo o algo así. Mi hermana fue con él a preguntarle quien era, pero como también la ignoro, ella vino a pedirme que te hiciera su pregunta. No me enojé porque Maria suele hablar algo bajo con nuevas personas y casi nunca la escuchan. Así fui contigo, perdón, con él, y le pregunté de donde venía. Ese hombre contestó que había comprado el campo de Esteban y había venido a ver como era el lugar. Otra vez volví a decirle a ese tipo que este era el campo de mi abuelo. Comenzamos a discutir un poco por un estúpido cartel en el que, según él, estaba escrito el nombre Esteban. En serio, no se donde viste ese cartel. 

   El punto de todo esto, es que aquel hombre, con cara de confundido, me pidió que le mostrara una foto de mi familia, le dije que no tenía ninguna a mano, pero que podía tomar una. Eso nos trajo aquí. Como ya sabés, le dije a toda mi familia que posara detrás de la puerta que daba al prado. Mi viejo sostenía a María sobre su hombre, Juan y sus hermanos hacían las típicas caras raras, Mis tíos como siempre abrazados al igual que mis padres, y por ultimo mis abuelos sonreían a la cámara, sosteniendo sus sonrisas que aun con el paso del tiempo nunca dejaron de brillar. Me alejé un poco y saque la foto con ese tipo atrás mio sin decir una sola palabra. Toda mi familia reunida, abrazándose los unos a los otros, simplemente sonriendo... ignorando sus pasados y sus antiguas peleas... Los amo a todos aunque a veces no lo parezca. 

   Pero aun así... ¿No podías aceptar lo que veías? 

:-¡Estas loco maldito enfermo! 

   Todos dijeron lo mismo...



You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Sep 09, 2017 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

La Fotografía.Where stories live. Discover now