— Si es así, Annabeth tendría cinco semanas de embarazó, eso podría significar mi sueño. ¿Donde podré encontrarla?

Mi mente viajo entre los recuerdos que tenía con ella, pero nunca me había dicho donde vivía, solo sabía que estudia en Vassar... Eso es, ¡Debo buscarla en Vassar!

Cuando por fin dieron las siete salí de mi departamento, conducía al Colegió de Annabeth. Aparque en el estacionamiento, odiaba que quedará demasiado lejos de la ciudad. Recargue la cabeza en el volante, estaba a punto de quedarme dormido cuando un Bentley negro se estacionó unos lugares más adelante. Un hombre de mediana edad con el cabello gris bajo y abrió la puerta trasera del auto, segundos después una larga cabellera rubia se asomó y fue como si volviera a vivir, era Annabeth, llevaba el mismo uniforme que cuando nos conocimos, el Blazer negro y esa fea corbata con cuadros, cargaba un maletín y un estuche para planos, esperé a que el hombre se retirará y baje del auto, el estacionamiento aun se encontraba casi desierto, corrí hasta alcanzarla y tomarla con delicadeza de la muñeca. Annabeth estaba congelada en su sitió, después de algunos segundos giro sobre sus talones y al verme rodó los ojos.

— ¿Que haces aquí? —. Cuestionó con calma, su expresión era neutral.

— Te lo dije, no me voy a rendir.

— ¿No entiendes que no quiero verte? Solo veté.

— No me iré y no te dejare entrar hasta que no me hayas escuchado y decidas perdonarme —. Retiré de su hombro el estuche y lo colgué en mi espalda, hice lo mismo con el maletín.

— Percy damelos, tengo que entregarlos, son muy importantes —. Dijo tratando de quitarme los.

— Te los daré solo si me escuchas.

— No tengo tiempo, por favor damelos.

— No.

— Por favor...

— Escuchame.

— Ahora no puedo, debo llegar a tiempo a mi clase, prometo que si me das las cosas te escucharse a la próxima vez que nos veamos —. Dijo mirando con impaciencia su reloj de mano.

— ¿Y esperas que te crea después que me dejaste plantado en el Starbucks? ¿Enserio esperas que te crea? —. Tan sólo segundos después de decir eso me di cuenta de mi error.

— ¿Cómo puedes ser tan cínico? —. Espetó con incredulidad y tenía razón.

— Annabeth yo no quería decir eso... Entiende me, solo quiero arreglar las cosas contigo —. Pasaba las manos por mi cabello con nerviosismo.

— Está no es la manera ¿sabes? —. Se quedo un momento en silencio antes de mirarme a los ojos y hablar de nuevo.— Mira si me das mis cosas, te prometo que te daré la oportunidad de hablar, pero no ahora, sólo te pido que no sea ahora.

— Annabeth yo necesito que me aclares una cosa, cuando estuvimos juntos ninguno uso pro... —. La listilla puso su dedo índice sobre mis labios.

— Ahora no, por favor, se me hace tarde —. Apenas me daba cuenta lo adorable que se veía con el nudo de la corbata demasiado ajustado, inconscientemente lleve mis manos al nudo, aflojandolo un poco, ella me miraba con atención.

— Demasiado formal —. Pude ver el rastro de una sonrisa en la comisura de sus labios, pero esta se borro rápidamente.

— Percy se me...

— Esta bien, solo con una condición.

— ¿Cuál?

— Que me beses.

Crazy In LoveWhere stories live. Discover now