—Estás empapada, te traeré una toalla y te daré un té, no quiero que te resfríes. —Ella sonrió y asintió.

Cuando regrese con una toalla la vi en brasier colocándose una remera que la reconocí rápidamente, era mía. La había olvidado en su casa.

—Oh dios...—Ella se dio la vuelta y sonrió sonrojada. Me acerque con la toalla y ella la tomó. —Te queda perfecta. —La tome de la cintura y ella río sonrojada.

—La encontré en mi habitación, junto a algo muy especial. —Habló mordiendo su labio. Se separó de mí agarre y fue hacia su maleta de la cual sacó aquel juguete que le había regalado. —No pude evitar traerlo. —Hablo riendo.

—Joder... —Mordí mi labio mientras ella se me acercaba y me empujaba al sillón. Se colocó sobre mis piernas y soltó su cabello, se veía tan sexy. —Me vuelves loco. —Intenté tocarla pero ella volvió a empujarme.

—No, no Daddy. Primero haremos el amor, luego jugaremos. —Mordió su labio dejando a un lado el juguete rosado.

—Me gusta esa idea, aunque tiene un error —Ella me miró intrigada — contigo siempre hago el amor. —hable atrapando sus brazos y acomodando la sobre mi pecho.

—Te amo Ni. —Su sonrisa era tan hermosa.

—Te amo Mila. —Mordí mi labio para luego atrapar los suyos en un suave y a la vez hambriento beso.

Sus manos abrazaron mi cuello y las mías envolvieron su cintura, acariciando su cuerpo sobre la tela de mi remera blanca con franjas azules.

Separo sus labios de los míos y me miró a los ojos, una hermosa sonrisa no se borraba de su rostro. Dio un pequeño salto cuando un rayo resonó en la sala.

Sus uñas comenzaban a apretar con fuerza contra la piel de mi cuello.

—Amor... —Ella lo noto y se soltó con rapidez.

—Lo siento yo... Dios... Odio las tormentas. —se abrazó a sí misma, truenos comenzaban a sonar y ella parecía cada segundo ponerse más tensa.

—Tranquila, yo haré que te olvides de la lluvia. —Lleve mis labios a su cuello y comenzó a dejar delicados besos.

Ella parecía calmarse en un comienzo, pero a medida que los truenos resonaban su cuerpo se tensaba más y más en vez de relajarse.

—Lo siento Ni...—se alejó y se levantó. —Le tengo pánico a las tormentas. —Confesó abrazándose a sí misma. Podía ver sus ojos cristalizados.

Cada vez que los ruidos resonaban, ella apretaba sus brazos con fuerza apretando su piel, buscando defenderse de aquel espantoso sonido que parecía atormentarla.

—Tranquila hermosa. —Tome sus manos para que soltara la piel de sus propios brazos los cuales parecían marcados por sus dedos y la aferre a mi cuerpo. — ¿Qué sueles hacer cuando esto sucede?

—Uso mis auriculares y me recuesto en mi cama de espalda a la ventana para no ver los relámpagos. —Hablo temblando.

—Haremos eso. —La hice mirarme a los ojos —debes estar cansada por el viaje, podrás dormir hasta que la tormenta acabe.

—Gracias Ni. —Una pequeña sonrisa se formó pero rápidamente dio un salto al oír otro rayo.

Con la luz encendida, las ventanas cerradas, las persianas completamente bajas y las cortinas cerradas ella se recostó en mi cama. El ruido se oía menos pero aun así era fuerte. Encendí la televisión y me recosté junto a ella.

Tenía mis cascos puestos y por el volumen alto se podía oír Losing my religion de R.E.M. La abracé y ella acomodó su cabeza contra mí pecho.

Acariciaba su cabello con delicadeza mientras ella intentaba calmar su miedo. Sus temblores cesaban poco a poco al igual que sus ojos se cerraban y comenzaba a caer rendida ante el sueño.

Sonreí al ver la tranquilidad que tenía en su rostro, era perfecta y noimportaba que miedo tuviese, la ayudaría a superarlos tal y como ella me habíaayudado a mí.    











👀👀👀
Adoro los momentos tiernos.❤️

Está historia es de todo menos pervertida como debería 👀

Bueno...
Prepárense para el siguiente capítulo 😏💦🔥

Bueno, nada.

❤️ Los amo ❤️

Daddy Please! © |njh|Where stories live. Discover now