MI NARCOTRAFICANTE FAVORITO

CAPITULO 1

Pero papá ya te dije que esas fiestas me parecen muy superficiales y son muy aburridas-voltee los ojos.

Luciana del Castillo , ya te dije que esa fiesta se hará, no me retes con tus caprichitos, sabes muy bien que no me gusta que me pongas en estas situaciones porque me estreso y ni se te ocurra hacerme un desplante esta noche- me dio la espalda- esta noche quiero que conozcan y sepan que TÚ eres hija de la persona más rica de toda Canadá.

Y se fue de mi habitación dejándome una vez más con la palabra en la boca; mi padre: Ignacio del Castillo, la persona más egocéntrica y superficial que he conocido en mi vida. Definitivamente el ganaría el premio al padre del año.

Ya ni vueltas le doy al asunto, porque con mi padre siempre pierdo y pues ahora tengo que ponerme un vestido que no es de mi estilo y además es demasiado ajustado, de los tacos ni me quejo pues ya tengo practica y estoy acostumbrados a ellos.

Estaba terminando de alistarme cuando tocan a mi puerta.

¿Quién es?- Pregunté con fastidio

Señorita Luciana soy Antonia, ¿puedo pasar?

Claro nana- volteo y veo como entra aquella señora de cabello gris.

Antonia es mi nana desde que tengo memoria, ella siempre me ha ayudado y aconsejado en todo. Desde que falleció mi madre ella se convirtió en una mama y la quiero como tal.

Mi madre me dejo cuando yo tenía apenas 5 años y desde ese momento me apegue a Antonia, que en algún momento de mi vida fue la persona que limpio cada lagrima que derrame y es la persona que siempre tiene las palabras correctas para hacerme sentir mejor.

Señorita Luciana usted luce muy hermosa – soltó una lagrima- es el vivo retrato de su madre.

Gracias nana – un nudo se formó en mi garganta- ¿no crees que es demasiado ajustado este vestido?- cambie de tema, el hablar de mi madre me pone muy débil y es lo que menos me gusta demostrar: debilidad.

Quizás un poco, pero le queda perfecto mi niña-sonrió.

Nuevamente gracias nana- hice una pausa y me acerqué a ella- esto de la fiesta no me agrada mucho, pero ya sabes que al "señor Ignacio" no se le puede contradecir -volteé los ojos.

Lose muy bien mi niña- me besó en la cabeza- La dejo para que termine de arreglarse; en una hora empezaran a llegar los invitados y tengo que estar en la puerta para recibirlos.

No te preocupes nana, ve con tranquilidad.

Mi nana se fue y me dejo completamente sola en mi habitación, me acerque al espejo y comencé a peinarme. Nada complicado, una trenza espiga que deje caer al lado derecho. Terminado mi peinado tocaba maquillarme, primero levante mis pestañas y coloque rímel en ellas, luego puse sombras muy bajas en mis ojos y para finalizar un poco de brillo en mis labios. 

Ahora tenía que esperar a que mi padre subiera a mi habitación para que juntos podamos bajar y que "me presenten ante la sociedad".

Dos horas más tardes mi padre subió y me abrazo, esto fue lo más raro de toda mi relación Padre-Hija.

Antes de bajar, un señor desconocido para mí, dio un pequeño discurso, que para ser sincera no le tome ni la más mínima importancia. 

Finalizando su discurso dijo:" Y AQUÍ, JUNTO A SU PADRE LA SEÑORITA LUCIANA DEL CASTILLO " luego de esta frase todos me aplaudieron; ante esta situación tuve que poner la mejor cara y poner una sonrisa demasiado fingida.

Tuve que saludar a un montón de personas que nunca vi en mi vida y escuchar sus tan aburridas pero sobretodo hipócritas palabras. No entiendo porque esta fiesta es tan importante, en lo que es mi opinión todo esto me importa muy poco. No muestra como soy, no me hallo en un grupo de personas donde sus conversaciones son tan aburridas y vacías. 

Estaba pasando por la puerta principal cuando escucho el sonido del timbre, aquí vamos, a recibir y poner la mejor cara para un completo extraño.

Una persona del cuerpo de servicio fue a abrir la puerta y vi un joven muy guapo entrar por aquella entrada; inmediatamente las ganas de poder entablar una conversación con una persona de maso menos mi edad se fueron por el drenaje cuando vi como trato a la persona que le abrió la puerta.