Beautiful Eyes. Minv

(2)¿quien eres tu?

Habían pasado al rededor de 6 años.

Los días no eran lo mejor para el pobre TaeHyung, víctima de las usuales bromas crueles de sus compañeros, debido a los celos de su belleza y de su amabilidad.

Utilizando como excusa que el castaño era feo, que sus ojos eran raros y que por sobre todo es ciego.

Algunos para llamar su atención otros solo por crueldad, lo único que amortiguaba su desdicha era su menor, su único y más amado amigo, Jeon Jungkook. Al haber crecido juntos (porque son vecinos desde pequeños) Jungkook había tomado cierto cariño por el castaño, se hicieron casi como hermanos, a parte que un tiempo la madre del pequeño pelinegro enfermó y la familia kim había cuidado de ellos.

Ambos asistían juntos a clases y Jungkook siempre buscaba la manera de proteger al castaño, para así ganarse la dicha de ver su hermosa sonrisa relucir, o ver el miel combinado con ligeros toques verdes de sus ojitos.

El pelinegro llevaba de la mano al frágil y hermoso castaño, cuidando que nadie tratara de dañarlo o que llegaran a lastimarlo, anteponiendo su cuerpo o fulminando con la mirada a los demás, a pesar de tener al rededor de unos 14 años era un jovencito bastante imponente y fuerte, haciendolo notar aún más cuando se trata de su mayor y también único amigo.

Por un momento se detuvo a sacar sus cosas de su casillero, descuidando al pequeño que era como su hermanito. En un pestañeo un chico de cabellos naranjas teñido, pasó corriendo y derrumbó al pequeño castaño en el acto.

—l..lo siento mucho— se disculpó con apuro el pelinaranja mientras tendía su mano para ayudar a TaeHyung, éste por su parte palpaba el suelo con sus manos moviendo su cabeza como buscando algo.

—J...jungkook— el castaño pedía ayuda adolorido, tratando de apoyarse en los casilleros para levantarse, jimin lo observó algo confundido.

Pero le parecía conocido aquel lindo castaño, se quiso acercar a éste pero jungkook se interpuso al instante, fulminando con la mirada al muchacho pelinaranja.

El pelinegro se dio la media vuelta, envolviendo con su brazo la delgada cintura del castaño y con su mano libre, tomaba la alargada mano de Tae, ayudándolo a levantarse en un tierno gesto sutil y delicado. Sacudió su ropa como si de un pequeño muñequito frágil se tratara, como final peinando los dorados cabellos del pequeño chico.

—Ten cuidado... Si te atreves a lastimarlo- el pelinegro y más alto de los tres veía amenazante al pelinaranja, escudando a Tae detrás suyo, regalandole una mirada cargada de cariño.

—Tranquilo solo fue un accidente— en un susurro se escuchó la voz profunda de Tae, que colocó su mano sobre el hombro de su menor para calmarlo, sabiendo lo tenso que se encontraba al igual que notaba las ganas del menor por querer patear el trasero de quien desciudadamente lo había dejado en el piso.

—Aún así, lo siento— varios chicos y chicas que pasaban por los pasillos veían atentos la escena, vaya primer día para JiMin; hizo una venía y se retiró, aún pensando que aquellos dos le resultaban conocidos.

En especial el pequeño castaño, le parecía tan familiar, su forma tímida y en como se había parado, le recordaba a un pequeño ciervo bebé, caminaba por el pasillo buscando en su alborotada memoria alguna similitud, pero, ¿donde había visto aquello? ¿y si había conocido al chico? Y más importante ¿como se supone que olvidó a alguien tan...bello.

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Espero les guste. ~Shun~