After Party

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Una de las noches más locas que Armentum ha vivido, fue aquella en la que Iz creyó que sería divertido hacer una fiesta en su casa. Sus padres habían salido de la ciudad y sus dos hermanos iban a pasar la noche en casas de amigos.

Aprovechando que se acercaba la fecha de cumpleaños de su perro, decidieron que también sería su fiesta de cumpleaños.

-¡IZ! ¡Te dije que lo quería natural!- chilló Tessa, mirando en el espejo como su amiga la habpia maquillado.

-¡Pero este maquillaje destaca tus ojos!

-Te detesto-. susurro, colocándose sus anillos.

-¡Me adoras!- le chilló, dándole un sonoro beso en la mejilla- ¿A quién maquillo ahora?

-¡A mí!- saltó Maia.

Tessa salió del baño, al mismo tiempo en que Clary entraba en ropa interior con dos vestidos en la mano. Uno negro suelto y el otro azul eléctrico apretado. No tuvo que decir nada, ya que sus tres amigas apuntaban al negro.

-Vale-. y se fue a la habitación a vestirse.

Allí estaba Maureen, estirada en la cama y luchando contra unos pantalones de cuero para subirlos por sus piernas. Clary se estaba subiendo el vestido y Tessa buscaba su cuaderno debajo de la cama.

-¡Tessa! ¡Empieza a cambiarte!- le gritó Maureen, aun luchando con los pantalones- ¡Y alguien tráigame una barra de mantequilla!

-¡Tengo una idea para una historia! ¡Y no encuentro mi cuaderno!

-Lo dejaste en la cocina- le informó Clary, comenzando a calzarse los tacones. Tessa se levantó de un saltó y fue corriendo a la cocina. 

-¡Trae la barra de mantequilla!

Unos minutos después, Tessa volvió con su cuaderno en una mano y mascando una galleta de chocolate. Maureen ya se había logrado colocar los pantalones y Maia estaba caminando con sus tacones por la habitación lentamente y con las manos estiradas hacia los lados. 

-¿Maia...? ¿Qué haces?- preguntó Tess, abriendo su cuaderno y sacando un lápiz. 

-Estoy intentando no caerme con estos estúpidos tacones de veinte centímetros, y lo estoy... ¡Mierda!- se cayó de cara, llevándose a Maureen con ella.- ¡Al infierno con esto! Voy a volver a mis zapatillas. 

Iz entró a la habitación para empezar a cambiarse a su vestido rosa, y Tess dejó su cuaderno de lado para hacer lo mismo pero con su vestido. 

Estaban ya listas cuando sonó el timbre, anunciando la llegada del DJ. Tessa fue a recibirlo y le enseñó el lugar donde se podía instalar.

-Vale, ¿recuerdas las reglas que te dijimos para la fiesta de Maia?

-Debo poner una canción lenta o sexy cuando vea a una de ustedes cinco con algún chico guapo o cuando me hagan una seña. 

Tessa le palmeó la mejilla. 

-Buen chico. 

Fue a la cocina, donde sus amigas la esperaban y le entregaron un vaso de jugo, el único sin alcohol de los cinco. 

-¿Segura que no quieres ni un poquito?

-Segura- respondió. 

-Bueno, en ese caso ¡por una noche inolvidable!- dijo Maia, levantando su vaso y el resto la siguió. 

Muy pronto el timbre sonó, anunciando la llegada de los invitados. La gente comenzó a llegar por montones. Dejaban los regalos (obligatorios) para Vito (el perro) y se iban al jardín, donde estaba ocurriendo la fiesta.

ArmentumWhere stories live. Discover now