-Vive sola- asintió Dawn-, pero está en un crucero de solteras con otras mujeres por las islas griegas.

-Vale, así que ella no... nuestros hermanos, obviamente, quedan descartados. Viven demasiado lejos.

-Nos hemos quedado sin posibilidades, entonces- murmuró Dawn. Allain suspiró.

-Eso parece. Tendremos que irnos a un hotel...

-Espera- dijo Nicholas- podemos ir a la casa de Eldon.

El matrimonio se miró entre sí.

-Esa idea es genial- opinó Dawn-, ¿por qué no pensamos en ella?

-Porque aún no nos hemos acostumbrado a su marcha, querida. Por eso.

-Pues no se hable más. Chicos, coged ropa y metedla en alguna mochila libre que tengáis. Y ni se os olvide los libros del colegio y todo eso. No os libráis de ir mañana.

-Vale- dijo Oliver, rodando sus ojos y levantándose de camino a las escaleras para poder ir a su habitación-, pero que te enteres: es ya el instituto.

Dawn rodó sus ojos, dandole una suave colleja a su hijo, y luego ella misma fue a empaquetar un poco de ropa y a coger el portátil y su bolsa de trabajo. Esperó a que su marido e hijos hicieran lo mismo y luego se despidieron del trabajador y se fueron al coche. Cargaron las bolsas y entonces pusieron marcha a la casa de Eldon.

-Dawn- dijo Allain, ya cuando llevaban un par de minutos en la carretera.

-¿Sí, querido?

-Estaba pensando... ¿no le molestará a Eldon que vayamos?

-¿Molestarle? Somos sus padres, Allain.

-Lo sé, pero: no hemos avisado. Y él no vive solo, querida.

-Oh, pero vive con James y Riley, a quienes conocemos desde niños, y con su novia. Todos son como segunda familia.

Allain dejó escapar un suspiro.

-Si tú lo dices...

-Lo digo, lo digo.

Condujeron hasta la casa de su hijo mayor. Una vez allí, aprovecharon que un repartidor de comida entraba para entrar ellos, y luego fueron hasta el piso y la puerta de Eldon.
Llamaron y esperaron unos momentos a que alguien abriera.

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-Nadie abre- observó Oliver al rato. Dawn tocó el brazo de su marido.

-Llama otra vez.

Allain obedeció, volviendo a llamar. Esa vez les hicieron caso, porque a los pocos momentos Eldon abrió la puerta.

-¿Sí?-preguntó, aunque se quedó sorprendido al verles- Chicos, hey. ¿Pasa algo?

-La luz en casa se ha fastidiado- explicó Nicholas-, así que tuve la idea genial de venir a tu casa.

-No molestamos, ¿verdad?-preguntó Allain. Eldon negó con la cabeza y se hizo a un lado para que pasaran.

-Para nada, papá. Me he sorprendido, eso es todo.

-Genial- sonrió Dawn, dandole un beso en la mejilla a su primogénito-. ¿Están tus compañeros de piso o tu novia?

-Pues... James y Riley pasan la noche fuera, en realidad. Dejé a Mich en el salón...

-Oh, voy a ir a saludarla.

Eldon asintió y dejó que su madre fuera directa.

-Hijo- dijo su padre- sentimos si hemos molestado, aunque no quieras admitir que lo hayamos hecho.

Y después...Where stories live. Discover now