IX

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-Asesino.-


Al llegar a casa de Alice, los rostros preocupados de los chicos parecieron relajarse. Eran aproximadamente las cuatro de la mañana pero en ellos no había rastro de sueño, tan solo de cansancio.

Alex e Ian decidieron quedarse a dormir, aunque no se puede decir que dormimos mucho esa noche pues aún no nos encontrábamos muy bien por lo que pasó.

Decidimos no hablar sobre lo ocurrido para que se hiciera más fácil olvidarlo.


No sé en qué momento ocurrió que acabé quedándome dormida pero la luz que se colaba por las ventanas de la casa me despertó.

Me di la vuelta para evitar los rayos de luz, pero olvidé que en esta casa había más ventanas que paredes.

Emití un pequeño gruñido de frustración y me levanté.

Al mirar a mi alrededor me di cuenta que era la única que seguía durmiendo.

Me dirigí a la cocina y el olor a café inundó mis fosas nasales.


—Buenos días bella durmiente, te he hecho un capuchino—dijo Alice mientras sacaba el café de la cafetera y lo ponía encima de la isla.

Yo solo me pasé las manos por los ojos he intenté articular un "buenos días a todos".

A lo que Alex e Ian se rieron y yo hice una mueca para luego ignorarlos.


Después de desayunar y me dio arreglarme me dirigí a mi casa pero de camino a la parada de autobús, algo me llamó la atención del kiosko que había cerca de la parada.

"Chico asesinado en una fiesta." Citaba el titular del periódico que acaparó mi atención.

Así que me acerque para comprarlo, a pesar de que dije de olvidarme del tema pero como siempre la curiosidad guiaba mis acciones.

Comencé a leer el artículo mientras iba en el autobús de camino a casa, ya que en casa no creo que fuera seguro leerlo con mi padre. No le gustaba que leyera o viera cosas así y tampoco quiero imaginar cómo se pondría si se enterase de que yo estuve en esa fiesta.

"Un chico de diecisiete año fue asesinado en una fiesta, que celebraba en su propia casa."

«Nada nuevo» pensé.

"El susodicho fue hallado en la piscina de su casa, mientras aun todas las personas seguían en la fiesta.

Las pruebas indican que murió a causa de una bala en el abdomen. La cual dispararon mientras se encontraba encerrado en una de las habitaciones de la segunda planta de la casa.

Una vez muerto el asesino lo tiró desde la ventana del cuarto que daba a la piscina y allí lo encontraron las personas que tras ver esa escena salieron huyendo del lugar. "

Tras leer eso volví a recordar las caras de terror de la gente, intentando salir de la casa mientras se empujaban y aplastaban entre ellos.

Volví a echar un vistazo al periódico y me di cuenta que no leí la última frase. La más importante.

"Hay varios sospechosos. Pero aún no se ha encontrado al asesino."

Asesino.

Esa palabra sonaba constantemente en mi cabeza.

Ahora había dos asesinos sueltos en esta pequeña ciudad. O incluso solo uno.

Mi móvil vibró sobresaltándome, lo saqué del bolsillo trasero del pantalón para ver quién era.


Desconocido.

Esta ciudad es pequeña, así que yo de ti tendría cuidado.


No sabía si trataba de advertirme o meterme miedo, incluso de ambas cosas.

Sin duda empecé a tener un poco de miedo ante estos mensajes sin remitente, así que decidí bloquearle.

Pero a los segundos de bloquearle se volvía a desbloquear solo.

Fruncí el ceño ante esto y volví a intentarlo varias veces. Hasta que me llegó otro mensaje.


Desconocido.

No lo intentes pequeño trozo de cristal. No lo conseguirás. Y aunque lo consigas, tengo más formas de llegar a ti anónimamente.

Esa última frase hizo que una inquietud se instalara en mi cuerpo.


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Mi móvil empezó a sonar. «Como me jode a mí el maldito sonido del móvil. Lo tiraría sino fuera porque tengo que estar pendientes de las llamadas del Superior» pensé mientras me llevaba el móvil a la oreja de mal humor.

—Dígame —respondí.

—Tienes una semana para encontrar a la chica, si no la encuentras ya sabes las consecuencias. Y una semana es una semana, ni un día más, ni uno menos —cortó a lo que yo me quede apretando el puño.

«En una maldita semana no soy capaz de encontrarla.»

Lo único bueno es que en esa semana empiezo el instituto y cuando pasen lista me enteraré de los apellidos. Lo malo es que puede haber más de 150 chicas en el instituto y no estar siquiera en su curso.

Estoy perdido.

DemonWhere stories live. Discover now