Capítulo 13 : " En silencio "

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- Michelle - me incliné hacia ella tratando no molestar a David que había puesto un aparato en su brazo el cuál, no recordaba como se llamaba. - ¿Puedes oírme?

Sus ojos se abrieron un poco al escuchar mi voz. "Vamos, Michelle. Dime que estoy equivocado"; pedí mentalmente intentando llegar a su mejilla para acariciarla. Entonces, David retiró aquel aparato y llamó mi atención dando un ligero toque en mi hombro antes de que pudiese hacerlo.

- Tenemos que llevarla a la habitación.

Solo asentí como si fuese un robot antes de cargarla en mis brazos y subir las escaleras a toda prisa sabiendo que todos los demás nos estaban siguiendo. Pero tenía a Michelle en mis brazos, no podía fijarme en nada más.
David abrió la puerta y tras de mi, la cerró dejando a todos los demás con mil preguntas que aún no respondía el médico. No tardó demasiado en dejar el maletín a un lado mientras yo dejaba a mi mujer en la cama. Ahora no me miraba. Y dolía. Seguía llorando sin abrir los ojos y su palidez me hacía querer abrazarla hasta que todo pasara.

- ¿Puedo quedarme?

Me oí preguntar dando unos cuantos pasos hacia atrás viendo como abría de nuevo aquel maletín y sacaba tres objetos cada vez que metía la mano dentro. Él me miró entonces a través de ese mechón de pelo castaño que se colocaba justo encima de su ceja izquierda. Seguro me encontró como un niño indefenso cuando suelta la mano de su madre y no sabe regresar a ella pues, le vi encoger sus hombros : - no me importa que te quedes, Michael pero, quizás a ti sí te importe quedarte para ver como le inyecto Demerol a tu mujer.

Demerol.
No parecía terminar de salir de mi vida.

- ¿No hay otra alternativa? - Me apresuré a preguntar.

- Michael.

- Sabes que es mortal si...

- ¿Confías en mí? - Me interrumpió.

- Por supuesto.

- Tu mujer está sufriendo un ataque de histeria que, sinceramente, solo lo había visto en otra persona antes. En ti. - Sacó una jeringuilla con rapidez de su envoltorio blanco y transparente. - Rose me dijo que le dio un tranquilizante antes pero no sirvió de nada. Mejor que nadie lo sabes, Michael. Cuando una crisis llega a este nivel...

- Es mejor dormir.

- Exacto. - Dijo antes de mirarme a los ojos. - Solo intento hacer mi trabajo, Michael pero si no quieres, podemos llevarla al hospital y que le inyecten lo mismo pero con mayor número de médicos y enfermeros pendientes de ella.

Al menos que sueñe con el pequeño. Que lo haga.

Tragué saliva costosamente antes de verme asintiendo haciendo unos puños con mis manos culpando a la impotencia por no poder hacer más por ella. Solo esperar. Ser paciente y pedir una vez más que se quedara conmigo un poco más.
No sabía si quería mirar o no. Al desplomarme en aquel sillón tapé mi boca con ambas manos y cerré los ojos en el momento en el que ella estaba volviendo a gritar.

"Estoy contigo. No voy a dejar que te pase nada, Michelle"; repetí en mi mente una y otra vez antes de ver como David acercaba esa aguja al brazo de Michelle.

Cerré los ojos.

" Balanceé mi cuerpo antes de volver a caminar de un lado a otro con las manos a mi espalda pensando qué estaría pasando dentro de mi habitación en la que se encontraba Michelle. Era la segunda vez que venía a Neverland y tras una improvisada ronda del juego el escondite con Mac y los hijos de David, Michelle terminó en el suelo torciéndose un tobillo. Estaba preocupado y nervioso, ya listo para salir pues hoy se celebraba una gala de premios a la que había sido invitado y debía asistir pero no me iría de casa sin saber qué tal se encontraba ella.

" Un solo reflejo " - 3a. Temporada.Where stories live. Discover now