El comienzo de una nueva vida

Start from the beginning
                                    

Ya habían acabado las vacaciones de verano. Hoy era el primer día de mi muerte, no es cierto, el primer día de mi último año de preparatoria, con suerte iría a una Universidad y me iría muy lejos de este horrible pueblo. Odio este día, es como el día del asesinato de alguien y ese alguien soy yo. No quería levantarme, no quería ir, hasta que sonó la alarma y mi tía me pegó un grito -Vanessa, ¡DESPIERTA¡- pegue un brinco y bufando fui a ducharme, al salir me cogí el cabello y me hice una trenza hacia atrás, me puse unos jeans y una blusa holgada color amarillo. No puse ni una gota de maquillaje a mi cara adormilada y baje a la cocina para comer mi frío desayuno, hotcakes.

De camino a la escuela mi tía me pregunto si quería un poco de maquillaje para no verme tan "normal", en pocas palabras fea. La voltee a ver y me le quede viendo con cara de que pasa contigo, realmente eso me dolió, pero que puedo esperar de alguien que fue reina del baile y la persona más popular de la escuela, pero bueno a fin de cuentas tenía razón así que puse un poco de máscara para los ojos y lip para los labios, no ayudo mucho pero algo es algo.

Al llegar me despedí de mi tía con mala cara y cerré la puerta del coche como si fuera una puerta de piedra, quiero decir con fuerza bruta. Ella solo hizo un gesto de burla.

Cruce corriendo la entrada de la escuela, fui rápidamente a mi locker para no tenerme que encontrar con André, si el que nombre anteriormente, hijo del hombre más rico en Boston por tener una cadena de restaurantes los llamados "eat good n well" si suena estúpido pero su comida es deliciosa, perdón me desvíe del tema, maldito André pensé.

Abrí mi locker lo más rápido que pude saque todos mis libros y cerré la puerta del locker, pero al dar la vuelta mi desgracia se vuelve realidad ahí estaba André con esa mirada que te mata pero de náuseas, me miraba con esos ojos azules altaneros como su buscara una pelea conmigo, lo mire y lo ignore esperando que no dijera esas malditas palabras.

-Hola Essa- dijo con tono de burla, mostrando sus dientes perfectos.

-Estúpido -contesté con agresividad.

Camine dejándolo atrás. Porque me tenía que molestar siempre, acaso tengo un letrero que dice moléstame? No creo.

En fin me dirigí a tomar mi clase de Ciencias, cabe decir que es mi clase favorita, Sandra también estaba en esta clase, esperando atentamente mi llegada apartando un lugar a lado de ella. Y ese lugar no era para mí si no para su novio Charlie, mi "crush" bueno era mi "crush" hasta que empezó a salir con Sandra. Me di cuenta de que atrás de Sandra había un lugar así que decidí tomarlo rápidamente.

-Vaneeeeeeeeeee- gritó Sandra, haciendo que todo el salón volteara.

-Hola Sandy...-contesté con mala cara y moviendo la mano de un lado para otro.

-Que seca estas hoy- dijó.

-Si bueno es el primer día de clases que esperabas.-contesté desganada.

-Te tenemos que conseguir un novio para que no estés de amargada.-dijo en tono burlón guiñando un ojo.

-Ahí que linda por eso te amo...-dijé como si la quisiera golpear en el momento que deletreo la palabra "novio", ¿a caso no entendía que me quedaría solterona y con 40 gatos?

Al ver mi cara de odio y enojo solo una risita que hizo que soltara una carcajada.

-Adivina que-dijo emocionada como un perrito que mueve la cola.

-¿Qué?-Contesté observándola y esperando a que dijera algo.

-Hoy es la fiesta de bienvenida y me dieron 3 boletos, uno para ti, uno para Charlie y uno para mí.

Procese lo que dijó en mi cabeza y lo único que salió fue un -Sabes que no voy a esas cosas- gruñí.

Entro el maestro de ciencias y nos pidió que dejáramos de hablar. Nos explico cómo era la reproducción celular y la manera en la que se dividía: MITOSIS y MEIOSIS. Acabo la clase, tome mis libros y me percaté que Sandra estaba esperándome en la puerta para pedirme nuevamente que fuéramos a la Bienvenida, no me pude negar puso esa cara de perrito triste que siempre me ganaba.

Cuando iba caminado por el pasillo, me paré y dijé-Tengo un problema, no tengo pareja.-Todos van con pareja a esas cosas y si no tienes no pones un pie en ese lugar. Esa era la regla de oro. Como iba a ir con alguien, si nunca en la vida había salido con alguien y menos pensar en un novio. Estaba perdida.

-Maldición -dije enojada y con cara de pocas pulgas.

Habían terminado las clases. Hoy me tocaba hacer limpieza del salón, intente hacerlo lo más rápido posible. Cuando termine me fui directo a la salida y me percate que el camión de la escuela ya me había dejado y no podía decirle a nadie que pasara por mí.

-Caminando si...creo que es la mejor opción. -dije exhausta y algo molesta.

De camino a mi casa, empecé a pensar en que pasaría conmigo en la Bienvenida, definitivamente no podía ir sola, pero si no iba Sandra jamás me lo perdonaría. Hundida en mis pensamientos, desperté y gire mi vista al otro lado de la banqueta, me puse tiesa como tabla de madera, ahí estaba mi pesadilla y a esa pesadilla también la había dejado el camión. André. No entiendo siempre me lo tenía que encontrar en situaciones extrañas como estas.

Intente ignorarlo girando la cabeza hacia otro lado, buscando en mi bolso mi ipod y mis audífonos, pero recordé que lo había dejado en el buró que estaba al lado de mi cama, pero como notó que no encontraba lo que buscaba soltó una carcajada, el ya me había visto y me hizo una seña tipo saludó y no tuve otra opción que devolverleselo. Note que no tenía esa misma cara de niño perfecto y caprichoso, orgullo se sí mismo. Esta vez tenía una cara decaída y triste. No quise acercarme ni preguntarle lo que le ocurría, realmente no me importaba. O eso quería pensar.

Seguí mi camino del otro lado de la banqueta, haciéndome mensa con un libro que había encontrado en mi bolso, pero él me observaba con sus ojos azules penetrantes y ese cuerpo atlético que no estaba nada mal, pero lo hacía como si estuviera esperando algo de mí. Solté un suspiro.

Cinco minutos después cruzó la calle y se empezó acercar a mí. Volteo hacia los 2 lados para percatarse de que no pasara algún carro. Apresure mi paso para que no me alcanzara. Yo sólo lo miraba con ojos de muérete, pero creo que la mirada no funciono. Como tampoco mi apresurado paso.

Me había alcanzado. Ahora estaba caminado junto a mí.

-Hola-dijó seguro de sí mismo pero con mirada desafiante.

-Mmm...Hola-Contesté de manera seca e intentando ser lo más cortante posible.

(Silencio incómodo)

-¿Se te ofrece algo? Dije de manera nerviosa e impaciente.

-No realmente -Contesto él.

No volví a preguntar y seguí mi camino. Abrí el libro de nuevo y comencé a leer. Realmente no lo hacía pero quería que notara mi desinterés por él. Un momento después el se detuvo como si una pared se encontrara enfrente de él. Yo seguí caminando hasta que me percaté que él ya no estaba al lado mío. Continúe sin mirar atrás.

Después de unas milésimas de segundo, sentí como dos brazos me rodearon. Me asuste tanto que pegué un brinco y deje caer el libro. Estaba confundida pero no quise voltear, estaba tan paralizada que ni si quiera podía respirar. Sentí un apretujón y una lágrima deslizándose sobre mi hombro...

Enamorada de mi peor pesadillaWhere stories live. Discover now