XIII

1.3K 143 33
                                    




Unos vaqueros desgastados y una sudadera algo larga, tanto incluso que había tenido que doblar los puños para poder sacar sus manos de ella, esa había sido la elección del ojiazul para ir al supermercado. No se había tomado ni siquiera la molestia de mirarse en el espejo antes de salir de casa, no le apetecía hacer mucho por su aspecto aquel día.

Nota al llegar la mirada indiscreta de una señora mayor que se encontraba a las puertas del local, que lo recorre de arriba a abajo y hace una mueca de desagrado. No le importa bastante. Hacía frío y se sentía cómodo con aquella ropa. La mujer luce malhumorada, pero no dice nada y se limita a hacerse a un lado y dejarlo pasar por la puerta principal.

Una vez dentro intenta hacer un recordatorio rápido de todo lo que debía comprar. Iba allí una vez cada dos semanas, más o menos y ya se sentía familiarizado con los pasillos y las secciones. Aún así, le apetecía llegar cuanto antes a casa y pasar la noche frente al televisor e inflarse a helado de chocolate, por lo que se da prisa en coger lo necesario para pasar los próximas dos semanas.

En la fila para pagar no pudo tener más suerte, un niño de unos cinco años estaba justo enfrente de él, y estaba teniendo un berrinche con su madre por algo que esta no le quería comprar. Su llanto era tan agudo y molesto que Louis pensaba que su cabeza iba a explotar, como siguiera de esa manera tendría que hacer una parada en la farmacia antes de llegar a casa.

Pasó unos segundos hasta que decidió que aquello era insoportable y salió de la fila para cambiarse a la de al lado, no sin antes mostrar su molestia a la madre mirándole con mala cara mientras seguía andando. Iba tan pendiente de mostrar su desagrado que no vio la estantería que tenía enfrente y la tiró con todos los productos esparciéndose por el suelo.

Definitivamente ese no era su día.

Quería que lo tragara la tierra en ese momento.

Pocos segundos después se levantó del suelo demasiado avergonzado como para levantar la mirada y enfrentar a la gente de su alrededor, que lo había visto caerse. Comenzó a recoger las cosas y colocarlas de nuevo en su lugar, y también su compra pues con la caída algunos de sus artículos habían salido disparados de la cesta y se habían esparcido por el suelo también.

Notó como a su lado un hombre se agachaba a su lado y lo ayudaba con aquel desastre. Louis no sabía por qué pero aquello lo hizo sentir aún peor. No quería que nadie lo ayudara a recoger lo que él había causado.

Al terminar se levanto y enderezó con rapidez, poniendo bien su jersey y palmeando las rodillas con las esperanza de limpiarlas de alguna manera.

Subió la mirada para agradecer al hombre y se congeló.

No podía ser. No él. No aquí.

Y para colmó, al mirarlo sonrió. Louis quería pegarle muy fuerte en esa mandíbula tan cuadrada que aquel hombre poseía.

"Se te ha caído esto"dijo con algo de burla al mismo tiempo que introducía en la cesta del ojiazul una pequeña caja rectangular de color oscuro.

Louis aún seguía en shock, lo miraba como quién ve a un fantasma, no sabía qué decir ¿A caso debía? No es como si él tuviera que hacerlo, él no era el que iba plantando a la gente.

Le costó un momento reaccionar, y apartar su mirada de la suya. Miró la caja en su cesta y al fin reaccionó.

Una caja de condones.

Le había metido una caja de condones en la cesta.

Él pensaba que era suya, que se le había caído.

Ahora si quería que se lo tragara la tierra, comenzó a sonrojarse tanto que no había mucha diferencia entre él y los tomates de la sección de frutas.

"Y-yo esto, no." tartamudeó. "Quiero decir, si que uso pero no estos." se golpeó mentalmente. "Es decir." bufó. "No son míos, maldita sea."

Con un movimiento brusco cogió la cajita y golpeó con ella el pecho del rizado.

"Me quedó más tranquilo, supongo." sonrió el otro.

"Eres un idiota, ni siquiera sé qué hago perdiendo el tiempo contigo."

Lo esquivó y retomó su sitió en la cola. El rizado lo seguía de cerca. Lo ponía nervioso.

"¿Solo comprarás eso?" preguntó al verlo detrás con nada más que los malditos condones en su mano.

El rizado subió los hombros con indiferencia.

"Si."

"Claro." escupió con burla. "Casualmente en el mismo supermercado y sin nada qué comprar ¿No me estarás siguiendo?"

"No sabía qué eras tan egocentrico, gatito..."

"No lo soy, solo." paró al ver que no tenía nada con lo que contraatacar." Ag, no sé ni por qué pierdo el tiempo."

Pagó y se dio mucha prisa para salir de ahí cuanto antes. No quería verlo, ni escucharlo, ni besarlo. No, no, no. No sabía ni por qué había pensado eso.

Lo agarró del antebrazo y lo empujó hasta el parking, sabía que era él, conocía su tacto.

Dios, necesitaba ayuda.

"Sube al coche." rompió el silencio. "te llevo."

¿Estaba loco?

"Por supuesto que no." bufó molesto.

Harry suspiró. Con una de sus manos jugaba con las llaves del auto y la otra descansaba sobre el coche oscuro.

" No tengo tiempo para tus berrinches de niño pequeño. Sube al maldito coche. Es tarde, estás loco si piensas que voy a dejar que vuelvas solo".

"¿Qué te importará a ti eso?."respondió dando un paso atrás. "¿Qué demonios te ocurre? Me ignoras durante semanas y luego vuelves a buscarme, siempre haces eso. Es un tira y afloja continuo."

"Yo no te busco." cortó molesto.

"No, claro que no." se burló.

Intentó darse la vuelta y volvió a ser retenido.

"¡Déjame ya! Estoy intentando olvidarme de tu cara, imbecil."

"¡Es tu culpa, todo es tu maldita culpa! ¡Vas por ahí provocándome, siempre lo haces!"

Louis lo miró indignado, con su orgullo más herido que nunca.

"Yo no hago eso, ¿Qué ocurre contigo?"

"Lo haces, me provocas con esa cara de putita inocente que tienes. Me atraes y no es ningún secreto, sé que yo a ti también. No sé qué problema hay con que follemos de vez en cuando."

"Solo eso, yo no quiero ser tu puta personal. Creo que lo dejé claro. Ya conseguiste lo que querías, puedes conseguirlo de alguien más, no veo el problema. A no ser... que admitas de una vez que estás algo así como enamorado por mi."

"Eso no es cierto." rio. "No te ilusiones cariño."

"Bien entonces, disfruta tus condones."

"Vale."

"Vale"

Pero ninguno se movió. Se quedaron mirando a los ojos del otro, hasta que Harry dio un paso al frente, colocó su mano en la cadera de Louis y se aproximó para besarlo.

Para sorpresa de este, lo había hecho suave. Sin pretensión sexual. Notó un tirón en su corazón

xxx


preguntas sobre la historia aquí

pregunta a mi aquí <3

espero que os guste A.-


ig: adrianagruiz

Controlled || l.s.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora