1. Caminar a lo desconocido

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Entro a casa y lo primero que siento es el intenso olor a alcohol. Está aquí: pienso. Camino hacia la sala confirmando mis leves dudas, se encuentra recostada en el sofá balbuceando cosas incoherentes, con una botella de vino blanco en la mano. Su favorito y por la razón de mi nombre, Blanca.

Trato de ignorarla, como de costumbre, dejo las compras en la mesa. Guardo la mayoría de ellas en refrigerador, sacando las infinitas botellas de licor.

― Blanca... ― Sus palabras son arrastradas, una señal muy obvia de que ha estado bebiendo―  Jorge me volvió a engañar con la misma maldita zorra ―no le respondo nada, me limito a mirarla para ver que está nuevamente llorando tal como lo hizo hace unos pocos días cuando me dijo que Jorge la golpeo.

No sé cuantos años ha abusado psicológicamente y pocas veces físicamente Jorge de Katherine, solo sé que muchos y créanme yo tuve mis tiempos donde defendía a Katherine, llegaba e intentaba golpearlo como podía, pero era una niña. Una niña que sabía que odiaba a su madre, o intentaba pero aún así no permitía que nadie le faltara el respeto.

Pero...¿saben como reaccionaba Katherine? Ella defendía a Jorge a toda costa, e incluso me encerraba en mi habitación para que pudieran seguir discutiendo.

Con el paso de los años y luego día de la quemadura de Jorge, decidí no luchar más. Intentaba ignorarlo lo más que podía o evitar estar en la casa cuando Jorge nos visitaba o cuando traía a sus amigos.

Ahora veo a Katherine y hasta el día de hoy, no sé si le gusta ser maltratada por el y maltratarlo o sigue romantizando toda su relación de asco.

Sigue y seguirá actuando como si fuera una adolescente enamorada, pero claro, aún con 37 años no lo logra entender y tampoco lo espero que lo haga.

Termino con el sándwich, camino hacia mi habitación, si se podría llamar así. Es pequeña apenas tiene espacio para una cama. Cierro de manera suave la puerta y me recuesto en la cama, para surgirme en mis pensamientos tratando de no quedarme dormida.

Algunas veces me pregunto. ¿Por qué nos tuvieron que separar? Yo era tan feliz con mi abuela y Julie, pero tuvo que llegar ella y pedir la custodia de una de las dos. Saliendo victoriosa, solo me quería para traer dinero a esta casa y lo más probable que también como venganza de la vez que llame a la policía por golpear a Julie.

Aunque era yo o Julie y prefiero mil veces verla yo, drogándose y estando ebria todos los días.

Los primeros años aquí lo único que hacía era llorar a su lado y decirle que tenía que parar que lo que hacía está mal, pero a cambio solo recibía gritos y en ciertas situaciones golpes. Siempre decía: Es mi vida, y tú, nada. Con el tiempo fui abriendo los ojos y dándome cuenta de que ella no tenía remedio, fui ignorándola, aunque el principio dolió con el paso de los años solo no lo tomaba importancia.

Ahora la veo y me da asco. El sentir amor se me ha hecho una muy difícil y mucha más si es con ella. Las únicas personas que se merecen mi amor incondicional es Julie y mi abuela, también esta Cole, que casi es un hermano para mí. Volviendo a el tema, gracias a ella madure más rápido de lo previsto. Sabiendo que no hay que confiar en nadie más que en ti mismo. Trato de ocultar eso lo más posible dando una leve mascara de diplomacia.

Me levanto para ir a ducharme, ponerme pijama y acostarme bajo las sabanas mientras miro el techo. No quiero dormir, creo que esta es la peor parte del día después de todo. Las pesadillas. Sé que mi abuelo me cuida de ellas, lo siento acariciando mi cabello después de despertarme gritando o llorando pero, me gustaría verlo junto a mí.

Después de su muerte, quede perdida por unos meses pero supe recuperarme, Julie era muy pequeña para entender lo que ocurría y mi abuela fue la que mas sufrió, fue la que mas tiempo compartió, además de que era el hombre que amaba.

Blanca & OwenWhere stories live. Discover now