One Shots

4. Te Mando Flores. (Zayn Malik)

isdirectionerforever

"Si, Aurora, ya te he contado seis veces como era mamá"

"Pero es que no entiendo, ¿mamá era una clase de princesa?"

"Eso es lo que dice papá; siempre que la menciona, dice que era tan hermosa como una flor, que tenía los modales de una reina. Así que supongo que era como una princesa"

Zayn escuchaba atentamente la simpática discusión de Aurora, de seis años y María, de diez. Comentaban todo acerca de su madre, lo que él les había contado. Era algo muy normal escuchar a las dos pequeñas hablando de Ángeles, siempre le preguntaban a su padre acerca de ella. Nunca se cansaban de escuchar cualquier cosa acerca de su mamá.

Aurora y María no entendían bien porque se había ido. Camila, su hermana mayor, les decía que necesitaban a un angelito que las cuidar desde el cielo. Comentaba que Dios necesitaba a alguien que contara cuentos para los niños pequeños que se habían ido al cielo antes de tiempo. Las dos niñas siempre pedían ver sus fotos, usar sus accesorios o tener cualquier cosa que hubiera sido de ella. Eso las hacía pensar en su madre, lo que las ponía contentas. Para Camila era más difícil, ella había estado con Ángeles cuando sucedió el horrible acontecimiento.

Estaban de compras navideñas, Camila había entrado a probarse un vestido y su madre esperaba afuera emocionada.

"Vamos Cami, ya quiero ver cómo te queda"

"No seas impaciente, mamá"

Se subió el cierre y se acomodó el escote. Estaba a punto de salir cuando escucho gritos.

"No vayas a salir Camila, quédate adentro" susurro su madre agachada. La chica se asomó por la pequeña cortina roja y vio como unos hombres con unos pasamontañas se acercaban a Ángeles.

"P-por favor, no le hagan daño a mi hija" sollozo; uno de los hombres tenía un arma puesta en la cabeza de su Madre, se tapó la boca y ahogo un grito.

"A ella no, pero que tal que a ti si" el hombre cargo la pistola, se escuchó un disparo. Camila estaba tirada en el piso llorando, abrazo sus piernas y escondió su cabeza entre ellas. Escucho otro disparo, se estremeció. Estaba esperando escuchar otro, pero lo que escucho fue una sirena de policía. Abrió la cortina y se encontró a su madre tirada en el suelo, llena de sangre. Calló de rodillas al piso y la abrazo llorando.

"¡Mama! ¡Despierta! Por favor" la abrazo con más fuerza y la zarandeo. Pero ella no se movía, tenía los ojos cerrados y la boca entre abierta "No, no. Mama, no me dejes" un oficial se acercó a ella y la intento apartar de Ángeles, Camila lo empujo "¡Aléjese! Mama, sé que sigues aquí. ¡No me dejes!"

Ese era el recuerdo más doloroso que tenía Camila, pocas personas sabían lo que en realidad había pasado. Zayn la encontraba llorando por las noches, abrazaba las fotos con su madre y esa medalla que le había regalado cuando cumplió los XV años. Su padre intentaba que no recordara ese día, ese horrible momento. Pero era inevitable, ella ya no esperaba ansiosa las Navidades, siempre le recordaban a la muerte de su madre.

A Zayn le dolía muchísimo, pero el ser fuerte era lo único que podía hacer. Tenía a sus tres hijas a cargo, no debían saber todo lo que le dolía cuando pensaba en Ángeles. Recordaba sus hermosos rizos rubios, los ojos verdes que lo hechizaban; esos vestidos floreados que siempre usaba. Todos los buenos momentos que habían pasado juntos, desde su primera cita hasta su noche de bodas. Las veces que su mujer le pedía que dejara de fumar, el día en que nació Camila. Cuando se enteraron que María venía en camino, el bautizo de Aurora. Él había decidido no casarse, ni tener ninguna relación con otra mujer. A cada una la comparaba con Ángeles, él decía que ella fue perfecta. Que nadie podría ocupar su lugar.

Miraba a sus hijas y cada una tenía algo de ella, Camila era la que más se parecía. Aurora tenía esos ojos verdes tan hermosos, María el pelo rubio casi blanco, aunque a diferencia de Ángeles era liso; pero Camila, tenía los ojos idénticos a los de su madre, el pelo rubio rizado naturalmente, los labios delgados y curveados, la nariz pequeña y un cutis perfecto. Le recordaba tanto a su esposa que a veces la llamaba "Ángeles" en vez de "Camila"

­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­"¿Cuáles son tus flores favoritas?"

"Me encantan las margaritas amarillas" su sonrisa tan resplandeciente y perfecta como siempre.

"Pues entonces para ti mi princesa" saco el ramo de margaritas que había comprado para ella.

"Son preciosas Zayn" cerro los ojos y respiro profundamente "Estas flores me recuerdan mucho a cuando era pequeña. Mi papa me las daba cada cumpleaños" Ángeles no dejaba de sonreír. El esperaba que esa sonrisa nunca desapareciera.

Ella era como una estrella, la que iluminaba su vida, resplandecía por encima de todas las flores. Ninguna chica se comparaba con ella.

"Papa" paso corriendo la pequeña Aurora "María dice que mami la quería más a ella que a mí, ¿verdad que no es cierto?" se cruzó de brazos mientras se le aguaban los ojos. La cargo y la abrazo fuertemente, pero no lo suficiente como para lastimarla.

"Ella las quería a las tres por igual" beso la mejilla de la niña "Tú lo sabes, así que recuerda que aunque tu hermana diga que no es cierto, ella te amaba muchísimo" la bajo y le dedico una cálida sonrisa.

"Gracias papi" sonrió y corrió a seguir jugando con su hermana. Paso un rato pensando en lo feliz que la hacían sus hijas, María y Aurora apenas estaban creciendo, pero Camila ya tenía diecisiete años, ya era toda una mujer. Aunque le doliera aceptarlo, cada día le recordaba más a su esposa.

"Camila" se acercó y toco la puerta de su cuarto. Se escuchó un -pase- seguido de algunos sollozos. Al entrar se encontró a su hija con los ojos rojos y el pelo todo revuelto "¿Qué paso princesa?" se acercó y la abrazo.

"E-es que no puedo dejar de llorar papá. Todo el día solo tuve a mamá en la cabeza" suspiro y seco las lágrimas que corrían descontroladamente por sus mejillas "Encontré unos álbumes de fotografías de mis XV años, del día de mi nacimiento. Por si fuera poco, María y Aurora vinieron a que les contara algunos de los cuentos que les contaba mamá antes de dormir" abrazo con fuerza a su padre mientras lloraba en su hombro.

"¿Por qué lloras Cami?" se acercó María con Aurora y una muñeca en los brazos, las sentó a cada una a su lado.

"Pues es que me acorde de mamá y como me cantaba mi canción favorita" intento una media sonrisa "¿Quieren que se las cante?" los ojitos de sus hermanitas se iluminaron y asintieron emocionada. Zayn se levantó y se fue caminando hacia el pasillo. Se escuchaba la hermosa voz de su hija mayor cantando la canción que su madre amaba. Agarro una foto en la que salían los cinco, su foto familiar, y recordó la canción que siempre le cantaba a Ángeles mientras Camila la cantaba.

"Y entre mis sueños dormido

Trato yo de hablar contigo y sentirte cerca de mí

Quiero tenerte en mis brazos

Poder salir y abrazarte y nunca más dejarte ir.

Quiero encontrarte en mis sueños

Que me levantes a besos

Ningún lugar está lejos para encontrarnos los dos

Déjame darte la mano

Para tenerte a mi lado

Mi niña yo te prometo que seré siempre tu amor

No te vayas por favor"