-Eso andan diciendo.

-Yo lo hubiera considerado una razón para no ir.

-A mí me gusta más Yves -dijo Zoe con una sonrisa-. Esos anteojitos tan monos y ese aire aplicado me pueden. Es como un Harry Potter sexy.

La miré a Zoe con una expresión risueña pero mi mente estaba trabajando a toda prisa. ¿Acaso todos estaban haciendo especulaciones con respecto a Zed y a mí? ¿Por qué? Éramos las dos personas de toda la escuela con más bajas probabilidades de mantener una relación. Solo porque me hubiera ayudado frente a todos los alumnos de tercer año y no me quitara los ojos de encima el resto de la tarde...

-¡Miren quién ve ahí! -chilló Tina dándome un codazo en las costillas.

Enemigo al frente. Zed salía del laboratorio conversando con otro chico. Puse en práctica mi técnica comando de camuflaje: ocultarme detrás de Tina.

-Hola, Zed -dijo Zoe con falsa voz femenina.

Me quise morir de vergüenza: parecíamos una banda de admiradoras.

-Ah, hola -Zed nos echó una mirada general y luego regresó a mí, apenas visible entre Tina y la pared. Dejó que su amigo siguiera de largo y se detuvo delante de nosotras-. No tuve oportunidad de felicitarte, Sky. Tu atajada fue genial.

Maldito. Se estaba riendo de mí.

-Sí a mí me pareció increíble -dije con tono irónico.

-Le digo a todos que tuviste suerte -Zed agarró la correa caída de mi mochila y la acomodó sobre mi hombro.

El estómago me dio un vuelco. El gesto pareció casi territorial. ¿Qué significa eso? Zed Benedict era amable conmigo.

-Y yo digo que recibí un poco de ayuda -agregué mientras le echaba mi mirada más dura. ¿A que estaba jugando?¿Me había dicho realmente lo que debía hacer? No saber qué había ocurrido de verdad y qué había sido mi  imaginación me estaba volviendo loca.

-De todas maneras, Zed, todos nos dimos cuenta de que no curvaste la pelota como sueles hacerlo -Tina me sonrió con preocupación. No  se había perdido la manera casual en que él había tocado la correa de mi mochila.

Zed levantó las manos como entregándose.

-Estaba tratando de que Sky se sintiera segura. La próxima vez no seré tan bueno con ella.

Zoe se largó a reír: estaba disfrutando el coqueteo que se insinuaba detrás de la conversación, a pesar de que Tina y yo no lo estábamos pasando bien.

-No te esfuerces, Zed Benedict. Tú construiste esa imagen del chico más malo del año y ahora nos enteramos de que tienes debilidad por las rubiecitas de mirada ingenua y aspecto indefenso.

-¡Zoe! -protesté su comentario me recordaba demasiado al apodo de conejita de las vampiras-. Me estás haciendo pasar por tonta.

-¡Miss Simpatía saca a relucir su carácter! Sabía que tenías que tenerlo en algún lado -dijo Zoe, fascinada por mi respuesta airada.

-Tú sería igual si tuvieras que convivir con este aspecto. Nadie me toma en serio.

Mi mal genio aumentó un tanto cuando los tres lanzaron la carcajada.

-Veo que todos me toman en broma.

-Lo siento, Sky -Tina alzó la mano para evitar que me marchara enojada-. Es que lucías tan feroz cuando dijiste eso...

-Sí, verdaderamente siniestras -coincidió Zoe tratando de no reír-. Como Bambi con un fusil.

-Y, para que no queden dudas, ninguno de nosotros piensa que eres tonta -señalo Tina-. ¿No es cierto?

Sky - Finding LoveМесто, где живут истории. Откройте их для себя