Capítulo Primero

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“¡¡¡NO!!! “Vanimelda…” –lloraba a voz altiva el rey elfo al percatarse del cuerpo de su esposa  extendido en el suelo, corrió y  abrazo con todas su fuerzas el cuerpo frio de su amada, mientras lagrimas inmensurables recorrían sus mejillas

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“¡¡¡NO!!! “Vanimelda…” –lloraba a voz altiva el rey elfo al percatarse del cuerpo de su esposa  extendido en el suelo, corrió y  abrazo con todas su fuerzas el cuerpo frio de su amada, mientras lagrimas inmensurables recorrían sus mejillas.

Un saqueo extraordinario derribo con los guardias y doncellas que protegían la seguridad de la reina y el príncipe en las cuevas más profundas del reino.

La batalla había iniciado en la frontera del norte, una gran armada de orcos ataco dicho lugar, el soberano fue el encargado de ir y lidiar con esas criaturas mientras mantenía la seguridad  de su familia en su palacio.

Pero no imagino que un dragón haría presencia en los cielos de su fortaleza y destruyera todo a su paso, Thranduil al notar la magnitud de peligro corrió y corrió en dirección a las cuevas profundas, pero fue tarde por que la velocidad del dragón era inmensurable comparada al de él.

Una gran explosión fue lo que presencio  mientras corría a toda velocidad, llamas enormes de fuego rodeaban el palacio, los animales huían del bosque, los cuerpos  de varios de sus soldados de armadura  dorada yacían inmóviles en el suelo, manchando las tierras con su sangre.

Nada de esto detuvo al rey, lo único que anhelaba era llegar con su familia y le rezaba a los valar por que estuviesen aún con vida.

Cayo en amargura al llegar a los pasillos de la  cueva profunda y encontrarla totalmente destrozada, el dragón iniciaba a agitar sus enormes alas y volar en dirección al norte.

Busco algún rastro de vida con la mirada y pudo hallar  a su esposa tirada en un rincón, el corazón le dolía, un gran nudo en la garganta se le formaba,  avanzo a toda velocidad y abrazo el cuerpo de su esposa que estaba cubierta por sangre.


“¿Thranduil?” –llamo la reina con la voz casi apagada, el monarca la miro a los ojos y acaricio su piel pálida y fría.

“mi amor, aquí estoy “–hablaba con la voz roncosa y la besaba en la frente.

“Thranduil... cof.. coff “ –le era imposible hablar a la reina pero con la poca fuerza que aun disponía tenía que hacerlo antes de morir –“Legolas… el dragón secuestro a Le .. Legolas.. cof cof ” –lloraba y respiraba con dificultad –“mi bebe…me quito a mi hijo de mis brazos mientras trataba de defenderlo”

“¿quién?” –pregunto Thranduil

“Marisha se convirtió en dragón…”-sentía que ya no podía más, la espada incrustada en su abdomen hacia que de su boca expulsara sangre

“tranquila… tranquila… llamare a un curandero… aguarda..” –trataba de calmarla thranduil al ver con horror la dramática escena

“¡¡¡no … no hay tiempo … cof cof.. Mandos me reclama…. Cof cof –la reina se aferraba más al cuerpo de su amado esposo, sentía que la luz de sus ojos  se oscurecía y el calor de su cuerpo la abandonaba –“Thranduil Oropherion te amo y siempre te voy a amar…cof cof …pero ahora ve… recupera a Legolas… recupera a nuestro hijo…”

POR LA JOYA DE MIRKWOOD Where stories live. Discover now