KING'S SAGA 2

CAPÍTULO 35

UN FINAL ESPERADO

La música sonó provocando un brinco en su corazón inquieto. Subió una mano cubriendo su pecho cubierto por su traje marrón oscuro que decoraba un pequeño ramo de un botón de rosa roja. Sintió el delicado aroma de la flor y pensó en el ramo que le había enviado a medio día a la habitación en donde la mantuvieron alejada de él.

Llevaba un día completo sin verla y sentía que le hacia falta algo vital para él. Lena se había convertido en parte de su vida, no en un bien preciado, no, ella era como su alma, definitivamente lo era; estaba seguro de no poder vivir sin ella. Una sonrisa torcida se formó en sus labios, ¿Quién lo dijera? Ryder King, el hombre libre, que disfrutaba su soltería, y salia todas las noches involucrándose algunas noches con hermosas mujeres, ya fuera en una relación que no duraba mucho o sólo por una noche o un par de ellas después de alocadas fiestas estaba a punto de casarse con la mujer que nunca hizo nada por llamar su atención, le había enamorado de una manera tan profunda que era imposible imaginar su vida sin ella.

Bajó la mirada hasta sus zapatos marrón oscuros y un bullicio llamó su atención. Levantó la mirada para encontrarse con Panther caminar con la hermosa Tatiana que llevaba un ramo pequeño muy similar al de su hermosa Lena. Ambos se detuvieron acomodándose. Panther a su lado y Tatiana del lado de la novia aún ausente. La música siguió y una nueva pareja apareció, su hermana pequeña iba del brazo de Dallas, ambos se veían muy atractivos con el traje ligero marrón y ella con el vestido rojo quemado vaporoso moviéndose entra sus esbeltas piernas.

Un brinco en su pecho le hizo darse cuenta que estaba empezando la ceremonia y que muy pronto estaría frente a la mujer de su vida a la que ataría por siempre a él. Panther posó una mano en su hombro adivinando su nerviosismo.

La siguiente pareja fue Burt y Samara. No pudo evitar una sonrisa cuando su ahora secretaria y asistente se fue acercando con la más enorme sonrisa seguida de un guiño antes de separarse de la pareja de su hermano. Ellos estaban completos. Sólo faltaba la novia, la mujer más importante para que la ceremonia siguiera su curso.

Los acordes de la musica de violines y violonchelo seguía como si buscara tranquilizar su corazón a punto de salir de su pecho y su estómago dando volteretas en su vientre.

Ricky apareció tomando de la mano a su pequeña sobrina. Los invitados sonrieron con exclamaciones de ternura por verla vestida igual que las damas arrojando los pétalos de rosas rojas como la sangre y que apenas podía tomar en su manita.

La musica terminó. El inicio de una introducción le provocó la incontrolable ansia de verla al final del pasillo tal y como habían ensayado algunos días antes. Se produjo un silencio expectante y entonces ahí estaba...

Ryder puso sus ojos en ella. Recorrió su mirada desde el suave velo de encaje que cubría parte de su cabello rubio recogido en un moño alto con algunos rizos apenas rozando su rostro, siguió su camino hasta su rostro maquillado con simpleza. Sus ojos verde oliva brillaban como si fueran de alguna piedra preciosa, sus labios de un pálido rosa sonrieron apenas temblorosos, lo que provocó en él un espasmo de deseo, el mismo que no le dejaba apartarse de ella ansiando sentirla mientras se hundía en ella buscando dejar claro a su hermosa Lena que ella era absolutamente de él y sin duda alguna él era de ella.

Dibujó una sonrisa al ver que Mila se acercaba a ella entregándole el ramo y entrelazaban sus brazos antes de empezar a caminar por el pasillo apenas cubierto por los pétalos de rosas.

Lena caminó al lado de su madre con las piernas temblorosas, aferrándose a el ramo como si fuera su soporte, sentía que era lo que le daba fuerzas para continuar, además de las palabras escritas en el papel que rozaba sus senos en el escote de su vestido. Sus ojos estaban unidos a los de Ryder, el hombre de su vida. Esos ojo azules como los de un día claro de verano la miraban como si fuera la persona más valiosa del universo y saberlo le daba fuerzas para seguir.