—Sí, James está despierto—el mencionado voltea a verme con rapidez, me estremezco un poco y avanzo hacia el.

—Oh qué bien, pásalo.

—Claro...

Rodeo la barra hasta llegar junto a él, le entrego el teléfono y comienzo a hacer a lo que venía mientras oigo a James contestar a lo que su madre le dice.
Es la primera vez que estamos solos desde su estupidez, el estacionamiento del centro comercial no cuenta claramente, y me siento un tanto nerviosa estar así con él, ojalá alguien entre pronto.

—Sí mamá, lo sé... Me iré antes para asistir... Claro, ellos también—volteo a verlo un poco y me doy cuenta de que me mira, así que aparto la mirada rápidamente. Me da curiosidad su tema de conversación.—tenemos algunas en mente... Claro yo les digo... También, adiós—se oye el «click» cuando cuelga y después lo pone frente a mí, lo tomo sin verlo y me doy vuelta al lado contrario en el que su brazo se encuentra para no tenerlo tan cerca, pero aún así, lo tengo frente a mí ahora, con un brazo a cada lado mío acorralandome contra la estufa.

Quisiera poder decir algo, aunque sea un maldito insulto, pero los nervios congelaron mi lengua y mi cuerpo, paso saliva con dificultad y respiro hondo.
Sus manos las coloca sobre mi cintura y me acerca a él, yo pongo mis brazos entre nosotros para no tener su rostro tan cerca, me sonríe de una manera que no llego a comprender.

—Lo siento...—murmura sin quitar la sonrisa de su rostro, yo no contesto, ni hago un solo gesto, me mantengo seria mirándolo a los ojos luchado para no ver sus labios.—de nuevo, se que soy un idiota y que no parece que quiero arreglar las cosas contigo, pero de verdad quiero arreglarlo

—Tienes razón, no parece—contesto cortante y lo empujo alejándolo de mí, apago la estufa y me alejo de él para salir e ir a la sala.

Soy una débil, debí golpearlo, insultarlo, gritarle, hacer algo, pero tenerlo cerca de mí... No puedo de esa manera.

—Buenos días—levanto la mirada del suelo y sonrío.

—Hola Jace—dejo el teléfono en su lugar y comenzamos a caminar a la cocina.

Al entrar James camina hacia nosotros a paso apresurado y con los puños apretados, me pongo frente a Jason para evitar una pelea.

—James, no—digo seria, pero ni siquiera me mira.

—Más te vale que dejes de acercarte a ella, imbécil, si no quieres que te rompa la cara—no hay respuesta del otro, lo que agradezco o su humor empeoraría. Me mira y me toma del brazo quitándome del medio, poniéndome a su lado.—¿entendiste?—lo señala, Jason lo mira divertido.

—¡Buenos días familia!

Gracias a Dios por los hermanos tan gritones e inoportunos que me dio.
Se queda parado en la puerta observando la escena desconcertado.

—¿Sucedió algo?—frunce el ceño.

—Sólo aclaro unas cosas con Jason—dice dandome una mirada de soslayo, me suelto de su agarre y me doy la vuelta para preparar el café.

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Lo veo y ruedo los ojos, tomo un cojín y se lo lanzo pero lo toma con agilidad evitando el golpe.

Mis Hermanos y Yo [MISHYY #1] Where stories live. Discover now