Bajamos del Good Luck, mi corazón estaba a altas palpitadas, no vomité por ¿buena suerte? ¡Ja! Porque no traía comida quizá.
Mathew tenia una sonrisa de oreja a oreja, noté algo de burla en sus ojos, era un imbécil.
-Ahora si Lewis ¡largate!- le exigí.
-Hey tranquila Destiny, ¿a poco no fue genial?- sonreía sensualmente. Traté de fijar mis ojos en otro lado que no fuera él: Jeans negros ajustados, cabello rubio despeinado, sus labios…
-Casi muero allá arriba- dije recordando cuando casi creo que caigo de ese estúpido juego.
Mathew soltó una carcajada.
-¿Hablas en serio? – sonrió burlón y me molesté más.
-¡El carro casi se descarrila!- señalé la montaña rusa que empezaba de nuevo otro juego, al extremo, Mathew enarcó una ceja.
-Estas loca Destiny- rió - ¿Quieres algo de tomar?- preguntó.
-Vete ¡ahora! Dijiste que si subia a esa mierda no me volverías a buscar, si me veias darias media vuelta. Ahora hazlo.
Dije decidida, caminé hacia otro lado buscando a Sean, a Callie, quería abrazar a Sean, últimamente tengo los pelos de punta y creo el es el único que los devuelve a donde corresponder, igual mis latidos del corazón, bueno ¿es normal eso no? Aunque habia alguien más que así como aceleraba mi corazón lo calmaba –a veces- Mathew.
-¡Sean!- gritaba y nada… De pronto sentí un tirón en mi brazo: era Justin -¿Qué quieres?
-Destiny, se lo que prometí pero… - no lo dejé terminar.
-¡Lewis ya!- lo patee y el me agarró más de los brazos haciendo que estuviera a pocos centímetros de separación, una corriente eléctrica muy fuerte cruzo por mi columna.
-¿Me odias?- preguntó sonriendo burlón.
-¡Si!- traté de apartarme y me junto más a él, esto era incómodo.
-Ni si quiera me conoces- me dijo serio.
-Si no me agrada lo de afuera menos creo lo de adentro- respondí enfadada mordiéndome la lengua, porque lo peor era que lo de afuera si me gustaba y bastante, aunque tratara de negármelo.
-Dime una buena razón para odiarme- su tono de voz era sarcástico en especial con la palabra “odiarme”
-Porque eres un imbécil, insoportable, engreído, y no pierdes oportunidad para provocarme un ataque de nervios y enojo- le grité tratando de alejarme, sus brazos eran fuertes.
Se acercó aun más ami, digamos que solo unos 3 o 4 cm. Nos separaban, sus labios, mierda, quería besarlo ¿Qué pensé? No, más bien patearlo.
-Di “provocarme” otra vez, tu boca se ve provocadora cuando lo dices- me dijo rosando sus labios en los mios.
Me estremecí, mis piernas temblaban, mis latidos se aceleraron, la sangre corrió más rápido entonces…
-¡Destiny! ¿Qué?
Una voz interrumpió, me separé de inmediato de Justin al reconocer en segundos la voz: Era Sean que estaba parado frente a nosotros con Callie al otro lado, o no…
-¡Sean!- fui hacia el y se alejo.
-Perdon por interrumpir- dijo sarcástico estaba serio, noté desconcierto y tristeza en sus ojos, desilusión en su voz.
-No, Sean, no es lo que parece, déjame explicarte- me acerqué a el, Mathew estaba parado frente a nosotros con una pequeña expresión de burla en sus ojos. Mierda.
-¿Ah no? Explicarme que Callie y yo llevamos 15 minutos buscándote como locos porque quien sabe donde te metiste, ¡casi me muero pensando que te paso algo Destiny! Y me encuentro contigo y este tipo rubio teñido a punto de besarse. ¿Sabes que? No me digas nada tengo suficiente.
Sean me miró con frialdad y tristeza, parecía celoso aunque no entiendo por que, no es mi padre, ni mi novio solo mi mejor amigo. Pero tiene razón de molestarse.
-Soy Mathew Lewis y mi cabello rubio es natural, digo, para aclararte bro- respondió Mathew cínico.
Sean lo miró enfurecido.
-Sean por favor, déjame explicarte lo que paso. Escuchame- sollocé.
Sean me iba a acariciar el cabello pero retiro su mano y se empezó a alejar, mis ojos se llenaron de lagrimas, era más que mi amigo, ni un hermano, pensar una vida sin el parecía imposible.
Alguien lo detuvo, Mathew.
-¿Te digo un consejo Sean? Escucha a Destiny.
Sean rió.
-No lo arruines más Bieber- respondió él.
-Yo no lo arruino, ni Destiny Sabes Sean, yo no soy tu enemigo, yo no me interpongo entre tu y Destiny como apuesto piensas. –Sean lo miró con seriedad –Eres tú, tu propio enemigo.
¿Qué quería decir Mathew? Sean lo miró una vez más, luego a mi, iba decir algo pero opto por callarse e irse de ahí. Le grité y trate de alcanzar. En vano…
ESTÁS LEYENDO
My Happy Ending
Teen FictionMy Happy Ending | Al borde del peligro ¿podrás resistir la tentación? ¿O aun falta demasiado para tu final feliz...?