Cap 41: Miel

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No quise prestarle atención a sus palabras, sólo podía pensar en mi padre...ya muerto.

—¿Cómo lo mató?—pregunté mirando un punto fijo.

—L-lo en-envenenó—habló después de unos minutos.

Sentí que me pateaban él estómago, lo había envenenado aquel descarado.

—¿C-con que? ¿No podía salvarse?—pregunté, la ira comenzaba a florecer cada vez más en mi.

—Con semillas de ricina que se obtiene del famoso aceite se recina, al parecer lo colocó en una de sus bebidas y los órganos de tu padre fueron inflamándose hasta perder las funciones y...morir

—Vete...quiero estar sola—susurré, temblando de ira, la rabia recorría mi sangre.

—Lau...

—No quiero verle la cara a nadie ¡que te vayas! ¡Joder!—le grité sin mirarlo.

Él obedeció cabizbajo, no sin antes decir.

—No cometas una locura.

Las manos me picaban, necesitaba romper algo, juro que iba a romper algo y lo hice. Acabé con una pieza de porcelana que había en la mesa.

Y me derrumbé. No supe hacer más nada que llorar, llorar sin parar, intentando botar el rencor que nacía en mi.

No me molesté en preguntar de que había muerto papá en el hospital y me da impotencia saber que no murió por su edad sino porque... Lo asesinaron. Lo asesinó alguien con quien hacía negocios, se conocían, ¿cómo fue capaz?

Si mató a su propio hijo que se puede esperar de alguien como él.

Estaba tan enojada, con una impotencia que solo parecía aumentar, quería golpear a Mark. Estaba molesta conmigo misma, sabiendo que podía advertirle.

Intentando clavar mis uñas en el suelo, me lamenté y seguí llorando, viendo como mis ojos hacían un pequeño charco de lágrimas en el piso. Mis párpados pesaban y quise dormir.

Amanecí temprano recordando lo de ayer, llevaba algunas horas en la habitación de Ross, escuchando las tazas moverse y hacer un desastre. No quise bajar y me quedé allí. Aún no estaba preparada para hablar con él aunque sabía que también la estaba pasando mal.

Cuando repetí una y mil veces lo que le diría a Ross, bajé a encontrarme con él. Podía verlo sentado en la barra con un zumo frente a él, sin camisa y con posición desgarbada.

Caminé sin hacer ruido y abracé su torso pegando mi cuerpo a su espalda. Él se estremeció sorprendido y colocó sus manos sobre las mías, acariciándolas. Cerré los ojos y dejé un beso húmedo en su hombro.

Me acerqué a su oído y susurré:

—Siento mucho lo de ayer

Ross rápidamente se deshizo de mi agarre y se levantó, dejándome desconcertada.

—Laura, si quieres irte de casa está bien, puedes hacerlo pero espera a que encuentre un buen lugar dond...

Lo callé colocando una de mis manos sobre sus labios.

—Calla—le pedí sonriendo mostrando que todo estaba bien—Nada es tu culpa, Ross, nada es tu culpa, cariño

Sus ojos cargados de culpa parecían cristalizarse y lo sentí como un niño herido.

—No llores, no lo hagas.—le susurraba lentamente, consolándolo.

Y empezaba a llorar yo también.

Sólo Sexo |Fanfic 1°| [Raura]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن