Aprender A Quererte | Marcos Llorente

II

▷ Vitoria.
7 de la tarde.
Zona residencial dónde viven Ibai Gómez e Íngrid Betancourt.

— ¿De qué sirve que te mande la ubicación si te pierdes igual?

— Hija, es la primera vez que vengo desde que os mudasteis, además el autobús me ha dejado lejísimos. He llegado andando a dónde me has dicho y no te veo.

— Espera ahí, que cojo las llaves y salgo a tu encuentro, porque con las indicaciones que me has dado creo que sé dónde estás.

Bilbao y Vitoria tampoco están tan lejos, pero a Elena nunca se le ha dado del todo bien la orientación sobre todo cuando no conoce el lugar. Desde la boda de su hermana mayor e Ibai, no se han visto muchas veces, e Ingrid lleva bastante tiempo queriendo que Elena pasase unos días allí. Cuando alguien le quita los cascos la sacan de sus pensamientos.

— Pasarán los años y continuarás perdiéndote en los caminos más fáciles.— dice Ingrid cuando Elena se levanta del bordillo dónde la ha encontrado sentada.

Se abrazan.

— ¿Me explicas por qué estamos a una hora y no nos vemos casi?

— Pues no lo sé, pero eso debería acabar.— ríen — La casa está en la calle de al lado, pocas luces.

Las dos llegan a la casa donde su amiga vive con el ex-jugador del Athletic Club de Bilbao y desde hace un año jugador del Deportivo Alavés. Tres perritos las reciben cuando sacan oyen el traqueteo de la maleta de Elena. Íngrid hace un "house tour" para mostrar la casa a Elena y enseñarle dónde se alojará esta semana, la chica se percata de que otra de las habitaciones de invitados está ocupada:

— ¿Tenéis otro inquilino?

— Más o menos. Es un compañero de Ibai del equipo, vino cedido del Real Madrid, ¿no te lo conté?

— Algo me suena sí.

Elena va colocando sus cosas en los estantes del armario que tiene en su habitación esta semana cuando le llega un mensaje al teléfono. Se trata de Kepa Arrizabalaga, que le pregunta si ha llegado bien a Vitoria

— Cambiate, que nos vamos al cine.— dice Íngrid asomándo por la puerta

— ¿Y tu marido y su protegido?

— Van desde el entrenamiento.— confirma Íngrid

Elena se cambia, maquilla y ponen rumbo a los cines Yelmo. Allí les recibe Ibai con una sonrisa de oreja a oreja sosteniendo las entradas.

— ¿Y tu protegido? — le pregunta Elena cuando pasan los tornos

— Está en la cola de las palomitas. Me ha dicho que vayamos entrando.— explica el chico

— ¿Qué vamos a ver al final? — pregunta Íngrid

— Piratas del Caribe 5.

— Pues si me disculpais tortolitos, yo voy a ir al baño, nos vemos dentro.— cuenta Elena

Mientras la pareja entra a la sala, Elena aprovecha para ir al baño y lavarse las manos. Al salir vuelve a ir en su mundo, mirando al suelo, distraída.

Un vaso de coca cola por los aires que acaba en su camiseta y salpicando su cara, provocando que acabe en el suelo.

— Imbécil.— murmura ella después de verse manchada y en el suelo — ¡Podrías tener más cuidado! — grita