Capítulo I

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-¡¿Esto es algún tipo de broma?!- gritó Tristan, furioso.

El joven príncipe se había enterado que su hermana había sido llevada a una torre lejos y que se había dicho que la única forma de romper la maldición era que alguien la rescatara, y quien lograra rescatarla, sería el amor verdadero de la princesa. Tristan estaba que echaba humo. Estaba furioso con la estúpida maldición. Con la estúpida hada. Con sus padres que aceptaron tan estúpida "solución". Su hermana quería conocer el mundo y ser libre, no estar encerrada en una torre para después salir y casarse con un extraño que se quedaría con la corona y las tierras de la familia. Pero Andros y Honora estaban dispuestos a salvar la vida de Luna, sin importar el precio.

-Esto es necesario.- dijo Andros, tratando de mantener la calma

-¿Estás bromeando? Si todo sale como esa hada dice, Luna le dará el trono, tu trono, a un desconocido. ¿Es eso lo que quieres?

-¡Aunque te parezca increíble, me importa más mi hija que el trono! Tu hermana tiene una maldicion que la convierte en una estatua de metal- exclamó Andros -,el hada dijo que era mejor tratar de salvarla lo antes posible. La maldición de Luna la podría matar después de un tiempo.

-Iré a salvarla -declaró Tristan, decidido.

-No seas ridículo, eres su hermano, no eres su amor verdadero.

-Ok,, primero que todo, hay diferentes tipos de amor. En segundo lugar, debe haber algo más que pueda eliminar la maldición, como una poción, o un objeto.

-Oh, entonces ¿crees saber mejor que un hada sobre cómo borrar magia negra?

-¡Creo que hay una forma de resolver esto sin que Luna tenga que tener sexo con un completo extraño!.

-¡Tristan, por el amor de Dios! -exclamó la Reina Honora

-Iré a salvarla. Ustedes armen el estúpido Torneo y elijan al imbécil mas atlético como su futuro yerno, pero yo me iré ahora y encontraré la forma de salvar a mi hermana, cueste lo que cueste.

-Tristan, espera.- El chico se dio la vuelta al escuchar el llamado de su padre. Al ver sus ojos, Andros supo que no podría convencer a su hijo. El muchacho iba a irse, le gustara o no. -Llévate a mi caballo. Y toma.- Le entregó un mapa, donde el reino de Abdona estaba en el límite sur de la hoja. Una cruz roja estaba presente en la esquina derecha superior del mapa.- El hada dijo que Luna estaría ahí, en las Tierras de Ningún Hombre. Trata de evitar el Puente del Miedo, no es para nada una opción buena.

El chico se calmó y miró a sus padres. Honora miraba con cierto enojo a Andros, pero el Rey abrazó al chico. El príncipe después abrazó a su madre y se despidió. Mientras el Rey y la Reina lo miraban, el joven se fue corriendo a su cuarto, y agarró su armadura y su espada y escudo. Rara vez los necesitó, pero siempre los guardó en caso de una urgencia. Y este momento definitivamente lo era. Después de ponerse su nueva ropa y sus armas, se dirigió al establo, y agarró al caballo de su padre, Böhr, quien no opuso resistencia a ser llevado por el hijo de su amo. Y no habia motivos, Böhr siempre se llevó bien con Luna y Tristan.

Caballo y jinete salieron del reino y cabalgaron hasta llegar una colina. Era la medianoche. Había pasado apenas seis horas desde la maldición que sufrió Luna y la visita del hada. El chico dirigió la vista a su reino. Sus padres harían el Torneo. Lo que fuera para salvar a la hija. Pero sus esfuerzos serían en vano. Tristan hallaría la forma de salvar a su hermana. Y no tendrían que darle el trono a algún atlético con sed de gloria y honor. El chico tiró de las riendas y Böhr salió corriendo hacia el norte, hacia la nueva aventura...


Bueno, aquí está la nueva parte, no la desarrollé tanto como me hubiese gustado ya que lo hice un poco a las apuradas, pero estoy satisfecho con el resultado final. Espero sus comentarios!!! Gracias por leer!!!! 

Tyler Gianluca Laos

Finding True LoveWhere stories live. Discover now