CAPITULO 2

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Después de clases mi madre aún no había llegado, y la casa estaba completamente oscura como siempre que llegaba desde que mis padres se dejaron, solo el reloj con los dígitos rojos que marcaba las 6:30 p.m. iluminaba un poco, mejor dicho casi nada. El clima seguía amenazando con llover, pero no lo hacía no caía ninguna gota, sin prender ninguna luz porque me parecía innecesario; me fui directo a mi habitación, encendí la luz del escritorio y estudio como una maniática compulsiva, absolutamente todas las asignaturas, me tome muy apecho lo de mejorar en mis estudios; tenía que volver a ser la mejor de la clase, no importaba si me quedaba toda la noche haciéndolo.

Cuando vi el reloj eran las 12:04 a.m. así que decidí salir porque no oí que llegara mi madre del trabajo, ya iban dos días que llegaba tarde así que pensé que hoy no iba hacer la acepción. Salí de mi habitación sin antes quitarme el uniforme que aun llevaba puesto y ponerme el pijama de ositos que mi papá me había comprado en una tienda del centro de la ciudad, ya sé que era muy infantil pero por algún motivo cada vez que la uso me recordaba a él y me sentía más cerca.

Prendí todas las luces al salir, pero no había rastro de otra alma en mi casa; aparte de la mía. También opte por entrar a su habitación pero tampoco había nadie. Me estaba preocupando así que corrí hacia mi cuarto y agarre mi teléfono, en cuanto encendí la pantalla vi que tenía un mensaje nuevo, era ella, lo abrí enseguida y decía que tenía mucho trabajo y no llegaría esta noche a casa, había comida en la nevera y que no me preocupara. Realmente no tenía hambre y eran las 12:30 ya; así que solo me tumbe en la cama y caí en un profundo sueño, sin pensar tanto en mi madre y en que cada día que pasaba nos íbamos haciendo más ajenas una a la otra.

....

Por la mañana decidí hacer el maravilloso esfuerzo de levantarme más temprano de lo habitual; ya que no quería llegar tarde como siempre '' ¿Quien dijo que los milagros no existen?'', no tarde mucho en alistarme y salir de casa; sin desayunar claro, logre salir a las 7:25 a.m. jamás en mi vida preparatoriana me había ido tan temprano a la escuela, mi madre no había llega, trate de que no me importara pero era imposible, así que decidí llamarle, antes de cerrar el pequeño cancel de afuera de mi casa llame a mi madre, vaya respuesta que recibí.

- ¿Hola? - era la voz de un hombre - amor alguien llama.- bum ese '' amor'' hizo que me derrumbara, pensar que mi madre me deja sola para irse con un hombre que claro estaba que no era mi padre, después de apenas 5 meses de divorciarse. No conteste, solo colgué.

No me había dado cuenta que cuando estaba cerrando el cancel estaba llorando, me limpia las lágrimas que no dejaban de salir y seguí caminando cabizbaja por la acera a paso rápido. Cuando choco con alguien, musite un entrecortado '' lo siento'' ya que seguía tratando de aguantar las lágrimas, pero cuando le veo a la cara la vergüenza me consume, era mi vecino que se quedó con la boca entre abierta en reacción de sorpresa al verme lloriqueando y con la cara hecha un desastre en plena mañana de un jueves soleado. Yo no dije nada más y eche a correr lo más rápido que puede.

Ahora creo que soy la única persona en este mundo que no le aplicaba el refrán de ''Al que madruga, dios le ayuda'', hoy que decidí empezar con el pie derecho, levantándome temprano termine, a) Descubriendo que mi madre se la pasa con un hombre dejándome sola y sin alimento alguno. Porque no había nada en la nevera más que un jugo de naranja b) Mi vecino me vio llorar y con el rímel corrido. Solamente porque no es 31 de octubre y no era de noche; sino apuesto a que pensaría que es un disfraz de una colegiala trastornada que acababa de huir de un manicomio con la cara de quererle matar c) Me estaba topando a mucha gente de mi escuela, como siempre voy tarde no me topo más que a dos o tres personas, pero ahora eran como un enjambre de abejas, salían por donde sea. Parecía que era la hora pico de ir a clases. En la calle, en el autobús... donde sea había algún estudiante de mi instituto.

En un Susurro; Te Quiero (No Editada) Where stories live. Discover now