* Ojos totalmente abiertos *

¿Por qué nadie quiere escucharla? Es necesario conocer las palabras correctas, de lo contrario su corazón se convertirá en piedra.

Sólo confusión quedó dentro de su pobre alma, hilvanando en una gran madeja que su mente se encargará de deshilar tarde o temprano.

Oscuro... Oscuridad completa y luego claridad; ella cae sobre una piedra, sin poder abrir los ojos por el sofocante brillo.

Soledad... de nuevo de pie, llena de orgullo sin nada que amar, solo la fuerza que carga en su cuello.

Ella camina sin rumbo, tiene miedo pero no sabe de qué, sigue caminando, se toca la frente y acomoda su pelo.

Una vez más el miedo, pero no se detendrá, aunque las piedras causen ese terrible dolor en su cuerpo, el incesante tamborileo.

Buscando la calma que en el amor no pudo encontrar, llorando por la confianza que un humano le negó y rezando por la fe ciega de un Dios distante.

Papaloteando fuego y centellas, una mariposa muestra coraje, caricatura de colores al rededor de su cabeza; moja la piel de esta pobre criatura.

Siendo más letal la belleza del incandescente jugo segregado por la mariposa que la simplicidad de una daga escondida en el bolsillo de un delincuente a la hora equivocada de su madre al entrar en su habitación.

Lejos de perecer en lo que parece la tarde fúnebre que convierte en innecesario a ese ridículo tamborileo. Por fin bebe del jugo saliente de la mariposa.

La respiración ahora se hace imposible, desesperadamente corre de nuevo sin rumbo fijo, la vista se nubla, una sensación de humedad aprisiona su cuerpo.

Y después todos la escuchan, la confusión ha desaparecido y la piedra se derritió como lava ardiente. Las palabras correctas salieron a flote, al igual que varias burbujas flotaron, escapándose de su nariz y boca; por fin ella respira bajo el agua.