iii

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—Ey, nena.

Esas palabras eran las primeras que Alexia Harrison oía todos los días antes de sentarse en aquella mesa del aula de Defensa Contra las Artes Oscuras. Seguidamente, entraría el profesor Lupin e intentaría ocultar una sonrisita al ver que Alexia y James tenían la misma cara de frustración.

Pero aquel día fue distinto. James no se presentó a clase. Tampoco lo hizo el profesor Lupin. Dominique no estaba cuando Alexia se había despertado y Scorpius parecía igual de confundido al no ver a Albus por ningún lado.

—¿Sabes lo que les ha podido pasar, Scorpius? Ahora mismo, no hay nadie en el colegio que lleve el apellido Weasley o Potter.

El joven Malfoy, por toda respuesta, se encogió de hombros y suspiró.

Alexia se despidió del rubio con una gesto de cabeza, y se encaminó hacia la clase de Transformaciones, sin saber que, en la Madriguera, todos lloraban la muerte de la gran Molly Weasley y que eso traería cambios en su vida.

red • james sirius potterWhere stories live. Discover now