Mi mundo se calló al escuchar las últimas palabras de Gemma.

—Ray está con ella, de hecho, se acaba de ir con ella hace como tres horas, había estado contigo. Le ha pedido tu diagnóstico a Matt, pero éste ha dicho que no podía dárselo, por lo que se han enojado fuertemente, Mattew me dijo que solo te lo diría a ti.
—No sé cómo tomarme eso Gemma —dije con la voz quebrada.
—Tranquila Cathy —dijo abrazándome— estoy segura de que Matt lo hizo por secreto profesional. A demás, por respeto a ti.

—Cathy querida —dijo Mattew entrando en la habitación— lamento no haber venido antes...
—Descuida Matt —dije secándome las lágrimas.
—¿Lo recuerdas verdad? —dijo bajando la sonrisa. Yo asentí.
—Lo hago, Matt ¿Qué sucede? —dije con voz preocupada y fue Gemma quien dio voz a la pregunta que tanto temía.
—¿Está todo bien con Cathy?

—Gemma es un tema algo delicado... es por ello que no quise decir nada a nadie que no sea Cathy.
—Matt, estoy aquí, ¿Qué sucede? —le pregunté.

—¿Por qué diablos nadie me avisó que Cathalinna había despertado? —dijo un furioso Ray.
—No creí que fuese importante... aquí Gemma es la persona más cercana a ella —contestó seco Matt.
—Mattew —dije intentando intervenir— ¿Qué es lo que sucede con Clary? ¿Me responderás por fin?
—Cathy... —él captó la intensión de mi cambio de tema— tiene una Arritmia, nada de extremo cuidado, pero debemos cuidarla mucho Cathy, hay que tenerla vigilada.
—¿Cuánto lleva en coma? —pregunté con voz ahogada.
—Entró al coma ayer, y es incierto cuánto duré así.
—Lo del corazón... ¿Ya lo tenía no es así? ¿Eso no fue resultado del accidente? —pregunté.
—No Cathy, no fue resultado del accidente. De hecho, están pendientes varios estudios, porque eso fue lo que pudimos detectar antes de que entrase en coma. Los estudios restantes quedarán pendientes para cuando despierte.

—¿Y del accidente Matt? —pregunté viéndolo a los ojos.
—Tuvo varios cortes en el brazo derecho... por lo demás está íntegra físicamente —me miró significativamente y antes de salir por la puerta agregó— regresaré después Cathalinna.
—Gracias Matt.

Gemma también salió de la habitación una vez me hubo dado un beso en la frente, dejándome sola con Ray.

Fue entonces cuando Ray se permitió llorar. Solamente cuando estuvimos solos, se permitió mostrar su lado más vulnerable. Me dolió verlo ahí parado, justo en medio de la habitación, con los hombros decaídos, las manos en puño y con gruesas lágrimas surcando sus mejillas. Indefenso, decaído y cansado.

—Ray —le dije con mi voz totalmente quebrada. Él me miró y al mirarlo a los ojos, lo vi totalmente perdido. Le extendí los brazos y él no dudó en llegar a ellos.

Lloré con él. No estoy segura de cuánto tiempo lloramos abrazados, pero de algo estaba segura. No lo iba a soltar en ese momento, no cuando más me necesitaba, no cuando más lo necesitaba yo también. Mi pequeña estaba mal, estaba en coma... y no iba a dejar que se sientiese sola, ni ella ni Ray, no ahora.

—¿Qué voy a hacer Cathy? ¿Qué haré si mi hija no despierta?
—No pienses eso, ella es fuerte, ella va a despertar, te lo prometo... es una luchadora y ella va a luchar para estar de nuevo contigo.

No nos dijimos mucho más. De hecho, estuvimos en silencio la mayor parte del tiempo. Ray había jalado una silla y se había sentado junto a mí, aferrándose a mi mano con fuerza. Inclusive dormido no me soltó ni un momento.

Gemma llegó a suplir a Ray unas horas después, y éste a regañadientes se fue.

—¿Hablaron? —preguntó.
—No, no encontré nada que decirle... las palabras no salían por mi boca.
—Te noto más tranquila —dijo Gemma.
—Pues no es precisamente que esté más tranquila, Gem, pero definitivamente estoy pensando con la cabeza un poco más fría.
—Qué bueno que pienses así amiga... porque llamó Dayno —dijo con una mueca rara— y dice que vienen para acá... todos...

La Ilusión de una Verdad |ECAP 1|Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum