Recuerdos

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A la mañana siguiente, Harry se sentía algo culpable de haberle prometido a Severus quedarse con él toda la noche, y que éste al despertar tuviera la desilusión grabada en su rostro.

Pero mientras subía las escaleras hacía el despacho del director, intentó calmarse y decirse a sí mismo que todo estaría bien, era absurdo preocuparse con eso, era algo que tenía que hacer, no podía quedarse toda la noche con él y levantar sospechas de porqué no había dormido en la torre; más aún por las preguntas de sus dos mejores amigos si hubiera llegado a pasar.

Cuando llegó a la entrada tocó tres veces la puerta, recibiendo un neutral pase del director.

Entró decidido, ya que las visitas con Dumbledore ya eran acostumbradas.

- Buenas tardes Profesor.

- Buenas tardes Harry, ven, sientate. Espero que te esté yendo bien en las clases - dijo Albus divertido detrás de su escritorio.

- Tan cotidianas y agotadoras como siempre. Aunque, la profesora Umbridge no nos lo pone fácil - Harry escupió el apellido de la profesora.

- Si, lo entiendo. Por eso es que te llamé brevemente para darte algunas advertencias sobre ella. El Ministerio la mandó aquí para vigilar Hogwarts, ya que el viejo Fudge aún no acepta las claras evidencias que muestran que Voldemort ha regresado...

- Pero si las evidencias están en sus narices, son muy claras.

- Lo sé, Harry, y creo que todo el mundo lo sabe. Pero él se empeña en no creerlo, la guerra anterior lo ha dejado, podría decirse, traumatizado; y la simple posibilidad de que se desate otra, es demasiado terrorífico para él.

- Ya veo, pero ¿porqué la gente no le da el conocimiento también, y le abren los ojos?

- Pues, bastante gente es débil de pensamiento, y como antes lo mencioné con Cornelius, el temor es algo muy influyente en la gente. Si el ministro de magia dice que todo está bien, ellos también lo creerán; sus vidas normales y tranquilas son muy valiosas para ellos como para que vagas y no confirmadas "Sospechas" los hagan perderlas.

Harry bajó la mirada pensativo y con el ceño fruncido de inquietud y molestia.

¿Cómo podía la gente ser tan cobarde como para no admitir algo que está acabando con tantas vidas?
Pero pensó que jamás comprendería a la gente, sus ideales parece que eran diferentes a los demás, y se había dado cuenta de que no todos están dispuestos a sobrellevar los problemas.

- Pero no te desvivas pensando en eso, Harry, hay cosas más importantes en las que te debes preocupar. Una de ellas, aprender Oclumancia - le dijo el director con una sonrisa -. El profesor Snape te verá después de la cena, no llegues tarde, o podrías saldar más cuentas de las que crees.

El chico no lo comprendió del todo; Dumbledore sólo le guiñó un ojo y le dijo que ya se marchara para que se preparara para esta noche, Harry así lo hizo con la duda anterior y abandonó el despacho yendo rumbo con sus amigos.

El día fue pasando tan rápido como empezó, tal vez por la perspectiva de que ahora, esta misma noche vería a su amado, a su ahora pareja; y ahora que lo pensaba más detalladamente le emocionaba en demasía. Ahora todo había cambiado, ahora sentía que jamás estaría sólo, porque, a pesar de estar rodeado de gente, habían pocas personas que realmente estaban con él, que lo ayudaban y lo hacían sentir parte de algo en toda su vida, la vida que le fue arrebatada. Pero ahora pensaba ¿qué habría pasado si hubiera estado con su familia? Si hubiera pasado el tiempo en su casa, luego a Hogwarts, y siendo feliz. ¿Habría él tenido a Hermione y a Ron como sus mejores amigos?
¿Habría pasado por todas estas aventuras, que si bien no todas fueron por decirlo emocionantes o lindas, lo hicieron ser más valiente y audaz? Pero lo más importante... ¿Habría él notado a Severus? ¿Hubiera estado con él en estos momentos, siendo tan feliz a su lado?

Bajo La Lluvia Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ