Forbidden

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"¿Quién ha osado susurrar que lo prohibido es augurio de maldad y que la inocencia no puede habitar entre las tinieblas?"


Un suspiro escapa entre sus mortecinos labios en la oscuridad sin fin que procuran los árboles en el anochecer mientras su piel es el único reflejo de pureza en un paisaje desolado donde los hombres no se atreven a vagar y puede escuchar su propia respiración como una melodía silenciosa entre los sonidos de la naturaleza que buscan ocultar su esencia de los suyos, pero no de él.

"Está aquí" piensa al escuchar una rama resquebrajarse y aunque sus sentidos ignoran parte de su naturaleza, conoce aquel eco de sus pasos acariciando la tierra de la misma forma que el sutil susurro de su aliento que augura un destino cruel para aquellos que se atraviesen en su camino.

Siente su respiración acariciar su piel fría mientras está sentado en aquel viejo árbol que vio su fin en un día de tormenta, pero ni siquiera se estremece porque conoce de sobra la sensación de su calor en su figura que carece de toda señal de él.

–Su osadía podría costarle la vida, su alteza –murmuró, dejando que su aliento acariciara su oreja–.Darle la espalda al enemigo no es digno de su raza.

–La vida no forma parte de mi naturaleza al igual que la tranquilidad no forma parte de la tuya –respondió sin inmutarse por sus palabras–.Que la eternidad reine mi existencia atándome a este mundo no significa que sea una vida.

–Quizás no, pero incluso aquellos ocultos en las sombras que toman el elixir carmesí a la luz de la luna pueden experimentar la vida o ¿no?, por eso beben, por eso bebes de mí...

Sus ojos miraron al joven de pie frente a él luego de que rodeara su figura, mostrándole el brillo ambarino que delataba su naturaleza y aunque su apariencia fuera todo menos amenazante en ese momento, sabía que una vez que la transición se llevara a cabo sus caninos serían tan peligrosos como una cuchilla en su corazón.

–Bebo de ti porque mi corazón te anhela al igual que el final de mi existencia carente de sentido, bebo de ti porque eres lo único que he deseado sinceramente en mi eternidad –corrigió–.No confundas mi necesidad de satisfacer mi sed con la necesidad de sentir volverme uno contigo.

Las manos del joven de piel morena acariciaron sus mejillas en un gesto demasiado delicado para alguien de su origen y empaparon de calor su existencia al igual que hicieron sus labios cuando acariciaron los suyos en una danza prohibida para ambos.

–Siempre tan meticuloso con las palabras –masculló contra sus labios mientras sus ojos miraban aquellos que ocultaban la maldad de su sangre tras un tono marrón oscuro–.Tu título y tu estirpe han condenado tus sentimientos detrás de esos labios castos que no han conocido otra cosa más que la crueldad, pero a diferencia tuya, los míos somos todo instinto, por ello creo conveniente ser quien lo diga. –Y sus labios se curvaron en una sonrisa–.Te amo.

–Imprudente –farfulló, pero no hizo nada por apartarle, por detener aquellos sentimientos que se reflejaban en sus pupilas y que le decían en silencio que no mentía al igual que habían hecho en ocasiones anteriores.

–Deberías saber más que cualquiera que la imprudencia forma parte de los hombre lobo, por ello estoy aquí seduciendo a quien es mi enemigo por naturaleza simplemente porque mi lado humano ha sido atrapado por tu presencia mientras que mi otra mitad ya te ha reclamado como suyo.

–Un hombre pretencioso como tú debería ser castigado por hablarle de tal forma a alguien con mi título, pero me temo que ya has firmado tu condena al igual que yo he firmado la mía al compartir tus sentimientos.

Vio sus labios acorazonados formar una pequeña sonrisa y se acercó para estrecharle entre sus brazos, aspirando aquel aroma que habitaba en su memoria mientras esperaba el momento indicado para verle cuando la ignorancia de los suyos era suficiente para desconocer que uno de los alfas de la manada deambulaba en el anochecer para sucumbir ante la presencia del príncipe del enemigo de su pueblo y reclamar su figura, dejando que sus rituales se mezclaran mientras se amaban.

Pudo percibir su respiración volverse más pesada y supo entonces que la luna estaba en su punto más alto esa noche, por lo que pronto aquella figura delgada que le sujetaba comenzó a cambiar a la par de sus ojos que dejaron nacer el rojo en ellos como una advertencia natural al peligro que representaba su presencia.

Escuchó las ramas agitarse a la lejanía y miró al lobo sentado frente a él entendiendo lo que sucedía esa noche.

–Te amo, Kai... –susurró y dio un paso hacia atrás al escuchar el sonido volverse más fuerte, anunciando que se acercaban–.Encontrémonos de nuevo cuando la oscuridad reine de nuevo.

La noche susurraba peligro y el bosque esparcía su perfume ocultando su esencia de las figuras que corrían entre la oscuridad bajo la luz de la luna que formaba parte de sus orígenes; pudo escucharlo aullar en la lejanía cuando el corazón palpitando en su pecho se tranquilizó al atravesar los límites de su territorio y supo entonces que le esperaría de nuevo, aun cuando estuviera dándole la espalda a los suyos de la misma forma en que hacía él cada vez que mostraba su cuello en señal de rendición y entregaba su cuerpo para tomar el suyo al igual que su sangre para formar un lazo que conocía por primera vez en su inmortalidad.

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⏰ Last updated: Jul 23, 2017 ⏰

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Drabbles KaisooWhere stories live. Discover now