ACÉPTALO ERES MÍA (En Edición)

CAPÍTULO 26

  Por culpa de su huida tendría que esperar a que Taylor saliera del cuarto para ir por sus cosas, estaba sentada en un marco de ventana mirando los jardines cuando recibió el mensaje de Matt, bien tenía algo que hacer, esperó hasta que los pasillos estuvieron desocupados para ir al área de los dormitorios, con una horquilla volvió a abrir la puerta del cuarto de Matt, entró y tomó una maleta pequeña del armario, buscó en los cajones y sacó tres juegos de ropa completos, eso debía bastarle porque no cabía nada más en esa maleta pero aun así tomó otra chaqueta, sabía que él adoraba su chaqueta de cuero negra por lo que se la llevaría. Recogió su bolsa y salió rápidamente de la academia, antes que alguien la viera, debía comprarse un coche, porque estuvo más de una hora intentando coger un taxi, ya no importaba porque estaba en el edificio, por alguna razón tenía más esperanzas que nunca, casi estaba segura que todo era una mentira de la tipa esa, sí, debía ser una mentira, ella no había hecho nada malo para que la castigaran así, y si contaba con los pro y los contras eran más los pro, dejarían que los chicos se encargaran y ella cuidaría de Matt ese tiempo, eso los uniría más... sí, debían pasar este tiempo juntos y así sabrían si había futuro en ellos... ¿Por qué la puerta del departamento estaba abierta? Se apresuró por temor de lo que pudiera encontrar pero las voces la detuvieron en la entrada... más bien lo que decían esas voces... y quién las decía... las manos se le iban helando conforme escuchaba...

«Deja de insultarla... está bien, vámonos Jasmine nada tenemos que hacer aquí... si la echas a ella me echas a mí. Chaz por favor solo déjalo... no necesito la maldita prueba okey. Me casaré con ella, me casare con ella, ME CASARÉ CON ELLA, no necesito la maldita prueba»

No podía escuchar más, no podía seguir ahí parada haciendo el ridículo, no podía... su alma estaba rota, no se podía tener tanto dolor, con la poca fuerza que le quedaba giró y corrió, corrió a las escaleras, pero en vez de escapar del edificio subió a la azotea, las azoteas siempre estaban vacías, y ella necesitaba soledad... tropezó y cayó al piso, pero no tuvo fuerzas para levantarse, no tuvo fuerzas para nada, solo se acurrucó y dejó que las lágrimas salieran, se sentía tan idiota, tan crédula, tan joven, era la bruta más grande del planeta, eso le pasaba por creer en él, por creer que la quería... dios es Matt, Matthew Playboy Brandom, el mujeriego más grande del planeta, él solo... oh dios jugó con ella, él se estaba riendo de ella pero ya no podía seguir con su tonta broma porque iba a ser padre, le vio la cara, todas las dudas... todas sus reticencias eran ciertas, el bastardo jugó con ella ¿Por qué dudo? ¿Por qué lo dejó atravesar sus barreras? Era una boba... oh dios no soportaría verlo... no soportaría ver su cara con esa maldita sonrisa de arrogancia, no podría sobrevivir si él le destapaba el juego como seguramente haría. Después de horas de llorar en esa azotea se levantó y bajó por las escaleras, tenía la maleta en la mano, sería lo más madura que podía, tenía que ser adulta, debía ser fría, no le dejaría nunca ver el daño que le causó, miró la maleta y supo lo que debía hacer... caminó hasta la puerta oscura, tocó el timbre y esperó, cuando Chaz abrió ella le estiró la maleta.

-Ariadna... tus ojos...-

-Sí, lo sé, están hinchados, toma es de tu hermano... el me pidió ropa... pensé dejarla aquí yo no...-

-Dios, Ari escúchame nosotros no permitiremos que...-

-No me cuentes, no quiero saberlo, yo solo no sabía dónde dejar la maleta... por favor guárdasela yo tengo que irme.-

-¿Qué pasa? ¿Por qué hablas como si...?-

-Como si supiera que tu primo solo quería jugar conmigo, como si soy la bruta más grande de la academia...-

-No. No Ari, Matt te quiere...-

-No digas eso. No es verdad... Yo los escuché Chaz, él se va a casar y...-

-No Ariadna, estás malinterpretando las cosas... esa chica vino hasta acá y... Matt solo reaccionó porque se siente acorralado... él te quiere...-

-Él dijo que se casaría con ella, él dijo que no necesitaba pruebas de que era su hijo maldita sea Chaz.-

-Lo sé, pero él...-

-Basta, por favor, me hace daño Chaz, tu primo me hace mal... no necesito esto, no tengo por qué lidiar con todo esto... él solo quería jugar, déjalo así, no quiero más... yo necesito... paz. Por favor dile que... no le digas nada.-

-No, estás cometiendo un error... Matt te quiere, yo sé que te quiere...-

-Gracias Chaz, por intentarlo, yo realmente lo aprecio pero... me hace mal.-

Caminó hasta el ascensor y no volteó cuando Chaz dijo su nombre, tenía que avanzar y no voltear, lo mejor que podía hacer era olvidarse de todo. Uno de los guardias del edificio le pidió un taxi y ella esperó sin ver nada, sentía que algo había muerto dentro suyo, le dio la dirección de sus padres al taxista y dejó que las calles pasaran sin pensar, sin ver, sin respirar y sin vivir. Al doblar en su cuadra y ver la vieja calle sintió que se le oprimía el corazón, o lo que quedaba de él, el coche se detuvo frente a la casa Deep, la casa seguía igual a como la recordaba, pero mirando esas murallas supo que no era ahí donde debía estar, no necesitaba a sus padres encima de ella en ese momento, por lo que hizo que el taxi siguiera, casi lo hizo tragar las calles y agradeció llevar dinero en su bolsa, se bajó en la plaza cerca de la academia y llamó a Claire, no sabía a quién más recurrir, sentía que no tenía a nadie pero ella era su amiga, su mejor amiga, la esperó unos minutos pero ella apareció casi enseguida, y sin decir ni una sola palabra la abrazó y la dejó llorar, cualquiera juraría que no le quedarían más lagrimas pero si quedaban...

-¿Qué tienes amiga? ¿Dime qué pasa? ¿Dime quién te hizo daño para matarlo? Habla amiga por favor... ¿Qué tienes?-

-Me rompió el corazón Clay, me rompió el alma... me destrozó...-

-¿Es ese bastardo de Matt cierto? Lo sabía, sabía que tenías algo con él... ¿Qué pasó? ¿Qué pasó para que bajaras la guardia con él?-

Y por fin pudo abrir su corazón, le contó todo desde el principio porque necesitaba sacarlo de su organismo, porque necesitaba exponerlo para poder exorcizarse, Clay la escuchó en silencio todo el tiempo, no pudo evitar hacer gestos pero no la interrumpió, dejó que vomitara todo el veneno que tenía dentro...

-No sé qué decirte Ari... me duele el corazón que te pasara todo esto... me duele y siento deseos de matarlo a él y a esa víbora...-

-No quiero volver Clay... no quiero verlos, no quiero sentir, si pudiera arrancarme los sentimientos y no volver a sentir nada el resto de mi vida lo haría sin dudar... creo que dedo ir a casa...

-No amiga, tu instinto no te dejó bajarte en la casa Deep por una razón, sabes que no necesitas a tus padres preocupándose por ti, ahora lo que necesitas es calma y aire fresco y se dónde lo conseguirás... solo espérame unos minutos aquí.-

Se quedó jugando con los cierres de su bolsa mientras su amiga se ausentaba, antes le dijo que se arrancaría los sentimientos pero ya no podía sentir nada, estaba en calma... buscaba en su interior y no sentía nada, estaba bien... porque no quería sentir, pero incluso así sentía el vacío, la soledad, un agujero en el lugar donde debía estar su corazón, simplemente ya no le quedaban lágrimas... simplemente ya no le quedaba la energía necesaria para seguir llorando, y como no estaba pensando en nada... Clay la llamó desde el coche de... ¿era el coche de Dylan? Pero como él no estaba en el auto se subió...

-Ten... úsalas.-

Tomó las gafas y se las puso, no quería discutir y no le veía el caso de todas formas, dejó que su amiga condujera por la ciudad sin ver las calles, pero cuando se detuvo frente al edificio de Kyle se quitó las gafas y la miro.

-No pongas esa cara, Kyle es el único de tu familia que necesitas en este momento.-

-Pero él se va de gira con su banda Clay...-

-Por eso es perfecto, solo piénsalo, unos días lejos de la ciudad, con tu hermano, que no dejará que nada malo te pase... que te cuidara y subirá el ánimo... aire fresco... dios te voy a extrañar horrible pero es lo mejor amiga. Es como desintoxicarse... ¿Quieres que vaya contigo?-

A Kyle no le molestó incluirla en la gira, cargar su maleta hasta su departamento y decirle a qué horas salían al día siguiente, como estaba presente Clay él solo la miró a los ojos sin hacer ninguna pregunta, pero esa misma noche la interrogó, Ari no le dijo nada, le rogó que no le preguntara...

-Okey, no voy a seguir preguntando si no quieres hablar, solo...-

-Kyle, hermanito créeme que no querrás saberlo.-

-Quizás tengas razón loca, pero soy tu hermano, no me gusta ver esa mirada ni esa carita, y la verdad me gustaría saber si tengo que romperle la cara a un tipito que te haga daño...-

-Te quiero hermano, y ahora solo necesito aire fresco... cuando necesite que golpees a alguien te llamaré definitivamente.-

-Ni lo dudes.-