"cuarto compartido"

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-Creo que unas mil veces -respondí tratando de alejarme.

-¿Tan pocas? -Él y su romanticismo me enfermaban para bien y para mal-. Entonces tendré que decírtelo unas mil veces más por el resto del día.

-JiMin, basta -me liberé de su agarre.

-Gruñón -murmuró, pero igual lo escuché.

SunHee regresó y nos fuimos a la escuela. Me dejaban conducir en la semana para trasladarnos cada vez que quisiéramos: Para ir a la escuela, para volver a casa, para visitar a mis amigas o dejar a mi futuro esposo en la pastelería que trabajaba.

-Te iré a dejar a tu salón, tengo que hablar con KiHyun -dijo cuando llegamos a la escuela y caminábamos por los pasillos.

Asentí en silencio, ¿de qué querría hablar con él?

- ¡La pareja del año, YoonGi y JiMin! -exclamó mi queridísimo amigo cuando nos vio entrar. Mis compañeros se rieron y nos dieron golpes en la espalda como saludo; las chicas mantuvieron la distancia, pero miraron de reojo a Park.

Él apartó a KiHyun en seguida y estuvieron conversando hasta que la campana sonó. Se veían serios, parecía ser un tema de suma importancia del que hablaban.

El pelinegro se acercó a mí y me besó en la frente como despedida, los demás no esperaron a gritar cosas obscenas acerca de nosotros.

Y eso que recién eran las ocho.

En el recreo busqué a mis amigas. SooYoung estaba saliendo de su salón cuando la encontré. Le pregunté si había vuelto a ver a HoSeok y me dijo que esa tarde la iría a buscar a la salida; se veía feliz y enamorada. Lástima que sus padres no aceptaran a cualquier chico como su novio, eran muy estrictos y siempre discutían. Aun así, ella era alegre y estaba dispuesta a olvidar sus problemas con tal de ayudar a los demás.

Cuando se nos unieron Bom y Hye, comenzamos a hablar de cosas sin sentido hasta que Soo tocó el tema de la boda.

-Creo que deberías contratar a alguien para que te ayude a organizar el gran día, ya que como estarás en clases y JiMin esta más que ocupado...

-Todo calculado, Soo -le respondí-. La hermana de TaeHyung es organizadora de eventos, el otro día hablamos por teléfono y ella se encargará de todo.

Con eso quedaron más tranquilas y continuamos como si nada. Sin embargo, cada vez que decían la palabra "boda", mi estómago se retorcía; los nervios que sentía de sólo saber que compartiría mi vida con Park eran insoportables. Y estaba seguro de que no sería como estos diez años de peleas. Él quería que yo fuera su esposo y compañero de toda la vida, no YoonGi Descerebrado.

A la salida, busqué a mi hermana menor y nos fuimos a casa. JiMin se iba directo al trabajo y para eso sólo tomaba el autobús.

A veces, aunque me costara admitirlo, me gustaría ser como JiMin. Él era listo, agradable, la gente lo amaba y podía hacer lo que quisiera. En cambio, yo era pesimista, tonto, despistado y mal agradecido. ¿Por qué él se había fijado en mí? Seguro fue porque pasamos más de la mitad de nuestra vida juntos. Y ahora esperaba pasar el resto de lo que nos quedaba.

Me encerré en mi cuarto a esperar a que dieran las ocho, la hora en que el pelinegro terminaba su turno y yo iba a recogerlo. Leí toda la tarde mi libro de Peter Pan, ese que Park me regaló.

Un lado me decía que tenía que casarme con el chico de labios gruesos porque se lo debía y otro me gritaba que esto era una injusticia. Sin embargo, un término medio susurraba que él de verdad me gustaba, que lo quería y que con el tiempo llegaría a amarlo. Bajé el libro y lo guardé en el estante que tenía al lado de la ventana al darme cuenta que no podría concentrarme si seguía pensando en él.

cásate conmigoWhere stories live. Discover now