Enamorada de mi pesadilla

CAPITULO 1- La Feria

Me desperté esa mañana con el objetivo en mi mente, no suelo ir a ferias o a circos en general por que no soporto los payasos, me aterran, con su cara pintada y esa sonrisa macabra, me da escalofríos de solo pensarlo...

Pero incluso una persona como yo, necesita superar sus miedos en algún momento ¿no? tengo miedo la verdad pero esto es lo que hace la gente en la televisión cuando tiene alguna fobia. En fin, aquella tarde después de almuerzo me dirigí a la feria en mi bicicleta, a una velocidad baja y tomando el camino mas largo que podía, aproveche de comprarme unos dulces de camino y al llegar sentí como si se me viniera el mundo encima, una sensación de hormigueo en mis piernas me mantenía clavada al suelo sin poder hacer mas que respirar y desviar la mirada de la entrada de ese turbio lugar.

Después de calmarme un poco me dispuse a entrar lentamente sosteniendo una vara, lo cual era ridículo por que con mi fuerza apenas podría raspar un poco a mi contrincante. Una vez adentro pude ver los letreros con una pintura desgastada y rociado por encima con graffitis de adolescentes que seguramente habían venido después del cierre, aun quedaban palomitas añejas en el suelo de la ultima función que dieron, y la carpa estaba llena de agujeros producto de el desgasto de la tela.

Una vez dentro me recibió una brisa fría, y al enfocar en la oscuridad pude divisar los cientos de asientos vacíos tras el escenario principal, el cual rodié para verlo mejor, fue entonces cuando algo me agarro de la cintura y me jalo hacia atrás, tuve escalofríos por un segundo, y termine sentada en unas piernas largas con zapatos ridículos a mi parecer para la época, gire lentamente la cabeza mientras el sudor frió me recorría la espalda y entonces aquella persona me abrazo, me sentí un poco mas tranquila mientras el abrazo se tornaba extrañamente largo, y cuando sentí una respiración en mi cuello me levante rápidamente e intente correr a la entrada, entonces me jalaron del brazo y me giraron, termine frente a frente con un chico de ojos celestes brillantes y la cara pintada con esa sonrisa que tanto odiaba.

Me miro desde la cabeza a los pies, con una cara seria, como si yo fuese el bicho raro de aquella escena.

-¿Quien eres? dijo con una voz seria y madura.

Tenia la voz cortada y me demore un par de segundos antes de contestar.

-Soy Ann...